lunes, 30 de diciembre de 2013

Capitulo 2

Capítulo 2

—Sí, cabeza de polla. Su nombre es Mick Red. Ya sabes, Mick Red... Head Dick... más o menos lo mismo. Además, tenía que llamarlo de alguna manera. —Jaejoong acarició las manos sobre el pecho ancho en frente de él y miró al hombre alto —. Entonces, ¿cómo quieres que te llame? ‘Delicioso’ viene inmediatamente a mi mente.
Jaejoong observó con diversión la expresión de asombro en el hombre frente a él. Apostaría el caniche púrpura de su madre que nadie había hablado nunca con el poderoso hombre de esa manera. Y sí, el maldito caniche era púrpura. Su madre tenía un kit de tinte y un extraño sentido del humor.
Sabía que el hombre que estaba frente a él era fuerte, poderoso y dominante. Podía sentirlo en el hormigueo de su piel y verlo en cada músculo tenso y cada brazo grueso. Jaejoong se preguntó cuán poderoso sería el gran hombre.
Esperaba que el hombre sexy fuera material de primera. Amaba a los tipos fuertes y posesivos. Aunque ellos eran de mantenimiento muy alto, también eran muy dominantes. A Jaejoong le gustaba sentir que pertenecía a alguien, y había pasado mucho tiempo desde que se había sentido de esa manera.
—Delicioso suena muy bien, pero ¿podrías retractarte de lo que sale de esa boca bonita que tienes? —Yunho preguntó. Sus brazos se envolvieron alrededor de la cintura de Jaejoong y tiró de él apretándolo contra su cuerpo.
Oh sí, el gran hombre quería jugar. jaejoong se inclinó hacia él y le permitió hacerse cargo de su cuerpo. Podía sentir el calor de la excitación que fluía de él. Eso lo calentó como nunca nada lo había hecho.
—Nunca diría algo de lo que no pudiera retractarme, sexy —Jaejoong ronroneó. Puso su mano sobre el pecho ancho del hombre, gimiendo suavemente ante los duros músculos que sentía a través de la camisa de algodón negro que llevaba.
—Yunho.
—¿Eh? —Jaejoong dijo mientras miraba para arriba a los más profundos ojos azules con los que se hubiera encontrado. Eran azules cielo , un color auténticamente fascinante. Jaejoong podría ahogarse en sus profundidades brillantes.
—Mi nombre es Yunho —dijo el hombre—. Jung Yunho.
Jaejoong se echó a reír. —Prefiero sexy.
Jaejoong escuchó un pequeño gruñido provenir de Yunho cuando se inclinó y aspiró el perfume de su cuello. Yunho sopló su aliento contra el cuello y luego frotó la cabeza contra él. Jaejoong se rio y bajó la cabeza. —Eso hace cosquillas.
—¿En serio? ¿Tienes cosquillas en algún otro sitio?
Jaejoong echó la cabeza hacia atrás y envió a Yunho su mirada más sexy llena de lujuria. —No quiero arruinar la sorpresa. —Jaejoong se rio de nuevo cuando los ojos azules de Yunho se oscurecieron y gruñó bajo en su garganta—. Así que, dime —Jaejoong arrastró las palabras—, ¿qué hace un hombre grande, malo, y sexy como tú en una fiesta como esta?
—Cazando. —Yunho sonrió—. ¿Qué más podría ser?
Jaejoong se echó a reír. —Creo que encontraste exactamente lo que estabas buscando cazar.
Observó, fascinado, cómo una ceja oscura en la cara de Yunho se alzó. —¿Estás seguro de eso?
—Positivo.
—Podría ser sólo un simple subidón de adrenalina —replicó Yunho, sonriendo ampliamente—. Por la situación peligrosa que acabas de pasar.
—¿Las feromonas y todo eso? —Jaejoong preguntó—. En ese caso, no te importará si me voy a casa con otra persona, ¿no?
Se apartó del hombre alto y comenzó a alejarse. Cuando las manos se estiraron hacia él y lo levantaron del suelo, Jaejoong dejó escapar una carcajada. Se recostó suavemente sobre el hombro de Yunho, mientras una mano se envolvía alrededor de su cintura y la otra se aferraba a su culo.
—De ahora en adelante no te irás a casa con nadie excepto conmigo —gruñó Yunho mientras lo llevaba a través de la multitud hacia el borde de uno de los edificios. Jaejoong casi se corrió en sus pantalones cuando sintió las grandes manos de Yunho acariciar su culo a través de sus pantalones vaqueros.
No podía esperar para deshacerse de sus vaqueros y sentir esas manos sobre su piel desnuda. Demonios, no podía esperar para sentir a todo Yunho contra su piel desnuda. Tan grande como era el hombre, Jaejoong no tenía ninguna duda de que podía cubrir su cuerpo más pequeño de la cabeza a los pies, y aún más.
Jaejoong chilló de sorpresa cuando fue bajado al suelo de repente. Apenas tuvo tiempo para mantener el equilibrio sobre sus pies antes de que las manos tiraran de su ropa. En cuestión de segundos, Jaejoong se encontró de pie ante Yunho, desnudo como el día en que nació.
El ruido sordo y áspero que emanó de Yunho le dijo a Jaejoong que al hombre le gustaba lo que veía. Eso vibró a través del cuerpo de Jaejoong, energizándolo, excitándolo. Miró a los ojos de Yunho, y su aliento quedó atrapado en su garganta.
Los ojos azulinos de Yunho ahora se veían bien celestiales. Sus labios se curvaron, mostrando sus dientes blancos y perfectos. Pero fue el gruñido salvaje en el rostro de Yunho mientras miraba hacia abajo a su cuerpo desnudo lo que realmente apagó a Jaejoong.
Jaejoong extendió los brazos a los costados. —Si planeas poner esa mirada fijamente sobre mí, esta relación va a tener más trabajo de lo que pensaba.
En el momento en que las palabras salieron de la boca de Jaejoong, quiso poder retirarlas. Los ojos de Yunho brillaron mientras una sonrisa lenta y perversa cruzó sus labios. Un presentimiento intuitivo le dijo a Jaejoong que acababa de convertirse en la presa de un cazador.
Actuando puramente por instinto, Jaejoong dio la vuelta y echó a correr. No dio ni dos pasos antes de que dos grandes brazos lo rodearan por detrás y tiraran de él hacia atrás contra el cuerpo duro de Yunho. Jaejoong sintió un estremecimiento disparar a través de su cuerpo cuando unos largos dientes rasparon a lo largo de la parte posterior de su cuello.
—Yunho —se quejó Jaejoong—, eso es tan jodidamente caliente.
Sus manos se movieron detrás de su cabeza para envolverlas alrededor del cuello de Yunho. Inclinó la cabeza hacia un lado, dando a Yunho acceso sin obstáculos al lado de su garganta. Era un gesto de sumisión, Jaejoong lo sabía, pero no podía hacer nada para detenerse. Algo en él le pedía que se sometiera. No podía negar la fuerte demanda de su cuerpo más de lo que no podría haber dejado de respirar.
Los largos dedos rodearon la dura polla de Jaejoong, acariciándolo con furia mientras los afilados dientes raspaban en la suave carne entre el cuello y el hombro. Shock sacudió a través de él al darse cuenta de que Yunho lo había mordido, pero todavía gritaba cuando la combinación de placer y dolor lo abrumó.
Un grueso muslo se situó entre sus piernas y lo apretó con fuerza contra él por detrás. Pequeños sonidos de lamento escaparon de sus labios. Cada roce de las manos y el cuerpo de Yunho contra el suyo era como una llama ardiente. Jaejoong quería ser consumido. Quería ser quemado por ese hombre.
Sus manos se apretaron en el pelo castaño de Yunho, tirando de los largos cabellos ante la desesperación. Podía sentir a Yunho chupando su cuello, marcándolo, reclamándolo, pero necesitaba más. Necesitaba... necesitaba...
Jaejoong le suplicó a Yunho. —¡Jódeme!
Los dientes en su cuello se retiraron y Jaejoong fue empujado hacia abajo en el suelo, aterrizando sobre sus manos y rodillas. Antes de que pudiera protestar por el trato áspero, Yunho empujó los dedos en su apretado agujero.
—Aaahhh, joder ¡sí! —Jaejoong gritó.
Yunho comenzó a estirarlo, y agregó otro dedo, luego otro. Una parte de Jaejoong se preguntó dónde el hombre tenía el lubricante, pero fue superado por el ardor para ocuparse de verdad del asunto. Estaba más que agradecido, porque se sentía bastante seguro de que Yunho estaba a punto de follarlo en el suelo.
Jaejoong sintió que Yunho sacaba sus dedos e introducía en él la pulsante y enorme polla. Podía oír la respiración pesada de Yunho mientras empujaba dentro de su estrecho canal. El material bruto de los pantalones vaqueros de Yunho rozaron la parte posterior de sus muslos. Podía oler la excitación de Yunho impregnando el aire alrededor de ellos.
Jaejoong gimió, su cabeza cayendo hacia adelante. Cuando el hombre se metió en él pudo sentir la pequeña barra del pirsin justo debajo de la cabeza de la polla de Yunho. Parecía saber exactamente dónde estaba el punto dulce de Jaejoong cada vez que lo penetraba.
Tener sexo no era algo nuevo para Jaejoong, pero a pesar de lo que Mick había dicho, él no jodía con todos con los que estaba. Sin embargo, había algo claramente diferente en ser follado por Yunho. Se sentía como si estuviera siendo reclamado y no sólo jodido, como si de alguna manera Yunho estuviera colocando un sello de propiedad sobre él.

Todo parecía diferente, más intenso. Mientras Yunho golpeaba en él, Jaejoong sentía cada movimiento del cuerpo del hombre y cada aliento que salía de su boca. Jaejoong podía sentir edificarse su orgasmo en lo más profundo de su cuerpo y sabía que iba a ser espectacular. Yunho lo iba a consumir.
Cuando Yunho mordió su hombro de nuevo, Jaejoong supo que todo había terminado para él. Sus dedos se cerraron en el suelo frío bajo sus pies mientras pulsos de placer explotaron a lo largo de todo su cuerpo.
—¡Yunho! —Jaejoong gritó cuando su polla entró en erupción, lanzando cuerdas de semilla blanca-nacarada en el suelo debajo de él. La intensidad de su orgasmo lo sorprendió. A medida que sus brazos y sus piernas empezaron a temblar, se preguntó si sería capaz de mantener su cuerpo hacia arriba.
El problema se resolvió para él cuando dos grandes brazos se envolvieron alrededor de su cintura. La mente de Jaejoong comenzó a derretirse cuando fue levantado en el aire y empalado en la polla de Yunho por una última enorme embestida.
Jaejoong escuchó un fuerte estruendo del hombre detrás de él. Un momento después, la caliente liberación de Yunho llenó su culo. Jaejoong lanzó un grito y otro orgasmo, más pequeño, atravesó su cuerpo. Dejó que su cabeza cayera hacia atrás contra el hombro de Yunho. Sus manos cayeron inertes a sus costados. Lo único que evitaba que cayera al suelo eran los dos grandes brazos envueltos alrededor de él, las rodillas dobladas entre sus piernas y la polla palpitante en su culo.
Jaejoong exclamó en voz baja cuando la mano de Yunho se envolvió alrededor de su polla y lo acarició de nuevo. No creía tener otra onza de semilla en su cuerpo. Sabía que no quedaba otro orgasmo en él. Los dos últimos casi lo habían desvanecido.
—Demasiado —Jaejoong gimió mientras Yunho lo acariciaba. Estaba tan sensible que casi podía sentir cada contorno y pliegue de la mano de Yunho. Increíblemente, Jaejoong se sintió endurecer de nuevo. Su mente, lo que quedaba de ella, se tambaleó. Estaba totalmente a merced de Yunho. Sólo los fuertes brazos del hombre lo mantenían suspendido sobre la tierra para que no cayera.
—Una vez más —gruñó Yunho en su oído.
Jaejoong negó con la cabeza rápidamente. No podía hacerlo de nuevo. No creía que fuera a sobrevivir. Pero Yunhho no le daba otra opción. Yunho se retiró de él y le dio la vuelta, dejándolo de espaldas en el suelo. Levantó sus piernas y empujó de nuevo en él.
Jaejoong alzó los ojos hacia Yunho. Se sorprendió al ver un brillo en los ojos azules del hombre. Los dientes de Yunho se desnudaron, el aliento que salía de su pecho era más un estruendo profundo que cualquier otra cosa.
Levantando la cabeza, Jaejoong lamió el cuello de Yunho, mordisqueando la piel suave. Yunho era tan dulce, tan fuerte y picante. Podía saborear la fuerza en él, el poder. Gritó y llenó la mano de Yunho con su semilla.
Jaejoong podía sentir las fibras de su ser absorber todo lo que el hombre era mientras Yunho empujaba hacia él. No lo entendía, pero lo aceptaba. Jaejoong no sabía por qué no lo había visto antes. Yunho era todo lo que era un macho alfa, y Jaejoong lo quería todo, hasta la última gota dominante.
Separó sus labios del cuello de Yunho y echó la cabeza hacia atrás para mirar a sus ojos azules. No estuvo sorprendido por el brillo posesivo en ellos. Jaejoong lo esperaba. Él lo quería.
Lo que sí le sorprendió fue la tierna mirada en su cara. Si Jaejoong no lo supiera mejor, pensaría que Yunho había estado tan afectado por su acto de hacer el amor como él lo estaba. Jaejoong quería creerlo. Tenía que creerlo. Necesitaba saber que pertenecía al hombre.
Yunho miró a su compañero vestirse mientras se colocaba sus propios pantalones vaqueros y los abotonaba. No había ninguna duda al respecto, Jaejoong era uno de los hombres más hermosos que había visto nunca. Todo en él, desde la parte superior de su magnífico pelo negro en su cabeza hasta los pequeños y delicados pies, gritaba que era la pareja perfecta.
Pero por mucho que deseara a Jaejoong, quería un compañero que fuera un poco menos perfecto. No tenía la menor duda de que se dirigía hacia problemas con su nueva pareja. Jaejoong era todo lo que Yunho no quería en una.
Era hermoso, sexy, y casi malditamente perfecto para mirar. Yunho sabía que eso significaba mucho mantenimiento. Nunca había conocido a un hombre así que no quisiera ser el centro de atención de todos. Si no podían conseguir la atención, la creaban.
Podía ver lo que sería su futuro. En lugar de ayudar a su Alfa a liderar el clan como Beta, debería pasar su tiempo persiguiendo a su compañero y asegurándose de que se mantuviera fuera de problemas.
Mientras Jaejoong se abotonaba la camisa, Yunho hizo una mueca. Por mucho que deseara a su compañero y todo lo que acompañaba el encontrarle, sabía que tendría que establecer las reglas de su relación tan pronto como fuera posible. Tenía cosas mejores que hacer que perseguirlo.
—Jaejoong —dijo Yunho—. Tenemos que hablar.
—¿Oh?
Yunho se sorprendió al ver la sonrisa que había estado trabajando a través de los labios de Jaejoong. Su compañero respiró hondo y soltó el aire lentamente. Yunho tenía curiosidad acerca de la misteriosa sonrisa de su rostro y se prometió que iba a preguntarle sobre ello más tarde.
En este momento, tenía que señalar las reglas a su nueva pareja. Jaejoong tenía que entender que él era el jefe de su relación. Si iba a ser maldecido con un compañero magnífico, Yunho sabía que por lo menos debía tener control sobre él. Era mejor que Jaejoong lo entendiera lo más rápidamente posible.
—¿Y bien? —jaejoong preguntó mientras lo miraba.

Yunho se sentía como si se retorciera bajo la mirada directa de Jaejoong. El hombre parecía estar totalmente centrado en él, algo que Yunho no sentía de muchas personas, a menos que quisieran algo. Se preguntó qué querría Jaejoong.
—¿Qué pasa con las orejas?
Jaejoong se acercó y las tocó. —¿No te gustan?
—Uh, creo que nunca había pensado en eso. —Yunho se encogió de hombros, sin saber cómo responderle a su compañero teniendo en cuenta la ansiedad que estaba empezando a notar en su rostro—. Se ven muy lindas.
Jaejoong sonrió. —Tengo varios pares de diferentes colores, pero el negro es mi favorito. Combina mejor con mi cabello, ¿no crees?
—Por supuesto. —Yunho no podía apartar los ojos de las orejas. Eran negras, peludas, y totalmente falsas. Le encantaría mostrar a Jaejoong cómo eran las orejas reales.
—También tengo colas, pero la gente sigue robándomelas.
Yunho parpadeó. —¿La gente roba tus colas?
Jaejoong asintió. —Sólo en esta semana me han robado tres. Es muy desagradable. ¿Sabes lo difícil que es encontrar colas de calidad? No es que esas cosas crezcan en los árboles.
—¿No puedes simplemente —Yunho hizo un gesto con la mano en el aire— ir a una tienda y comprarlas?
—Oh no, las colas que uso son de una calidad mucho mejor que las compradas en tiendas pequeñas. Ordeno las mías en línea para que coincidan con mis orejas. Quiero decir, en serio, si quieres usar orejas y una cola, tienen que ser de la mejor calidad.
—Bueno, eso tiene sentido. —Pero no para Yunho. Miró a Jaejoong y se preguntó si el hombre estaba un poco fuera de sus cabales. Ni siquiera tenía un nombre normal. ¿Quién se llamaba Jaejoong a sí mismo?—. ¿jaejoong es tu nombre real?
—Kim Jaejoong —respondió el hombre—, llamado así por mi madre, Kim Luna.
Yunho se quedó boquiabierto. —¿El nombre de tu madre es Kim Luna?
Jaejoong frunció el ceño por primera vez desde que había conocido al hombre, arrugando la frente. —¿Qué? ¿Tienes algún problema con eso?
Yunho levantó las manos rápidamente y negó con la cabeza. Al parecer, su mamá no era un tema de discusión. —Nada en absoluto —respondió—. Sólo me preguntaba si era en serio. Tienes que admitir que Jaejoong y Kim Luna son nombres poco comunes.
—¿Y Jung Yunho no lo es?
—En mi familia no.
Jaejoong sonrió y saltó a presionar su cuerpo contra el de Yunho. —Háblame de tu familia.
Jaejoong sonaba como si estuviera realmente interesado, lo que sorprendió a Yunho. No mucha gente quería llegar a conocerlo realmente. En lugar de responder a la pregunta de Jaejoong, presionó su mano contra el pecho del hombre, justo sobre su corazón.
—¿Es por eso que tienes un tatuaje de la luna sobre tu corazón?
jaejoong asintió. —Mamá me habría matado si tuviera la palabra mamá tatuada en el pecho. Una luna parecía más apropiado. —Los dedos de Jaejoong se movieron hasta el pecho de Yunho, en su hombro derecho y abajo de su brazo. —Tu tatuaje es bastante impresionante.
Yunho sonrió. Era más que impresionante, y él lo sabía. Era enorme. También simbolizaba la vida, un escorpión negro trepando por encima del hombro y por el pecho. La cola del escorpión se enroscaba por el brazo de Yunho con el aguijón terminando en el pliegue del codo. Un rastro de gotas de sangre goteaba desde allí.
—Vamos a ver —reflexionó Jaejoong cuando sus dedos trazaron el escorpión—, ¿un escorpión negro mortal? Creo que expresa lo letal que puedes ser, pero también lo resistente y adaptable. Eso demuestra el poder, la fuerza y la inteligencia. Sin embargo las gotas de sangre me confunden. ¿Representan a todas las personas que has perdido?
—Se podría decir eso —respondió Yunho—. Representan a todas las personas con las que he luchado en mi vida. —Observó cuidadosamente el rostro de Jaejoong buscando su reacción.
—Lo lamento —susurró jaejoong.
—¿Por qué lo lamentas? —Yunho preguntó, confundido no sólo por la pregunta, sino por la tristeza que veía en el rostro del hombre. Parecía una extraña reacción en él. La vida era lo que era. Yunho aprendió a una edad temprana a luchar por lo que quería y seguir luchando para mantenerlo.
—No me suena como si hubieras tenido una vida muy feliz.
Yunho estaba a punto de responder y explicarle la realidad de su vida cuando otra sonrisita misteriosa se extendió por todo el rostro del hombre. Hizo que Yunho se pusiera muy nervioso. Lo mismo hizo la mano de Jaejoong que acariciaba su mejilla.
—Supongo que tendré que hacer mi misión conseguir que tu vida sea feliz y llena de alegría. No te preocupes, Yunho, yo cuidaré bien de ti.
Yunho estaba jodido, y él lo sabía. Había imaginado que Jaejoong era un problema, y el hombre sólo lo admitía. Tal vez no con tantas palabras, pero la verdad era evidente para cualquiera que lo viera. Jaejoong iba a hacer de su vida un infierno.
Yunho vio sólo una opción abierta para él. Tendría que mantenerlo bajo llave en todo momento para asegurarse que no causara ningún problema. Eso iba a ser más difícil de lo que parecía, pero entre él y su círculo íntimo, sabía que podría hacerlo. Después de todo, ¿qué cantidad de problemas podría causar un pequeño hombre?
—¿Por qué no nos dirigimos a mi casa, y podremos hablar de ello? —Yunho preguntó.
Cuanto más rápido pusiera a Jaejoong fuera del ojo público, mejor. Ya podía sentir las miradas clavadas en su espalda. La gente iba a empezar a hacer preguntas muy pronto, preguntas que en esos momentos no quería responder.
—¿Tienes una bañera? Porque me encanta la hora del baño —dijo Jaejoong—. Todas esas burbujas y la piel desnuda —Jaejoong se estremeció—. Yunnie.
«¡Ah, diablos!» Jaejoong iba a ser su muerte. Probablemente querría caviar y champán mientras estuviera sumergido en la bañera. Jaejoong tendría que aprender que él trabajaba para ganarse la vida. No vivía una vida de lujo, y a partir de esa noche, jaejoong tampoco.
La mente de Yunho daba vueltas mientras escoltaba a Jaejoong a través de la multitud. Persona tras persona miraba hacia ellos con curiosidad mientras se movían entre la multitud de personas. Yunho sólo miró hacia otro lado.
—Uh, ¿Yunho? —Jaejoong le preguntó vacilante.
—¿Sí, bebé? —Yunho le preguntó mientras apretaba su mano en la espalda de Jaejoong para mantenerlo en movimiento.
—¿Por qué me mira la gente?
Yunho miró hacia atrás por encima del hombro. Jaejoong estaba en lo cierto. La gente estaba mirando. Se encogió de hombros y se volvió hacia Jaejoong. —Estoy saliendo de aquí con el hombre más hermoso del lugar —dijo—. ¿Por qué otra cosa podría ser?
Jaejoong le sonrió, con el rostro sonrojado. —¿En serio?
—Como si no lo supieras. —Yunho sonrió. ¿Cómo podría Jaejoong no saber cómo de precioso se veía? Yunho se sorprendió de que los hombres y también las mujeres, no se arrojaran a sus pies.
—¿Podemos pasar por mi habitación y tomar un par de cosas? —Jaejoong preguntó mientras envolvía su brazo alrededor de la cintura de Yunho.
—¿Tu habitación? —Yunho preguntó.
—Sí, algunos amigos y yo vinimos de vacaciones de primavera. Estamos compartiendo una habitación en el edificio de invitados —dijo Jaejoong—. Sólo tengo que recoger algunas cosas, si te parece bien.
Yunho asintió con la cabeza y caminó en la dirección que le indicó Jaejoong. —¿Qué edificio? —Tenían varios edificios de invitados, todos con el propósito de darles hospedaje a los visitantes que acudían a quedarse en el gran complejo del clan.
—Justo por allá —dijo Jaejoong mientras señalaba a uno de los edificios.
—Conozco el lugar. —Era uno de los muchos edificios del enorme complejo.
Yunho se volvió hacia la carretera principal que conducía al edificio de invitados, preguntándose en qué demonios se estaba metiendo. Supuso que lo averiguaría.
No era como si pudiera dejar a Jaejoong ahora que se había acoplado con él.
Jaejoong le pertenecía, pura y simplemente, y Yunho sabía que tenía que lidiar con eso. Eso no quería decir que no estableciera las reglas para Jaejoong, porque lo haría. Él tenía demasiadas responsabilidades y no tenía tiempo para perseguir a su compañero un poco alocado, no importaba qué tan sexy fuera el hombrecito.
Yunho se tambaleó cuando sintió la mano de Jaejoong en su culo. Rápidamente enderezó sus pasos. Abrió la boca para gritar a su compañero por ser cariñoso en público, pero los sonidos de la risa de Jaejoong llenaron su oído.
Se sintió sorprendido de lo bien que esa risa expresiva lo hacía sentir. Su corazón de repente se sintió más ligero, más lleno de optimismo y esperanza para el futuro de lo que se había sentido ese día, quizás incluso desde hace meses.
Como no era posible dar rienda suelta a ese sentimiento o caer en la alegría obvia de Jaejoong, Yunho simplemente agarró la mano del joven y la movió a la seguridad del centro de su espalda baja. Volvió la cabeza ligeramente para que Jaejoong escuchara sus palabras al hablar.
—Cuidado, Jaejoong —dijo en voz alta.
—Aguafiestas —dijo Jaejoong, pero el resto de la caminata mantuvo las manos donde estaban.
Yunho estuvo casi decepcionado.
—¿Qué habitación es la tuya? —Yunho le preguntó cuando se detuvieron frente al edificio que Jaejoong había indicado.
—El segundo piso, la tercera puerta al final de la escalera —dijo Jaejoong, y señaló—. Ahí mismo.
Yunho se acercó a la escalera que Jaejoong señaló. Arqueaba una ceja mientras observaba a Jaejoong mirar por las escaleras y luego a él, mordiéndose el labio inferior. El cuerpo de Jaejoong rebotó donde estaba. El hombre parecía un gatito excitado. Si tuviera una cola auténtica, la habría meneado a mil por hora.
—¿Quieres venir a mi habitación y ver mis aguafuentes?
Yunho se rio entre dientes. Si Jaejoong había estado tratando de ocultar su intención, había sido totalmente transparente. Así las cosas, a Yunho le fue imposible negarse al hombre. —Aguafuentes, ¿eh?
Yunho se rio cuando Jaejoong lo tomó de la mano y lo arrastró hacia la escalera. El entusiasmo de Jaejoong era contagioso. Una vez más, Yunho se maravilló de lo alegre que se sentía. No sabía si se trataba de la personalidad animada de Jaejoong o el hecho de que por fin había encontrado a su compañero, pero descubrió que le gustaba la sensación.
—¿De qué clase de aguafuentes estamos hablando aquí? —Yunho preguntó mientras subía las escaleras y caminaba hasta la puerta de Jaejoong—. No estarás tratando de que lleguemos a tu habitación para que puedas aprovecharte de mí, ¿verdad?
La polla de Yunho pasó de semiblanda a dura como roca en una fracción de segundo cuando Jaejoong se detuvo en el acto de abrir la puerta de su habitación y lo miró por encima del hombro. La sonrisa sensual de Jaejoong sólo se agregó al nivel de excitación de Yunho.
Las cejas de Jaejoong se movieron. —Soy el hombre sobre el que tu madre te advirtió.



Aguafiestas : es una invitación de connotación sexual .
Notita : 
muchas Gracias chicas por comentar el capitulo anterior 
en serio me animo mucho , sin embargo lo que prometi sobre acerca de actualizar rapido , lo siento , tratare de actualizar mas seguido , para que no se olviden de esta increible historia :) - hasta la proxima actualizacion ,  :) 
FELIZ NAVIDAD Y FELIZ AÑO NUEVO !!  ♥ 

viernes, 13 de diciembre de 2013

Capitulo 1

Capítulo 1
—Alguien robó mi cola otra vez —se quejó Kim Jaejoong mientras se dejaba caer en el asiento de enfrente de donde sus amigos estaban. Cruzó los brazos sobre el pecho y sacó el labio inferior hacia fuera. Estaba enojado. Era la tercera vez en esa semana que alguien se había llevado su cola.
Y le gustaba demasiado esa cola. Era una de sus favoritas, larga y negra, y tenía el swing exacto para coincidir con el vaivén de sus caderas. Jaejoong había pasado horas frente a su espejo de cuerpo entero perfeccionando el movimiento de sus caderas hasta que lo consiguió.
—¿Alguna vez has pensado en no llevar cola, Jaejoong? —Junsu preguntó.
Jaejoong rodó los ojos. —Oh, por favor, me vería ridículo sin mi cola.
—Bueno —dijo Junsu mientras agitaba su mano hacia el trasero de Jaejoong—, si no dejas la cola en casa, tienes que esperar que la gente trate de tomarla.
—¿Por qué simplemente no la dejan en paz? —Jaejoong preguntó.
—Jaejoong, no quieres que la dejen en paz, ¿recuerdas? —Yoochun sonrió—. Por eso comenzaste a usar las orejas y la cola en primer lugar.
—Yo quiero que la miren, no que se la lleven.
—Entonces tal vez deberías colocar la cola en tus pantalones.
Jaejoong rodó los ojos. —¿En serio?
Yoochun se rio entre dientes. —Jaejoong, sólo estoy diciendo que si no quieres que la gente robe tu cola necesitas asegurarla a tu culo un poco mejor.
—Simplemente sería mejor si fuera real —se quejó Jaejoong—, y entonces nadie podría robarla. Podría morder al que lo intentara.
—Sí, pero no veo que eso suceda en corto plazo, Jaejoong.
—¡Podría suceder! —Jaejoong insistió, frunciendo el ceño ante Junsu. Ninguno de sus amigos parecía entender que tenía fascinación por todas las cosas concernientes a los lobos, y ni siquiera estaba seguro de que quisiera que lo entendieran. Era un poco raro y bastante obsesivo.
—Hey, tengo una idea genial —dijo Junsu—. Mi familia tendrá otra vez una pequeña reunión esta noche en la casa. Va a haber comida, baile, todo. ¿Quieres ir?
Jaejoong echó un vistazo alrededor del bar. Se suponía que iba a ser un lugar divertido, solo que no pasaba nada. Estaba aburrido. Cualquier cosa tenía que ser mejor que pasar el rato en un bar que estaba casi vacío. El lugar estaba muerto.
—Claro —dijo Jaejoong—. Estoy dentro.
Jaejoong se acercó y comprobó la colocación de las orejas negras y peludas de lobo en la parte superior de su cabeza. Satisfecho de que estaban justo donde se suponía debían estar, le tendió la mano. Una piruleta fue plantada en su mano mientras una risa profunda salía de Yoochun.
Jaejoong arrancó el envoltorio y se metió la piruleta de sabor dulce en la boca. El sabor afrutado a cereza estalló a través de su lengua. Gimió y cerró los ojos, amando el sabor y la textura de la pequeña piruleta redonda en su boca.
—Maldita sea, muchacho —canturreó una voz por encima del hombro derecho de Jaejoong—, apuesto a que habrías gemido igual de fuerte con otra cosa en la boca.
Jaejoong ni siquiera abrió los ojos. Estaba disfrutando demasiado de su piruleta. Sólo alzó la mano y levantó su dedo medio.
—¿Eso es una invitación, muchacho?
Jaejoong abrió los ojos y miró al otro lado de la mesa a Yoochun  y Junsu. Rodó los ojos, a continuación, una pequeña sonrisa se dibujó en su sexy rostro. Girando en su asiento, miró al hombre que estaba de pie junto a su silla.
Los pantalones de cuero ajustados realmente no hacían nada por el hombre. Ni el chaleco de cuero negro, que era lo único que cubría la mitad superior de su cuerpo. Jaejoong sabía que el hombre pensaba que era guapísimo, pero él no tenía cola ni orejas, y eso lo ponía en la parte inferior de su lista de atractivos.
—No lo sé. ¿Puedes darme lo que quiero?
—Mi nombre es Mick Red—el hombre palmeó su entrepierna—. Y tengo más que suficiente para darte exactamente lo que quieres.
jaejoong lo dudaba seriamente. —Entonces muéstrame tu cola.
—¿Mi qué?
—¿No tienes cola? —Jaejoong hizo un mohín—. Ah, qué pena. ¿Qué tal unas orejas, entonces? Personalmente, prefiero las orejas negras y peludas, pero supongo que cualquier tipo de orejas de lobo estaría bien.
Una mirada de disgusto se acercó al rostro del hombre menos que hermoso. —¿Eres una de esas personas a las que les gusta follar animales?
—No, por eso no te voy a joder a ti.
Satisfecho con esa pieza de su discurso, Jaejoong pegó la piruleta en el techo de su boca y se dio la vuelta en su asiento. Ese tipo, quienquiera que fuese, no tenía ningún interés para él. Le gustaban los hombres dominantes, pero los que eran naturalmente dominantes, no los que tenían que demostrarlo a otras personas.
—¡Eres un pequeño freak!
Jaejoong apenas tuvo tiempo suficiente para procesar las palabras de enojo cuando las manos del hombre se posaron en su hombro. Se encogió y gritó cuando fue arrancado de su asiento y dejó caer su piruleta mientras era arrojado al suelo.
Jaejoong patinó hasta varios pies de distancia. Sacudió la cabeza para aclararla y luego se incorporó. Sus ojos se abrieron cuando volvió a mirar a través del piso y vio a sus amigos atacando al hombre vestido de cuero. Se rio entre dientes cuando el hombre cayó de rodillas ante el asalto.
«¡Dadle duro!»

Jaejoong comprobó para asegurarse de que sus orejas aun estuvieran correctamente colocadas en su cabeza y luego se puso de pie y corrió al otro lado de la habitación. Saltó sobre la espalda del hombre y comenzó a tirar de su cabello. Tuvo la profunda satisfacción de oír el gruñido de dolor del hombre justo antes de que alguien lo agarrara y lo arrancara de encima de él.
—¡Hey! —Jaejoong gritó.
—¡Es suficiente! —Un hombre bastante grande gritó.
Jaejoong fulminó con la mirada al hombre de pelo rubio que lo sostenía. Sacó el labio inferior y señaló al hombre en el suelo. —¡Él empezó!
—No me importa quién empezara —gruñó el hombre que puso a Jaejoong en sus pies—. Yo lo voy a parar.
Jaejoong se dio cuenta de que tenía que estirar el cuello hacia atrás para mirarlo a la cara. Aunque eso no era inusual para él, no le gustaba la forma en que hacía que sus orejas comenzaran a deslizarse fuera de su cabeza. Gruñó y le dio una patada al hombre en la espinilla.
—¡Ow! —gritó el hombre mientras agarraba su pierna y empezaba a saltar alrededor—. ¿Por qué demonios hiciste eso?
—Has hecho que mis orejas se movieran.
«¡Duh!»
—¿Orejas? ¿Qué orejas?
Jaejoong lo fulminó con la mirada. Alzó la mano y reposicionó las orejas en la parte superior de su cabeza. Para el momento en que lo hizo, el hombre había dejado de saltar —lo cual era bueno, porque un hombre tan grande como él no debería saltar, eso le daba un aspecto extraño— pero seguía mirando a Jaejoong mientras se frotaba la espinilla.
—Eres un maldito loco.
Jaejoong  le sacó la lengua al hombre. Cuando se volvió y caminó lejos deseó haber tenido su cola, habría hecho su salida más memorable. Así las cosas, tuvo que conformarse con balancear sus caderas lo suficiente como para conseguir unos cuantos silbidos y una palmada en el culo mientras salía por la puerta principal.
En el momento en que la puerta se cerró detrás de él se dio cuenta de que había salido del edificio sin sus amigos. Rodó los ojos, deseando poder tomar el control de su temperamento. Era una batalla que había estado luchando desde que estaba en pañales. Una batalla perdida.
Se acercó al coche en el que había llegado con sus amigos y se apoyó en el capó. Tendría que esperar hasta que ellos salieran del bar para poder irse. Junsu tenía las llaves. Peor aún, Yoochun tenía todas sus piruletas.
«Es una noche oscura y tormentosa... bueno, al menos se está haciendo de noche», pensó Jung Yunho para sí mismo. Hizo un gesto a los guardias mientras conducía a través de las puertas delanteras de la sede del clan. Estacionó su motocicleta en un lugar en frente del edificio principal y apagó el motor.
Podía ver un pequeño grupo de personas en la distancia. El Festival de la Luna mensual estaba en su apogeo. Era la versión menor de un Encuentro Lyken, que sólo ocurría una vez al año y en el que todos los clanes estaban involucrados. El Festival de la Luna era solamente para los clanes locales.
Por lo general disfrutaba de esas pequeñas reuniones sociales, pero últimamente las reuniones parecían un mercado de carne disfrazadas como fiestas. Cada lobo suelto en el clan, y unos pocos que no eran del mismo, llegaban a esas fiestas a conectar, encontrar pareja, y en general tener sexo.
Parecía un intento inútil para Yunho. Durante años, había disfrutado de las fiestas lunares mensuales. Encontraba una cita o dos, los llevaba a algún lugar, perdían el tiempo, y les decía adiós antes incluso de que el sol de la mañana se elevara en el cielo. A menos que se aparearan, los cambiaformas lobos eran bastante indiscriminados en cuanto a la persona con la que dormían.
A medida que pasaba el tiempo y más gente entraba y salía de su cama, Yunho empezó a desencantarse con las reuniones mensuales. Seguía conectado con citas ocasionales sólo para aliviar su dolor, pero estaba más interesado en encontrar una pareja que en echar un polvo. Quería encontrar la misma felicidad que su Alfa, Asher, había encontrado recientemente con su pareja.
Sacudiendo la cabeza, se bajó de su moto y se dirigió a la multitud. El lugar parecía bastante lleno. Yunho no estaba sorprendido. El Festival de la Luna mensual era lo más destacado del mes, un lugar para ver y ser visto por todo tipo de lobos. Imaginaba que la mayoría del clan estaba allí.
—Hey, tío Yunho, ¿puedo conseguirte una cerveza?
Yunho se detuvo para sonreír a su sobrino. —Sí, Junsu, eso sería genial, algo frío, ¿hmmm?
Kim Jnnsu era un amor, apenas tenía veintidós años y se graduaría de la universidad en tan sólo unos pocos meses. Yunho sabía que el padre de Junsu, Seon Yoo, estaba aterrorizado de que Junsu dejara su comunidad poco después de terminar la universidad para irse a un lugar más emocionante. Yunho no estaba tan seguro.
—Oye, Junsu, ¿cómo van las cosas en la escuela? —preguntó cuando el chico empezó a alejarse.
Junsu se volvió, cabellos rojos brillantes rebotando alrededor de su cara mientras sonreía de oreja a oreja. —Oh, me encanta. Mis amigos y yo venimos de allí. Pop dijo que podía traerlos a todos en las vacaciones de primavera.
Yunho asintió. Junsu necesitaba el permiso de Seon o de él para llevar a alguien al complejo. Ellos estaban a cargo mientras su Alfa estaba de viaje de negocios. —¿Piensas quedarte en la ciudad, o mudarte, una vez que hayas terminado la escuela?
Junsu se rio. —¿Realmente Pop me dejaría ir?
—Si eso es lo que realmente quieres hacer, estoy seguro de que lo haría. ¿Necesitas que hable con él?
Junsu negó con la cabeza. —No, en realidad soy muy feliz donde estoy. —Junsu se acercó y puso su mano alrededor de su boca—. No se lo digas a Pop, pero estoy pensando en hacerme cargo cuando se retire.
—¿Tu papá, retirarse? ¿Crees que eso va a pasar alguna vez? —Yunho se rio, pero era bastante serio. Seon era el tercero en el mando, el ejecutor del clan. A veces Yunho pensaba que Seon Yoo tomaba el liderazgo con más seriedad de lo que él lo hacía.
—Lo haría si pudiera escapar de su madre y encontrarse una cita.
Yunho no pudo evitar reír de nuevo. Era un hecho muy conocido en su clan que Seon no había tratado de encontrar una nueva pareja desde que su esposa lo había dejado años atrás. Junsu era sólo un bebé cuando ocurrió, y nadie había visto a Kim Lina desde entonces.
Dio una palmadita en el hombro de Junsu y se dirigió hacia la multitud, saludando y diciendo ‘hola’ aquí y allá. No entendía cómo Seon podía haber estado todos esos años sin compañía. Yunho entendía la necesidad de Seon Yoo de mantener a su hijo, pero también tenía que cuidar de sí mismo. Quizás debería tener una pequeña charla con él.
—¿Has tenido suerte encontrando a tu pareja? —Junsu preguntó.
Yunho dejó de caminar para volverse y mirarlo. Sacudió su cabeza. —Todavía no, pero la noche aún es joven, y yo también.
—Hay unos cuantos nuevos lobos aquí esta noche, algunos muy bonitos. Tal vez tengas suerte.
Yunho se encogió de hombros mientras miraba alrededor de la zona en busca de la gente en el claro. Quería encontrar a su compañero, todos los lobos sin pareja lo hacían. Era una necesidad que tenían arraigada en ellos desde antes de nacer. Yunho había pasado un tiempo difícil buscando una pareja que le gustara a su lobo tanto como a él.
Encontrar un compañero era un proceso incómodo. Su lobo tenía que estar tan enganchado como él. A Yunho le gustaban las relaciones simples con hombres que entendieran que él era el jefe, mientras que a su lobo le gustaban bastante los chicos lindos que necesitaban demasiada atención.
Como Beta de su clan, Yunho no tenía mucho tiempo para dedicar a un compañero. Hacía mucho tiempo había tomado la decisión de que una pareja de alto mantenimiento no era para él. Ahora, si tan sólo pudiera convencer a su lobo de eso.
—No estoy mucho en lo de los chicos lindos, Junsu. Toman demasiado trabajo. Pero ya veremos —dijo.
Justo al llegar hasta la multitud, Yunh vio un destello azul por el rabillo del ojo. Se volvió para mirar por encima de la gente que asistía a la fiesta, sintiéndose más intrigado de lo que estuvo en años. Sus ojos se abrieron con asombro a la impresionante vista que tenía delante.
Un par de ojos cafés oscuros brillantes con bordes de acero delineados de negro se bloquearon momentáneamente con los suyos, y se sintió demasiado aturdido para moverse. El hombre que miraba a través de la multitud era la criatura más hermosa en la que alguna vez había puesto sus ojos.
De cabello corto rubio, pecho estrecho, caderas delgadas, esbeltas piernas... era perfecto. Yunho estaba fascinado, intrigado, y al instante duro como una roca. Quería llegar a través de la multitud de personas y apoderarse de la visión que tenía frente a él, atrayendo al hombre a su espacio.
Podía sentir la conexión inmediata con el hombre más pequeño. Su lobo interior se asentó y rugió, y luego jadeó. Quería salir. Quería reclamar a su compañero. Yunho supo de repente que el hombre sexy era su futuro.
Gimió. Con sólo mirar al pequeño y hermoso hombre podía decir que tendría problemas. Tenía escrito sobre él ‘de mucho mantenimiento’. Su lobo gruñó queriendo salir, listo para reclamar a su compañero, mientras que Yunho sólo quería salir disparado en otra dirección y pretender que no lo había visto nunca.
Antes de que pudiera llegar a una decisión, el hombre fue retirado de su vista por una mano en su hombro. Una repentina veta posesiva le atravesó el cuerpo y no pudo controlar el profundo gruñido que salió de sus dientes apretados.
Los músculos de sus hombros se tensaron y sus manos se apretaron en puños. Podía sentir la tensión que pasó a través de su cuerpo cuando su lobo estuvo dispuesto a luchar por su pareja. El vello en la parte posterior de su cuello se erizó. Yunho tenía una imperiosa necesidad de romper al hombre a quien pertenecía la mano que estaba sobre el que de repente consideraba suyo.
Moviéndose rápidamente a través de la multitud, Yunho se dirigió hacia el centro del claro, donde varias personas estaban bailando. Podía ver al hombre de cabello rubio luchar contra un hombre mucho más grande vestido de cuero, sus pequeños puños golpeando contra el que lo sostenía.
Yunho volvió a gruñir. Esta vez no trató de suprimir su rugido. En su lugar, dejó que tuviera vía libre, cada vez más fuerte, y rápidamente cubrió el suelo entre él y el objeto de sus deseos. La multitud de personas entre ambos se separaron con pánico, despejando el camino para Yunho.
Agarró el hombre más grande alrededor del cuello con una mano y lo mantuvo suspendido unos centímetros por encima del suelo. Con la otra mano agarró el brazo del más pequeño y lo acercó a su lado, dándole seguridad.
—¡Es mío! —Yunho gruñó al hombre que sostenía por el cuello. Incluso mientras luchaba por controlar a su lobo interior que luchaba por salir y romper en pedazos al hombre, el más suave y delicioso aroma que alguna vez hubiera olido flotaba en el aire.
—Estábamos bailando —se atragantó el hombre.
Sus palabras sacaron a Yunho de su anhelo de más del olor maravilloso. Nunca había olido algo tan fantástico, tan excitante, en su vida. Su lobo volvió a rugir, arañando las entrañas de Yunho para salir.
—Nunca estuve de acuerdo en bailar contigo —gritó el hombre pequeño al lado de Yunho.
Yunho ocultó su sonrisa cuando las manos del hombrecillo se apretaron en puños y se abalanzó hacia el hombre que estaba en sus garras. Parecía que su compañero tenía un poco de mal genio.
—Es mío —dijo Yunho. Frunció el ceño con sorpresa, y sólo con un poco de confusión, cuando el hombre se rio ásperamente.
—Vas a lamentar esa decisión. —Los siniestros ojos del hombre se volvieron para mirar al pequeño clavado contra el costado de Yunho—. Jaejoong es humano. No puedes confiar en él. No se puede confiar en los chicos lindos como él. Nunca.
Yunho miró al hombre por un momento y luego lo lanzó a varios metros de distancia. —Vete —dijo mientras observaba al hombre ponerse en pie. Lo miró hasta que salió corriendo de su vista antes de mirar hacia abajo a los profundos y abiertos ojos cafes de Jaejoong, lo que hacía que se vieran enormes en su cara. Todo su cuerpo temblaba. Sus manos agarraron el brazo de Yunho con dedos blancos. Yunho podía oler el miedo y la ira rodando fuera de Jaejoong en grandes olas, pero el hombre siguió al resplandor después de su agresor.
—Ahora estás a salvo, Jaejoong —dijo Yunho tan suave como su voz áspera como el whisky le permitía. Yunho casi se cayó en estado de shock cuando Jaejoong se apartó de él sólo para mirar hacia arriba, con los ojos disparando llamas.
—No necesito tu ayuda —dijo mientras reposicionaba las falsas orejas de lobo en la parte superior de su cabeza— Podría haberme sacado de encima a ese cabeza de polla yo solo.
—¿Cabeza de polla? —Yunho preguntó. Una ceja oscura se disparó y una pequeña sonrisa cruzó sus labios. No pudo evitar reírse cuando Jaejoong rodó los ojos. El hombre era simplemente fascinante.



POP : Forma cariñosa de llamar Junsu a su Padre.




Nota Final : 
Primero que nada , Gracias a todas las personas que han comentado la sinopsis de esta increible historia , y las personas que no , espero que lo hagan , me animarian mucho a seguir conitnuando , no tengo mucho tiempo de entrar , ahora que estoy un poco libre , estoy adaptando mas capitulos , es muy ificil para mi entrar a internet , asi que salgo de mi casa sin permiso, solo para que ustdes lectoras puedan al menos leer una historia de la couple que les gusta como a mi , un comentario no hace daño , al contrario alegra a la persona que adapta o hace historias , a continuar :) 
gracias .

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Sexy Love

SEXY LOVE
Título: Sexy Love.
Autor: Stormy Glenn
Adaptaciòn: Yo
Género: Romantico , Comedia , Angst (?)
Pareja: YunJae 
Advertencia: Lemon , Nc-17
Resumen:
Jung Yunho vive una existencia solitaria como Beta del clan de lobos al que pertenece. Su trabajo es proteger a su pueblo y seguir las órdenes de su Alfa, lo que no deja mucho tiempo para encontrar a un compañero o llenar el hueco vacío en su corazón. Cuando ve un par de sexis ojos mirándolo durante el Festival de la Luna, se da cuenta que ha encontrado a su compañero.
Encontrar a Kim Jaejoong no es tan fácil como mantenerlo. Jaejoong puede estar fascinado por todas las cosas relacionadas con los lobos, pero cuando Yunho se pone salvaje durante su apareamiento, Jaejoong corre por su vida. Yunho tiene que pedir ayuda para encontrarlo, sólo para descubrir que su compañero se esconde justo debajo de su nariz en el complejo del clan Jung.

En lugar de convencer a Jaejoong de los méritos de estar acoplado a un lobo, Yunho tiene que depender de Jaejoong para protegerse a sí mismo mientras intenta proteger al hombre del peligroso mundo en el que acaba de entrar. Si sobreviven a la interferencia de amigos bien intencionados y a un cambiaforma coyote empeñado en matar a Jaejoong, es posible que tengan la oportunidad de descubrir lo que el destino ha planeado para ellos.

Capitulo 1 
Capitulo 2 
Capitulo 3
Capitulo 4
 Capitulo 5  
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8