jueves, 20 de septiembre de 2012

Capitulo 5



Capitulo 5



Entró en el dormitorio de Yunho y la dejó bien extendida sobre la cama. Cogió el neceser que le regalaron a Yunho cuando le compró la sombra de ojos, viendo que se lo habían llenado de muestras de maquillaje y cremas para la cara.

Sonrió y fue a dejarlo al baño, como si estuviera en su propia casa. Luego fue a la cocina y ayudó a Yunho a poner la mesa. La comida se estaba haciendo en el horno y aún le quedaba unos minutos.

Estaba poniendo los platos cuando le dio por ver que hora era. Maldijo por lo bajo, casi la 1 y él sin aparecer por el piso que compartía con Changmin. Estaría muerto de preocupación por él…

Dejó los platos sobre la mesa y echó una carrera al dormitorio de Yunho. Se había descalzado de nuevo y en el bolsillo interno de su bota derecha además de sus armas de trabajo llevaba el móvil, pero apagado. No quería que nadie le interrumpiera mientras que estaba trabajando, el cliente se podía desconcentrar.

Se sentó a los pies de la cama y lo encendió mientras se mordía los labios, fijo que tendría varias llamadas perdidas de Changmin. Pero no pudo comprobarlo, el móvil estaba sin batería y tenía el cargador en el piso.

Maldijo de nuevo y se levantó. Regresó a la cocina y se quedó mirando a Yunho.

-¿Ocurre algo?-preguntó Yunho preocupado.

Le había visto salir corriendo de la cocina y no sabía que le había dado.

-Necesito hacer una llamada-explicó con un hilo de voz-El móvil se me ha quedado sin batería, y…

-No hace falta que me expliques nada, tienes un teléfono en el salón y otro aquí en la cocina-le explicó Yunho.

Asintió sonriendo y cogió el que más cerca le quedaba. Se sentó en la encimera y descolgando el teléfono de la cocina marcó el único número que se sabía de memoria. Esperó a que se lo cogieran mordisqueándose la uña del pulgar sin darse cuenta.

-Changmin, soy Jaejoong-saludó nada más descolgar.

Se mordió los labios al escuchar la riña merecida de su amigo, siempre que pasaba la noche fuera del piso le llamaba a primera hora de la mañana, no casi a la tarde dejándole muerto de preocupación.

-¿Se puede saber donde demonios te has metido? Llevo toda la noche sin dormir por tu culpa, sin saber si estás bien o te han asesinado y descuartizado-exageró un enfadado Changmin.

-Lo siento, se me pasó llamarte-resopló Jaejoong-Sigo con el cliente de ayer, estaré con él una semana entera.

-¿Cómo dices?-gritó Changmin.

-Lo que oyes, me pagará toda una semana solo por hacerle compañía-contestó riendo, sin importarle que Yunho estuviera cerca escuchando.

-Ya te puede pagar bien, eres muy especial y al término de la semana ya verás como te pide más-rió Changmin.

-Oye, se me ha terminado la batería del móvil y no tengo el cargador, podías acercarte y me lo traes-le suplicó.

-Claro, dime la dirección y te lo llevo esta tarde-accedió Changmin.

-No, esta tarde no que tenemos planes. Espera-dijo quitándose el teléfono de la oreja-Yunho, ¿puedo dar tu dirección? Necesito el cargador y…

Yunho le cortó levantando una mano y se la dijo de inmediato. Vio como Jaejoong la repetía al teléfono y se despedía. Mientras, él seguía con la comida. Sacó el estofado del horno y lo repartió en dos platos.

-La comida ya está lista-anunció con una sonrisa.

Jaejoong le imitó y bajándose de la encimera se sentó en una de las sillas. Empezó a comer bajo la atenta mirada de Yunho, hasta que se cansó.

-¿Tengo algo entre los dientes?-preguntó resoplando.

-Perdona, es que… ¿puedo hacerte una pregunta personal?-preguntó Yunho.

-Adelante-contestó Jaejoong encogiéndose de hombros.

-¿Ese tal Changmin es tu chulo?-preguntó sin aliento.

-¿Qué? ¡Dios, no!-casi gritó Jaejoong riendo-Es mi compañero de piso,…y bueno, de profesión. Estaba preocupado porque no le había llamado antes.

-Ah-simplemente dijo Yunho.

Por un momento se le pasó por la mente que ese Changmin era o su chulo o su novio, y no le gustaba ninguna de las dos opciones. Siguieron comiendo mientras Jaejoong le preguntaba de qué iba la cena de esa noche.

-No será nada. Habrá mucha gente importante y una gran cena, ya verás que platos nos ponen-dijo Yunho.

-Pensaba que era benéfica-comentó Jaejoong alzando una ceja.

-Y lo es, el cubierto es caro y con eso das tu donativo-explicó Yunho por encima.

-Pues no lo entiendo-dijo Jaejoong negando con la cabeza-También podíais dar el donativo sin tener que gastaros nada en una cena tan cara. Te puedes quedar en casa, pedir un par de pizzas y pasar una agradable velada.

-Vale, lo haremos una noche de estas-prometió Yunho asintiendo él con la cabeza.

El pelinegro rompió a reír. Yunho era muy gracioso y tenía salida para todo.

Terminaron de comer y tras ayudarle a limpiar la cocina, se tiró en el sofá a ver unos videos musicales. Yunho estaba en su dormitorio eligiendo la ropa que llevaría esa noche, además de dar un donativo tenía que hablar de un tema con ese cliente que no podía odiar más con todas su fuerzas.

Siempre le ponía pegas a todo, y no se quedaba tranquilo si no le aseguraban de que cierta inversión le iba a dar un alto beneficio.

Llegadas las 6 de la tarde, llamó a Jaejoong para que empezara a prepararse. …l ya se había dado una ducha rápida y le cedió el baño para él solo. Le vio estirarse en el sofá en donde se había quedado medio dormido. Cuando pasó para ducharse le echó por encima una manta sin despertarle y en esos momentos se estaba cayendo al suelo, resbalando por la cadera de Jaejoong.

Se le había levantado la camiseta y sonrió al ver su estrella. Era muy sexy, se moría por pasar la lengua por ella, pero si no se daban prisa se les haría tarde…

Jaejoong se levantó del sofá. Pasó al lado de Yunho guiñándole un ojo y entró en el baño sin candar la puerta. Se dio él también una ducha rápida y se lavó el pelo a conciencia. Se lo secó con una toalla y abriendo otro armario que Yunho tenía en el baño sonrió al ver lo que escondía: un secador y unas planchas de pelo.

Se imaginó que sería de la tal Melissa, y que a Yunho no le importaría que los usara. Conectó el secador e inclinó la cabeza para secarse el pelo, pensando que un día de esos le preguntaría por ella. ¿Fue su novia? ¿Por qué lo dejaron?

¿Era más guapa que él?



Tras peinarse y maquillarse, salió del baño llevando solo una toalla a la cadera. Entró en el dormitorio en donde Yunho se calzaba unas botas negras que acababa de dejar impecables.

-Ahora te dejo para que te vistas-murmuró Yunho mientras se ponía la bota derecha.

-Ya me has visto desnudo, no importa-rió Jaejoong encogiéndose de hombros.

Dejó caer la toalla y fue directo a por los pantalones nuevos, que se puso así como si nada.

-Vaya….esto…se nos ha olvidado comprarte ropa interior-comentó Yunho desviando la mirada.

No pudo evitarlo, fue escucharle y alzar la cara a tiempo de ver caer la toalla. Le estaba dando la espalda y se pasó la lengua por los labios al ver sus respingonas nalgas.

-Puedo dejarte algo…-empezó a decir levantándose.

-No importa, no es la primera vez que voy sin ropa interior. Así, si te aburres en la cena solo tienes que mirarme para alegrarte las vistas-comentó Jaejoong con una pícara sonrisa.

Yunho tragó con esfuerzo, se estaba empezando a preguntar si era una buena idea ir con Jaejoong, ya no por el hecho de que desataría más de un rumor sobre su bisexualidad, si no por que le harían muchas preguntas que no podría contestar. ¿De qué se conocían? ¿Cuánto tiempo hacía?

¿Se lo estaba tirando solo por placer o había algo más fuerte oculto?




Terminaron de vestirse y cuando estaban a punto de salir por la puerta, Yunho le retuvo por la muñeca. Escondido tras su espalda estaba la cajita de terciopelo en donde estaba la cadena que Junsu le sugirió.

Jaejoong se le quedó mirando, esperando…sus hábiles ojos ya se habían dado cuenta de que le iba a dar un regalo y se abrieron como platos, como un niño pequeño ilusionado.

No le hizo sufrir más y sin decir nada extendió la mano y le enseñó su regalo.

-¿Es para mí?-preguntó Jaejoong aguantándose las ganas de arrebatárselo de las manos.

-Ábrelo y dime que te parece-contestó Yunho riendo.

El pelinegro  así lo hizo. Abrió la caja y se quedó sin habla. Era un colgante realmente precioso y enseguida le dio la espalda para que le ayudara a ponérselo. Cerró los ojos cuando sintió que le retiraba a un lado el pelo y le pasaba la cadena plateada alrededor del cuello.

Una vez abrochada, se dio la vuelta colocándose el pelo.

-Gracias-le dijo de todo corazón.

-De nada-susurró El castaño.

Carraspeó y señalando la puerta salieron del piso. Bajaron en el ascensor en silencio. Jaejoong no hacía más que mirarse en el espejo que había mientras se retocaba el peinado y admiraba esa pantera que descansaba sobre su agitado pecho. Le esperaba una noche muy interesante…



Llegaron a Chantelle´s y Yunho le dio las llaves de su coche al chico que acudió corriendo a abrirle la puerta. Rodeó el coche y abrió a su vez la puerta a Jaejoong, que se había rezagado retocándose de nuevo el peinado mientras se miraba en uno de los espejos del coche.

Bajó del coche sonriéndole ampliamente y le siguió dos pasos atrás. Se sentía algo cortado en un lugar tan elegante. Nada más entrar percibió un dulce aroma que le hizo suspirar, era como si estuvieran en medio de un jardín oliendo las rosas.

Paseó la mirada a su alrededor, mirara donde mirara había una gran estatua en forma de guerrero inca que le miraba con una expresión rara en la cara, como si presintiera que ese no era su sitio y debiera dar media vuelta.

Sintió que Yunho le rozaba el codo y se apresuró a seguirle. Pasaron por una puerta acristalada y entraron en un amplio salón. Había mucha gente allí reunida con sus mejores galas, a pesar de que era una cena informal.

No se sentía fuera de lugar, su cara chaqueta de Dior era la apropiada en esa situación.

-¡ Yunho! Aquí…

Se volvió a ver quien le llamaba, maldiciendo al ver que era Yoochun. Rezaba para no encontrarse tan pronto con él, pero sus ruegos no habían sido escuchados.

Maldijo de nuevo al ver tras él a su ex novia, que le sonreía ampliamente sin dejar de echarle un vistazo de arriba abajo.

-Yoochun-saludó cuando le tuvo más cerca.

-Te has retrasado, llevo 10 minutos dándole largas a Joong-explicó Yoochun entre dientes-¿Qué estabas….?

Lo que fuera a decir murió en sus labios. Se había fijado en el chico tan guapo que estaba tras Yunho y no les quitaba los ojos de encima. Por una vez en la vida, s maldijo por ser heterosexual…

-¿Y ese quién es?-susurró al oído de Yunho.

-Se llama Jaejoong, déjame presentártele en condiciones-contestó Yunho en un susurro también.

Se separó dos pasos de su amigo y carraspeando tomó del codo a Jaejoong y le hizo adelantarse.

-Jaejoong, déjame que te presente a mi amigo y compañero de trabajo Park Yoochun y a su acompañante…Melissa…

-Encantado de conocerte-se apresuró a decir Yoochun tendiendo una mano.

Jaejoong la estrechó con suavidad y le dirigió una sonriente mirada a la tal Melissa. No era nada comparado con él, lo único que llamaba la atención de ella era su larga melena oxigenada, y ese par de tetas que amenazaban con desbordarse por el escote de su caro traje…de Dior, como supo reconocer de inmediato…

-Jaejoong… ¿qué más?-preguntó Melissa.

-Jaejoong a secas-respondió el mismo Jaejoong.

No le apetecía en absoluto que nadie más conociera su apellido, con Yunho era distinto, pero la tal Melissa le había caído como una patada en el culo y ya se la imaginaba buscándole por Internet a ver si tenía algún trapo sucio que sacar…y tenía más de uno, por desgracia…

-¿Puedes venir a saludar a Hyun Joong?-suplicó Yunho -Luego yo me encargo de él y puedes disfrutar de la velada.

-Solo unos minutos-accedió Yunho a regañadientes.

-Claro, Melissa le hará compañía a Jaejoong, no te importa ¿verdad?-preguntó mirándole fijamente.

-Claro que no, Yunho ya me ha explicado que es un cliente muy importante. Marchaos, Mel y yo hablaremos de trapos-contestó Jaejoong sonriendo ampliamente.

Yunho le devolvió la sonrisa antes de dar media vuelta y perderse entre la gente siguiendo a Yoochun.

-Me gusta tu chaqueta-empezó a decir Melissa-Debe haberte costado una fortuna, ah…y me llamo Melissa, nada de Mel ni Lissa.

-Es de Dior, como tu traje. Claro, que es de a temporada pasada, lo habrás comprado en las rebajas….Melissa-dijo Jaejoong sin inmutarse.

Vio como separaba los labios dispuesta a decir algo, pero la carcajada que se le escapó la calló de inmediato.




Tras haber dado un par de pasos, Yoochun no lo soportó más y se volvió de inmediato cogiendo a Yunho del brazo y llevándoselo aparte.

-¿Qué pasa?-preguntó Yunho sin perder la calma.

-¿Qué que pasa? Ayer te piras de la fiesta porque te mueres de sueño y hoy te presentas con Jaejoong. ¿No tienes nada que contarme?-preguntó exigiendo.

-Ayer me perdí de vuelta a casa y fui a dar a un barrio….en el que estaba Jaejoong. Le pedí que me ayudara a salir de allí…y bueno, una cosa llevó a la otra…-explicó Yunho por encima.

-¿Y qué pintaba alguien como Jaejoong paseando solo por….ese barrio?-preguntó Yoochun echando una mirada por encima de su hombro.

Desde donde estaba podía ver a Melissa, cruzada de brazos y dándole la espalda a un sonriente Jaejoong. Ya le había echado un buen repaso cuando le vio al lado de Yunho, era verdaderamente guapo y las ropas que llevaban realzaban más su belleza si se podía.

-Trabajar-contestó Yunho sin más.

-¿Salía de trabajar?-repitió Yoochun como si no le hubiera escuchado bien.

-Bueno…más o menos-murmuró Yunho rascándose la cabeza.

Entonces los ojos de Yoochun se posaron en su amigo y se abrieron como platos. Una idea se iba formando lentamente en su cabeza y tardó en reaccionar…

-¿Me estás diciendo que Jaejoong es una puta?-preguntó tratando de no gritar.

-Trabaja en la calle, si…y baja la voz-contestó Yunho riñéndole.

-Lo siento…. ¿cómo has podido hacerlo?-susurró aún escandalizado por lo que había descubierto.

-Vamos, como que si las cosas hubieran sido al revés a ti no se pasaría por la cabeza-comentó Yunho riendo-No hay más que ver como babeas…

-Si, le encuentro atractivo, pero de ahí a querer tirármelo….-empezó a decir Yoochun echando a andar de nuevo-Al menos dime que usaste protección…

-Claro que sí, ¿por quien me tomas?-preguntó Yunho, sonriendo al añadir un último detalle-De vainilla, para ser más exactos…

Adelantó a su amigo cuando se volvió y le miró con los ojos desorbitados, estaba claro que esa noche más de uno se estaba escandalizando. Su amigo por descubrir quien era su acompañante especial, él mismo por saber que bajo esos pantalones tan finos, no llevaba nada de nada…




-Jung, por fin apareces-saludó Kim Hyun joong.

Yunho resopló antes de estrecharle la mano y fue directo al grano. Quería deshacerse de él cuanto antes y volver con Jaejoong, a saber que maldades le estaba diciendo Melissa. Como ya la conocía a la perfección, fijo que le había soltado una de sus indiscretas preguntas. Pero confiaba en Jaejoong, no le iba a soltar de buenas a primeras que se había acostado con muchos más hombres que ella….esperaba…ç

Tras asegurarle mil veces que su inversión era segura, Yunho pudo alejarse de Hyun joong  y volver corriendo al lado de Jaejoong. Se lo encontró solo, con una copa de champán en una mano y un canapé en la otra.

-¿Y Melissa?-preguntó solo por educación.

-Está en el baño retocándose-contestó Jaejoong con una amplia sonrisa-Prueba esta cosa, está de vicio.

Antes de darle tiempo a reaccionar, ya le había llevado el canapé a los labios. No le quedó más remedio que recibirlo en su boca, mordisqueando las puntas de los dedos de Jaejoong.

-¿Está rico?-preguntó Jaejoong alzando una ceja.

Asintió mientras masticaba. Desde luego, Jaejoong sabía como entretener una larga y aburrida velada…


La cena se pasó rápida y cuando llegaron al postre se levantaron de la mesa que les habían asignados. Yoochun y Melissa estaban sentados con ellos, pero Melissa le susurró algo al oído a Yoochun y se perdieron entre la gente.

Yunho les miró con la frente arrugada, les acababan de dejar plantados así sin más…pero le daba igual. Pasó el resto de a velada hablando con Jaejoong, respondiendo a sus miles de preguntas y presentándole desde la distancia a cada personaje famoso que cruzaba delante de sus ojos.

-¿El jugador de rugby?-repitió Jaejoong suspirando-La de noches que me he dormido soñando con tirármelo…

Resopló mirándole, no era precisamente el tipo de comentario que quería escuchar salir de sus labios. Iba a decirle algo cuando le llamaron. Se volvió de inmediato, era un matrimonio amigo de sus padres y no le quedaba más remedio que saludarlos.

-Jaejoong, ¿me disculpas? Serán unos minutos-le pidió volviéndose.

-Mientras voy al baño-dijo el pelinegro asintiendo.

-Al fondo a la derecha-le explicó Yunho.

Jaejoong asintió y se abrió camino entre la gente, llevándose con disimulo las manos a la espalda y tocándose la parte alta de las nalgas. Sabía que Yunho le estaría mirando y solo le quería recordar que no llevaba nada debajo.

Entró en un lujoso baño y silbó por lo alto al ver que no había nadie. Desde luego, la gente rica no sabía en que gastar su dinero. Los grifos del lavabo eran de oro y los toalleros. Había toallas de lino colgadas con las iniciales del restaurante bordadas también con oro, o eso era lo que le parecía.

Entró en una de las cabinas y tras aliviar su vejiga se lavó con calma las manos. Se las estaba secando cuando se abrió la puerta y entró un hombre. Se le quedó mirando a través del espejo, tendría unos 35 años y era muy atractivo. Sonrió cuando se le puso al lado y se lavó como él las manos.

-Bonita fiesta, ¿verdad?-le escuchó preguntar.

-Si-contestó sonriendo.

-¿Te has divertido? Yo no, para mí solo era una cena de trabajo-siguió diciendo sin darle oportunidad de contestar-Por cierto, me llamo Hyun joong.

-Jaejoong-respondió mientras se secaba las manos.

-La fiesta ya ha terminado pero yo aún tengo ganas de más…. ¿te vienes?-preguntó Joong alzando una ceja.

-Gracias pero no, estoy con…alguien-contestó Jaejoong negándose.

-Ya pero…por lo que he oído, para ti no sería ningún problema…

Con cada frase que decía, Hyun joong daba un paso haciendo que Jaejoong retrocediera, hasta que su espalda chocó contra la pared y le hizo maldecir por lo bajo.

-No sé de que me hablas-dijo Jaejoong con firmeza.

-Lo sabes perfectamente-susurró Joong.

Levantó las manos y las puso en la pared a ambos lados de su cabeza. Se acercó más dispuesto a apoderarse de sus labios, pero Jaejoong vio sus intenciones y se escabulló por debajo. Pero no fue lo suficientemente rápido, Hyun joong logró cogerle por la cintura y meterle mano con descaro, girándole para tenerle de frente.

-Me has puesto cachondo nada más verte….y saber que no llevas nada debajo…Jaejoong, como eres….-susurró Hyun joong riendo.

Tiró hacia él mientras cogía sus nalgas con ambas manos y sobaba, le hizo apoyar su miembro contra el suyo que palpitaba duro dentro de sus pantalones, y se inclinó dispuesto a darle un profundo beso…

Pero la puerta se abrió de nuevo y agradeciendo esa distracción, Jaejoong levantó una rodilla y la estampó contra la ingle de Joong, que se dobló en dos de dolor y tuvo que soltarle.

Huyó del baño llevándose por delante al chico que trataba de entrar. Se perdió entre la gente y no pudo respirar de nuevo hasta que Yunho le llevo de vuelta al piso en su coche.

-¿Te has divertido?-preguntó Yunho por el camino.

Asintió en silencio, sentía que si separaba los labios se le iba a escapar un sollozo descontrolado.

-Pues yo estoy muerto, ha sido un día largo y lleno de emociones-comentó Yunho con un bostezo-No hay nada que más deseé que dormir esta noche a tu lado…

Asintió de nuevo, esa noche no estaba para nada más. Le habían estado a punto de forzar, echaba mucho de menos la protección de Changmin en esos momentos, y se preguntaba si no volvería a ver a ese tal Hyun joong, o si Yunho le conocía de algo y le hacía algún comentario….

Capitulo 4


Capitulo 4



Salió del edificio y metiéndose las manos en los bolsillos empezó a caminar calle abajo. Sabia que Eric no le quitaba los ojos de encima, desde que salió por la puerta del ascensor le había echo un repaso de arriba abajo ya que no tuvo ocasión de hacerlo la primera vez que le vio al estar Yunho delante.

No le importaba, le gustaba que se fijara en él la gente. Contoneó más las caderas para deleite de Eric y dio la vuelta a la esquina, soltando una maldición por lo alto. Yunho tenia mucha razón, en esa calle se encontraban las mejores tiendas de Seul. Estaba en el barrio más elegante que había, la noche anterior no le dio tiempo a fijarse.

Cogió aire y empezó a caminar despacio fijándose en todos los escaparates. La ropa era verdaderamente elegante y no sabía cual le iba a quedar mejor. Esa noche quería estar radiante, y se le presentaba una dura mañana de compras por delante.

Decidió empezar por la primera tienda que se encontró a su derecha. Abrió la puerta y se quito las gafas de sol esbozando una amplia sonrisa. Se dedico a mirar unas camisas de seda que había colgadas en su percha, pasando una por una sin dejar de admirarlas, imaginarse como seria llevar solo una camisa puesta y que Yunho le deseara con la mirada....arrancándosela del cuerpo sin poderse contener antes de tirarle a la cama...

-¿Le puedo ayudar?

Una voz fría le sacó de sus pensamientos. Maldijo por lo bajo y siguió con lo que estaba sin inmutarse.

-Le estoy hablando-carraspeó una mujer a su lado.

-Gracias, solo estoy mirando-murmuró sin volverse.

No le gustaba que le atosigaran, solo quería divertirse comprando sin tener a nadie espiando por si se llevaba algo. Había dejado hace tiempo ese mal hábito...pero en esa época necesaria...

-Tal vez si me dice que esta buscando, le podía asesorar-insistió la mujer.

-Aun no lo sé. Pero cuando lo vea será la segunda en saberlo-dijo Jaejoong tratando de mantener la calma.

-Tal vez no vea nada...porque aquí no hay nada de su estilo-sentenció la mujer.

Fue entonces cuando se volvió fulminándola con la mirada. Estaba muy claro lo que había querido decir con sus frías palabras.

-Oiga, que tengo pasta. No pienso llevarme nada-aclaró ofendido.

-Le repito que aquí no tenemos nada de su...estilo. Haga el favor de salir y no volver-insistió la mujer.

Estaba a punto de replicar cuando vio que le hacia una señal al guardia de seguridad. Se tragó las palabras junto con la rabia que sentía en esos momentos y dándole la espalda a la odiosa mujer salió de la tienda con las manos vacías.

Probo en la de al lado con el mismo resultado. En esa y en la siguiente le dijeron lo mismo, que no tenían nada de su estilo...

Se detuvo y se miró en un escaparate, no llevaba precisamente la ropa apropiada para ir de compras. Era su "ropa de trabajo", y con solo mirarle la gente ya adivinaba a lo que se dedicaba. Normal que le echaran de las tiendas, no querían en ellas a nadie de su calaña.

Regresó al apartamento de Yunho cabizbajo, tragándose las lagrimas que luchaban por deslizarse por sus mejillas. Entró de nuevo en el edificio ignorando las miradas de Eric y se metió en el ascensor ahogando ya un sollozo. Nunca antes se había sentido así de humillado....

Mientras el ascensor subía pensaba que excusa podría darle a Yunho si le preguntaba porque regresaba con las manos vacías, no pensaba decirle que le habían humillado. Se tragaría el dolor y le diría que olvidase lo de la semana, que se buscara una compañía mas apropiada...

Suspiró cuando se abrieron las puertas del ascensor y salió de el con paso lento. Llegó a la puerta de Yunho y llamó con suavidad. Esperó a que le abriera mientras esbozaba una sonrisa con mucho esfuerzo.

-¡Jaejoong! ¿Que pronto, no?-saludo Yunho dejándole pasar-Seguro que encontraste lo que buscabas en la primera tienda, allí tienen de todo.

"Menos algo de mi estilo"-pensó con dolor.

-Pasa y ponte cómodo mientras termino de repasar unos datos-siguió diciendo Yunho sin haberse percatado de su triste expresión-Pero oye, ¿y las bolsas? ¿Te lo tienen que arreglar y te lo traen esta tarde?

-No, Yunho....yo no...-empezó a decir en voz baja.

-Tú no, ¿qué?-le animó a seguir Yunho con una sonrisa.

Se mordió los labios antes de contestar, se le veía encantado con la idea de llevarle esa noche a cenar...

-¿Jaejoong?-le llamó en voz baja.

-Perdona. Es que yo...no he visto nada que me gustara…y me lo he pensado mejor-dijo casi sin aliento.

-¿Cómo?-preguntó Yunho sin entender.

-Mira Yunho, has sido muy bueno conmigo, pero no puedo pasarme toda una semana con un solo cliente. Aquí tienes el dinero que me diste para la ropa-dijo sacándolo del bolsillo-Muchas gracias por lo de anoche, pero yo no....

Dejó de hablar para coger aire, moviendo el dinero ante los ojos de Yunho al ver que no se lo cogía. Al final se cansó y mirando a su derecha vio una mesa sobre la que lo dejó resoplando.

-Tengo que irme, Changmin estará preocupado-murmuró poniendo la mano sobre el manillar de la puerta.

Pero Yunho no le dio opción a abrirla. Le cogió con suavidad del brazo y le hizo girar. No le había logrado engañar, se había fijado en que los labios le temblaban al hablar. Levantó una mano y la llevó a sus gafas de sol que aún llevaba puestas. Se las quitó con cuidado, viendo sus ojos apagados y llenos de lágrimas.

-¿Qué ha pasado?-exigió con suavidad.

-Nada, ya te he dicho…

-No me mientas por favor, no lo soporto-pidió Yunho poniéndole una mano en la barbilla para que no desviara la mirada-Vamos a sentarnos y me cuentas que te ha pasado.

Echó a andar hacia el sofá sin soltarle, casi llevándole a rastras e ignorando sus débiles protestas.

-Estabas ocupado…no te quiero molestar-murmuraba Jaejoong dejándose llevar.

-No eres ninguna molestia, y si alguien se ha portado mal contigo quiero que me lo cuentes-dijo Yunho con firmeza.

Ya se hacía más o menos una idea de lo que había pasado. Debería haberlo acompañado, la ropa que llevaba Jaejoong no era precisamente recatada para ir de compras por su barrio, no sabía como no lo había pensado cuando le mandó de compras a él solo.

Se sentó en el sofá y le obligó a sentarse a su lado. No se lo pensó dos veces y levantado un brazo lo pasó por sus hombros y le atrajo a su cuerpo, consolándole como si fuera un niño pequeño.

Le sintió enterrar la cara en su cuello, suspirar y echarle su cálido aliento…

-¿No te han atendido bien?-preguntó animándole a hablar.

-Han sido muy crueles conmigo-contestó Jaejoong rompiendo a llorar-Se pensaban que les iba a robar o algo parecido, y hace tiempo que no lo he vuelto a hacer…me han dicho que en sus tiendas no iba a encontrar nada de mi estilo…

Yunho maldijo por lo bajo. Odiaba ese tipo de gente, que juzgaba solo por el aspecto físico, sin darse cuenta de que tras esa fachada de tío duro que Jaejoong llevaba se escondía una bella persona, frágil y cariñosa.

-Y tienen razón-dijo Yunho tras unos minutos en silencio-Eres muy especial, Jaejoong, y en esas tiendas no hay nada que se compare a ti.

Alzó la cara y le miró con los ojos llenos de lágrimas. Nadie le había dicho nunca que era especial….no sin estar haciendo cierto tipo de trabajillo, entonces recibía miles de alabanzas, todas ellas falsas.

Pero Yunho no era como los demás, se lo estaba diciendo de todo corazón.

-Gracias-logró susurrar entre lágrimas.

Yunho sonrió y llevando una mano a sus mejillas se las secó con la yema de los dedos.

-Te diré lo que haremos-dijo Yunho con firmeza-Vamos a irnos de compras tú y yo.

-Pero…tu trabajo…-empezó a negarse Jaejoong.

-Estoy de vacaciones y me apetece mucho ir de compras contigo-insistió Yunho.

-Está bien-accedió Jaejoong a regañadientes-Pero vamos a otras tiendas, por favor.

-No has ido a la adecuada. Tengo un amigo que trabaja en Dior, en cuanto te vea entrar por la puerta verás como te enseña toda la tienda antes de que digas una palabra-dijo Yunho sonriendo.

Le devolvió la sonrisa de inmediato y se levantó del sofá más animado. Mientras que Yunho entraba en el dormitorio para cambiarse de ropa, entró un momento en el baño y se lavó la cara suspirando. Estaba avergonzado, ponerse a llorar delante de Yunho …

Se miró en el espejo, maldiciendo por lo bajo al ver su estado. Si tuviera su neceser con él….tenía las mejillas sonrosadas y los ojos apagados. Si tuviera su sombra oscura y rimel para las pestañas, los haría destacar más.

Se fijó que el espejo era la puerta de un armario y mordiéndose los labios lo abrió con curiosidad. Yunho guardaba en el algunos medicamentos, la mayoría analgésicos. También estaba su cepillo de diente junto con el dentífrico, una maquinilla de afeitar, y en la balda inferior lo que Jaejoong buscaba.

Sonrió y lo cogió, sabía que Yunho tendría por algún lado cacao de labios. Abrió la cajita y se puso un poco usando el dedo índice, pasándose la lengua por los labios y sonriendo al ver el resultado.

Sus labios estaban más brillantes y jugosos….

Suspiró y cerró el armario. Daba igual como los tuviera, nunca dejaba a nadie que le besara en ellos, aunque con Yunho podría hacer una única excepción…


Entró en el dormitorio y se cambió de ropa con rapidez. Se sentó en la cama y cogió el móvil para llamar a su amigo de Dior. Sabía que trataría a Jaejoong bien por ser amigo suyo, pero él quería que le tratara muy bien. Se lo merecía….

-¡Junsu!-saludó sonriendo cuando le cogieron la llamada-Muy bien, gracias. Escucha, voy a ir en media hora con un amigo que necesita renovar su vestuario. Esta noche tengo una cena benéfica y le he invitado….algo no muy formal….Muy bien, prepárame unas cuantas cosas y que Jaejoong elija….Ah, y por favor quítale el Porcio a la ropa, no quiero que se sienta abrumado….Nos vemos, gracias.

Colgó sonriendo muy satisfecho y terminó de calzarse. Cogió su cartera y la abrió, revisando que llevara todas las tarjetas. Se la guardó en el bolsillo interior de su cara cazadora de cuero y salió del dormitorio arreglándose sus lacios cabellos castaños sobre los hombros.

Vio a Jaejoong saliendo del baño y le hizo una señal.

-¿Listo?-preguntó sonriendo.

Jaejoong asintió y se colocó a su lado, esbozando una amplia sonrisa que Yunho miró embobado. Sus labios brillaban más que nunca, llamándole…

Carraspeó y le dejó salir primero. Entraron en el ascensor y decidió que irían andando. Dior no quedaba lejos y le apetecía dar un paseo al lado de Jaejoong, que la gente les mirase y murmurase.


Media hora exacta después, entraban en Dior por la puerta grande. Junsu ya les esperaba y fue en persona a recibirlos.

-Bienvenidos-saludó con una amplia sonrisa.

-Jaejoong, déjame presentarte a mi buen amigo Kim Junsu-dijo Yunho sonriendo también-El mejor vendedor que Dior puede tener.

-Hola-saludó Jaejoong con timidez.

Conocía Dior, le gustaba mucho ojear las viejas revistas que se encontraba en los contenedores, admirando los caros trajes que Dior diseñaba y soñando con vestir uno un día no muy lejano….y al parecer, ese día había llegado.

Tras las presentaciones se pusieron en marcha de inmediato. Junsu les llevó a un reservado en donde ya lo tenía todo preparado. Le cogió la cazadora a Jaejoong  y le señaló un probador en donde le esperaba una tonelada de ropa para que se la probara.

A Yunho le ofreció asiento en un cómodo sillón y mientras esperaba le sirvieron champán y algo de picar.

-Jaejoong, sal para que te vea-pidió Yunho tomando un sorbo de champán.

Al principio se probaba la ropa con miedo de romperla, sabía que era muy cara aunque ninguna de ella llevaba etiqueta de precio….que raro, ¿no? Pero luego le cogió el gusto y antes de que Yunho le recodara que estaba afuera esperándole, él mismo corría la cortina del probador y salía para que le viera como le quedaban esos pantalones que llevaba, dándose la vuelta y pregustando pícaramente si no eran imaginaciones suyas o le hacía un buen culo.


Casi una hora después salió del probador muy decidido. Se llevaría unos pantalones con un estampado azul y negro muy justos y una camiseta de manga corta negra. También escogió una americana de cuero negra y unos botines de tacón no muy elevado.

-¿Te gusta para esta noche?-le preguntó a Yunho, rezando para no haberse pasado del presupuesto que le dio.

-Me encanta-contestó Yunho asintiendo-Pero también los vaqueros que te probaste la segunda vez y esa camisa de seda negra con chorreas.

-¿Para la cena?-preguntó Jaejoong  alzando una ceja.

-No, pero podías salir así vestido de la tienda. Si no te importa, claro-añadió Yunho, no queriendo haberle ofendido.

-Lo que tú digas Yunho, pero ya serían dos trajes y quedamos en uno para esta noche….-empezó a decir Jaejoong .

-Tranquilo, que llega para los dos-se apresuró a mentir Yunho-Vístete mientras van guardando el que llevarás esta noche.

Accedió a regañadientes y entró de nuevo en el probador. Mientras tanto, Junsu se acercó con disimulo a Yunho cuando este le llamó con la mano.

-Quiero que cojas el resto de la ropa que se ha probado y me la mandes al apartamento-explicó Yunho en voz baja-Pagaré solo lo que se lleva puesto y lo que ha elegido para la cena, el resto cárgalo a mi cuenta.

-Yunho, con tus comisiones me pagarás la jubilación-bromeó Junsu asintiendo.

Hizo una señal a una de sus ayudantes y entre ella y otra más recogieron la ropa que Jaejoong desechó y la guardaron bien en cajas para que no se arrugara.

-¿Qué tal estoy?-preguntó Jaejoong saliendo del probador.

Dio una vuelta delante de los embobados ojos de Yunho y Junsu asintió muy satisfecho de su trabajo. Le caía muy bien Jaejoong, mientras elegían la ropa que se probaría pudo notar que entendía de calidades de telas y le dio una verdadera lección de estilo.

Lo que había elegido…la manera de combinarlo…si se lo propusiera, en esos momentos le daba un puesto en la tienda.

-Se te ve hermoso-comentó Yunho sin poder evitarlo.

Se sonrojó de arriba abajo. Estaba acostumbrado a piropos de otra clase, no que le llamaran hermoso. Suspiró nervioso y siguió a Yunho y a Junsu escaleras abajo. Mientras Yunho pagaba y una dependienta guardaba con cuidado su nueva ropa, metiendo en otra bolsa la que había llevado, se dedicó a pasear por la tienda.

En un mostrador vendían maquillaje y recordando que se había dejado su neceser en el piso que compartía con Changmin, sacó parte del dinero que Yunho le había dado por la noche anterior y que ya no estaba en su bota derecha, y se compró una sombra de ojos azul oscura y pintauñas a juego.

Yunho le observaba desde el mostrador, como coqueteaba con la dependienta, hablando de marcas y modelos de rizador de pestañas. En otras circunstancias se hubiera puesto muy celoso, pero en esos momentos disfrutaba viendo sonreír a Jaejoong.

-¿Qué te parece esto?-preguntó Junsu a sus espaldas.

Se giró alzando una ceja, viendo lo que Junsu llevaba en las manos. Una caja de terciopelo negra dentro de la cual había un colgante de plata en forma de pantera. Lo cogió en sus manos y asintió, imaginándose a Jaejoong llevándolo esa noche en la cama…y nada más que el colgante…

-Te lo envolveré de regalo-dijo Junsu sonriendo.

Yunho suspiró imitándole. …l Junsu  y Yoochun eran los únicos que sabían de su secreto, pero Junsu era el único en saber que sentía Jaejoong y porque. Era muy especial y falto de cariño, y él estaba deseoso de entregárselo sin pedirle nada a cambio.



Salieron de la tienda casi a la hora de comer. Jaejoong caminaba con la cabeza muy alta, llevando las bolsas con su nueva ropa y la vieja. Al final se había maquillado en la tienda, se lo suplicó la dependienta, quería enseñarle una sombra de ojos nueva y Jaejoong accedió encantado, no viendo como Yunho la compraba a su espalda.

Ya llegando al apartamento se paró delante de la tienda que le echó a la calle como un perro. Miró a través de la puerta, esa estúpida mujer se encontraba colocando unos jerseys….

-Espérame un minuto-le pidió a Yunho poniéndose muy derecho.

-Encantado-murmuró Yunho adivinando sus intenciones.

Entró en la tienda con paso decidido y fue directo a la odiosa mujer.

-Disculpe, ¿se acuerda de mí?-preguntó alto y claro.

La mujer se volvió sonriendo de inmediato, arrugando al frente mientras negaba con la cabeza.

-No lo siento, no le había visto antes. ¿Quiere que le enseñe algo?-preguntó con mucha educación.

-No, muchas gracias. En esta tienda no hay nada de mi estilo-contestó Jaejoong repitiendo sus palabras.

Vio como la sonrisa de la mujer moría en sus labios al reconocerle como el vulgar chico que echó a patadas a primera hora de la mañana.

-Trabaja a comisión, ¿verdad?-preguntó Jaejoong sin perder la calma.

-Eh…pues si, si-tartamudeó la mujer.

-Pues ha metido la pata, y hasta el fondo-dijo agitando las bolsas de Dior ante su cara.

Pasó por su lado riendo a carcajadas, salió de la tienda y cogiendo con una mano las bolsas que llevaba, se colgó orgulloso del brazo de Yunho, que asintió encantado del espectáculo que acababa de presenciar.

Regresaron al apartamento y mientras que Yunho preparaba la comida, Jaejoong sacaba de la bolsa su nueva ropa para que no se arrugara. Estaba muy nervioso, iba a ser su primera cena de gala, casi como una primera cita con el chico más guapo del planeta…

Capitulo 3


Capitulo  3

Amaneció y Yunho lo vio desde la cama. Tumbado de costado no quitaba los ojos de la desnuda espalda que yacía a su lado. Tras hacer el amor, le dio pena decirle que se fuera, sobre todo al ver como se acurrucó a su lado mientras recuperaba la respiración.

Suspiró y tras coger las sábanas los tapó a los dos y se quedaron dormidos al instante, cansados de las emociones vividas.

Le escuchó suspirar en sueños y sonrió. Llevó una mano a su pelo que caía por la almohada y lo acarició con suavidad. Nunca antes había estado con alguien como Jaejoong…

No lo entendía, él no era gay pero fue verle y empezar a pensar que era muy especial, le gustaba su compañía a pesar de lo que era. No quería pensar que había actuado así solo porque le estaba pagando, quería pensar que él también sentía algo por él.

Sacudió la cabeza resoplando. Eso no era posible, Jaejoong era un chico de la calle. No se lo imaginaba viviendo a su lado, en un piso lujoso y llevando trajes caros. No… ¿verdad?

Salió de sus pensamientos cuando le escuchó de nuevo suspirar. Retiró la mano que aún tenía sobre su pelo y le vio darse la vuelta sonriendo. Entonces fijó los ojos en sus labios. Recordaba no haberlos probado y se moría de ganas de hacerlo. Solo un beso, uno pequeño…

Resopló y decidió levantarse. Si seguía observándole de esa manera no tardaría en despertarle y volver a hacerle el amor. Salió de la cama con cuidado de no despertarle, dejándole mejor tapado con la sábana para que no se enfriara.

Salió desnudo del dormitorio y suspiró al ver su ropa tirada por el suelo del salón. La recogió y dejó sobre el sofá. Las botas de Jaejoong estaban en un rincón y allí las dejó. Entró en el baño y se dio una ducha rápida.

Se secó y ajustó una toalla a su cintura. Regresó al dormitorio comprobando que Jaejoong aún dormía. Se puso una muda limpia y un pantalón de chándal gris con una camiseta blanca.

Escuchó un suspiro a su espalda y se volvió sonriendo. Jaejoong se estaba despertando y le vio pestañear gruñendo porque la luz le hacía daño a los ojos. Vio como los abría poco a poco y enfocaba en él la mirada.

Tenía los ojos castaños, como él. El maquillaje lo tenía algo corrido en unas partes, pero quitando eso tenía una belleza innata, más a primera hora de la mañana…

-¿Qué estás mirando?

Pegó un bote en la cama se había perdido en sus pensamientos y le había pillado mirándole con una tonta expresión en la cara. Carraspeó y vio como en sus labios aparecía una amplia y dulce sonrisa.

-Buenos días-saludó él también sonriendo.

-Si…muy buenos…-contestó Jaejoong bostezando.

Le vio estirarse arqueando la espalda, haciendo que la sábana se le resbalara y dejara al descubierto su estrella tatuada. No podía apartar los ojos de ella, pensando en lo que había más abajo…

-¿Quieres desayunar conmigo?-preguntó de repente.
Jaejoong dejó de estirarse y le miró alzando una ceja. Por norma general nunca se quedaba a dormir con sus clientes, pero Yunho era distinto a los demás. Le había caído muy bien y se sentía a salvo a su lado, no era como los otros que nada más hacer su trabajo estaba deseando poner tierra de por medio por si acaso. Más de uno había intentado repetirlo por el mismo precio…

-Bueno, si tienes prisa…-empezó a decir Yunho al ver que no contestaba.

-No, me encantaría desayunar contigo-se apresuró a responder Jaejoong .

Yunho sonrió ante su respuesta, pensando que más podía ocurrírsele para que se quedase tras el desayuno.

-¿Puedo…?-empezó a preguntar Jaejoong con una tímida sonrisa.

Yunho le animó a seguir sonriendo él también.

-¿Puedo darme yo también una ducha?-terminó Jaejoong mordiéndose los labios.

-Claro, mientras lo voy preparando todo-contestó Yunho-O darte mejor un baño de espuma, no tenemos prisa.

Jaejoong asintió de inmediato, eso era lo que llevaba pensando desde que la noche anterior descubriera la gran bañera que había en el baño. Se dio la vuelta en la cama mientras trataba de localizar sus boxers, no iba andar por el dormitorio de Yunho si llevar nada… pero no le quedó más remedio al ver que sus boxers estaban en medio de la habitación tirados en el suelo.

Se levantó con rapidez y se inclinó a recogerlos, escuchando el ahogado gemido que a Yunho se le escapó. Se los puso rápidamente y se volvió no pudiendo evitar sonrojarse.

-Puedes coger lo que quieras-explicó Yunho carraspeando-Tienes un albornoz limpio colgado tras la puerta del baño y hay toallas sobre la repisa.

-Gracias-murmuró Jaejoong asintiendo con la cabeza.

Salió del dormitorio con paso lento y una vez fuera corrió al baño. Cerró la puerta tras él y tras tapar la bañera abrió el grifo del agua caliente y la dejó caer. Reguló el agua y enseguida se puso a ver las distintas sales de baño que tenía Yunho. Eligió una con olor a frambuesa y echó una buena cantidad en el agua tarareando por lo bajo.

Se recogió el pelo en una cola alta mientras se miraba en el espejo y suspiraba. Parecía un mapache, con la sombra de ojos corrida. A saber que había pensado Yunho al verle en tan lamentable estado…

Una vez llena la bañera cortó el agua y se desnudó de nuevo. Se metió dentro gimiendo por lo bajo, sintiendo como su cuerpo se relajaba al contacto con el agua. Se recostó en la bañera y cerrando los ojos se dispuso a relajarse…



Esperó a que saliera del dormitorio, solo fue verle levantarse de la cama y caminar desnudo como si nada….y su cuerpo reaccionó de manera involuntaria. Bajó la mirada y se miró la semi erección que llevaba, riñéndose a sí mismo.

Respiró hondo un par de veces hasta que se relajó, maldiciendo cuando el teléfono de su mesilla empezó a sonar como un loco. Estaba de vacaciones, eran las 9 de la mañana… ¿quién se atrevía a molestarle?

Se sentó en la cama y lo cogió gruñendo.

-¿Si?-contestó de mala gana.

-Yunho, siento despertarte-se disculpó yoochun.

Gruñó de nuevo, esperaba que no le llamara solo para contarle lo buena que era su ex novia en la cama…

-No, ya estaba despierto-contestó recostándose en las almohadas.

-Necesito que vengas a una reunión…pequeña-explicó Yoochun con rapidez.

Estaba a punto de negarse, era su primer día de vacaciones y ya se las estaban jodiendo. Pero siendo el hijo del jefe tenía que dar buen ejemplo…

-¿De quién se trata?-preguntó suspirando.

-Kim Hyun joong-murmuró Yoochun.

¡ Joong! Como odiaba a ese tío. No era un cliente fácil, siempre con sus caprichos. Tenían que lamerle el culo para que al final se desembolsase un par de miles de euros nada más. No entendía porque trabajaba con él su padre…tal vez porque era hijo de unos amigos y no les quería hacer ningún feo.

-¿Qué quiere esta vez?-preguntó tratando de no sonar enojado.

-Solo repasar unos documentos, esta noche durante la cena que da el Berlín Post-contestó Yoochun.

Yunho resopló. No sabía que pintaban ellos en una cena dada por el periódico local.

-Es benéfica-se apresuró a aclarar Yoochun.

Entonces no le quedaba más remedio que asistir. Su padre siempre andaba metido en causas benéficas y siempre le implicaba para que se concienciara.

-Dime hora y lugar-pidió suspirando.

-A las 8 en Chantelle´s. Ah, y tienes que llevar pareja-explicó Yoochun-Yo…yo iré con Melissa, si no te importa.

¡Claro que le importaba! Ella era su “coartada”, el tiempo que estuvieron juntos la llevó a todas las cenas o comidas que se le presentaban, no podía ir solo ni con uno de los chicos que se ligaba.

Entonces se le ocurrió una idea. Podía llevar a Jaejoong, presentarle como un amigo… claro, que cualquiera que le viera caería rendido ante su belleza y pensaría que de amigos nada. Bueno, a esas alturas ya no le importaba mucho lo que la gente dijera. Estaba cansado de aparentar algo que no era, si le gustaban los chicos también podía acudir a una cena acompañado de uno.

-Vale, llevaré a un amigo-dijo tras varios minutos de silencio.

-¿Un amigo? ¿Dónde le has conocido?-preguntó Yoochun, sabiendo por donde iban los tiros.

-Nos vemos a las 8-se despidió Yunho colgando el teléfono.

No quería contarle la manera en la que había conocido a Jaejoong…

Se levantó de la cama y tras calzarse unas deportivas fue directo a la cocina. Preparó unas tostadas y mientras se hacía el café, decidió ver si su nuevo amigo le podía hacer un pequeño favor… aunque tras lo de la noche anterior, estaba seguro de que no se iba a negar.

Se acercó al baño y antes de llamar acercó el oído a la puerta y se puso a escuchar. Estaba cantando mientras se bañaba, y lo hacía realmente bien…

Carraspeó y llamó con suavidad a la puerta.

-¿Jaejoong? ¿Puedo pasar?-preguntó con educación.

-Adelante-escuchó la cantarina voz de Jaejoong.

Cogió aire profundamente y abrió la puerta. Jaejoong estaba en medio de la bañera, cogiendo espuma en las manos y soplando para hacerla volar por el baño, riendo con pequeñas carcajadas.
Sonrió sin poder evitarlo, su risa era muy contagiosa. Se acercó a la bañera y se sentó en el borde con toda naturalidad. Se le quedó mirando, pensando en la manera de sacar el tema.

-¿Tienes algo que hacer esta noche?-preguntó yendo directo al grano.

Se recostó mejor en la bañera antes de contestar. Era la primera vez que un cliente quería repetir dos noches seguidas, y le gustaba que fuera Yunho quien se lo pidiera. Aún recordaba esa manera en la que le hizo el amor, haciéndole sentir muy especial…

Asintió sonriendo. Pasar otra noche más en ese piso con todas sus comodidades, con esa gran bañera con la que tanto se estaba relajando con el baño que se estaba dando...

-Me han invitado a una cena-explicó Yunho-Es de gala y exigen llevar pareja….bueno, acompañante.

Sonrió al escucharle rectificar, a él pareja le sonaba muy bien…

-¿Dónde será?-preguntó con curiosidad.

-En Chantelle´s, está en la zona norte-contestó Yunho.

-Le conozco, solo por el nombre-dijo Jaejoong-Es un sitio muy caro, y no sé si mi ropa será adecuada para un lugar así.

-No te preocupes, puedes ir de compras. Yo pago, por supuesto-se apresuró a añadir Yunho-Además, te debo lo de anoche también.

Asintió de nuevo mientras seguía jugando con la espuma. Vio que Yunho ya no tenía nada más que decirle y se levantó para dejarle terminar de bañarse.

-Date prisa o se te enfría el desayuno-dijo Yunho antes de cerrar la puerta.

Suspiró y regresó a la cocina. El olor del café recién hecho flotaba en el aire y sentía protestar a su estómago. Sirvió dos tazas que puso en la mesa de la cocina al lado del plato de tostadas. Sacó un bote de mermelada y la mantequilla. Y mientras esperaba que Jaejoong  se le reuniera fue untando sus tostadas.

Al poco le escuchó salir del baño. Dirigió la mirada a la puerta y le vio entrar llevando solo un albornoz. Le señaló la silla que había a su lado y le vio sentarse pasándose la lengua por los labios.

-He hecho café y tostadas-explicó sin necesidad-Pero si quieres otra cosa…

-¿Tienes cereales?-preguntó Jaejoong.

Yunho sonrió y levantándose abrió un armario de donde sacó una caja abierta de Kellogs. La dejó en la mesa al tiempo que cogía también un bol y la jarra de leche.

-Pensé que no tendrías-comentó Jaejoong cogiendo los cereales.

-Eran los favoritos de Minho-explicó Yunho como si nada.

-¿ Minho ?-repitió Jaejoong alzando una ceja-¿Era…tu novio?

-No, no…-se apresuró a contestar Yunho-Era el hijo de unos vecinos. Trabajaban en casa y aún así apenas tenían tiempo para él. Solía venir a visitarme y nos pasábamos la tarde jugando  play y comiendo cereales.

-Se te dan bien los niño-comentó Jaejoong sonriendo.

-Tenía 12 años, pero sus padres se mudaron a otra ciudad el año pasado. Aún así, no faltan cereales en casa. Me acuerdo mucho de él cada vez que los como…

Dejó de hablar cuando sonó el teléfono de nuevo. No se lo podía creer, ¿es que a la gente se le había olvidado que estaba de vacaciones? Se levantó a coger el que tenía en al cocina mientras que Jaejoong se llenaba el bol de leche hasta arriba y echaba en el los cereales.

-Hallo-saludó resoplando.

-¿Te he despertado, cariño?-escuchó la suave voz de su madre.

-No, tranquila-contestó esbozando una sonrisa.

-Sé que estás de vacaciones, pero me he enterado de la cena benéfica que habrá en Chantelle´s y como tu padre y yo tenemos otra que no podemos anular…

-Tranquila, ya me avisó Yoochun y he prometido ir-explicó por encima.

-¿Irá Melissa?-preguntó Won Sook Jung.

-Si-contestó con rapidez-Melissa asistirá.

En parte era verdad. Iba a acudir, pero con Yoochun…

-Me cae muy bien esa chica, no sé por que os habéis distanciado-comentó Sook suspirando.

-Diferencia de opiniones-murmuró Yunho.

-Bueno, te tengo que dejar cariño. Me paso uno de estos días y me cuentas que tal la cena-se despidió Sook.

-Dale recuerdos a papá-dijo Yunho colgando.

Miró a Jaejoong y sonrió suspirando.

-Tu madre no sabe que eres gay, ¿verdad?-preguntó Jaejoong sin poderse contener.

-No soy gay-contestó Yunho con rapidez.

-Oh…pensé que tras lo de ayer….

-Es una larga historia-cortó Yunho alzando una mano.

Terminaron de desayunar en un incómodo silencio. No le gustaba que la gente le preguntara por su orientación sexual, no se había terminado de aclarar. Aunque tras haber estado con Jaejoong, lo tenía un poco más claro.

-Bueno, será mejor que vaya a ver si encuentro algo para esta noche-dijo Jaejoong una vez desayunado.

Yunho asintió y se levantó para ir a por su cartera. La tenía en el bolsillo de la cazadora que había llevado la noche anterior y estaba en esos momentos sobre el sofá con el resto de sus ropas.

Mientras la abría y sacaba el dinero, Jaejoong aprovechó para entrar en el dormitorio y vestirse. Salió descalzo de el y cogió sus botas que seguían en un rincón del salón.

-Si vas calle abajo, verás unas cuantas tiendas que te podrán dar una idea-explicó Yunho-Te acompañaría, pero durante la cena tengo que tratar un asunto de negocios y tengo que ponerme al día.

-No te preocupes, esto puede llevarme toda la mañana y te aburrirías-se apresuró a decir el pelinegro.

“¿Aburrirme viendo como te cambias de ropa una y otra vez?”-pensó Yunho sonriendo.

Sacudió la cabeza y le entregó 500€ para la ropa. Luego esperó a que le dijera cuanto era por los servicios prestados…

-Ah…200€-murmuró Jaejoong algo cortado.

Le acaba de dar una buena cantidad y pensaba que luego se podría quedar con la ropa. Se sentía mal exigiéndole más…

-De acuerdo-asintió el castaño entregándole el dinero.

Jaejoong lo cogió en sus manos, pero vio que Yunho no lo soltaba. Se le quedó mirando extrañado…

-¿Cuánto pides por toda una semana?-preguntó Yunho sin poderse contener.

-¿Cómo?-casi gritó Jaejoong.

-Estaba pensando…si no tienes nada que hacer, me pueden surgir más cenas de improvisto o alguna comida y…me gustaría ir contigo. Casi todas son motivos de trabajo y así estaría algo distraído-se explicó Yunho.

-¿Toda la semana?-repitió Jaejoong alzando una ceja.

-Noches incluidas-aclaró Yunho imitándole.

-2000 €-murmuró Jaejoong sin pensar.

-Hecho-dijo Yunho sonriendo-Cuando termines de comprar regresa para que lo vea y te explique como irá la cena de esta noche.

Asintió y cogiendo el dinero que Yunho soltó al fin se lo guardó en su bota derecha, apartando el que le dio para la ropa. Ese se lo metió en el bolsillo de la cazadora que se puso camino de la puerta.

La abrió y antes de salir por ella se giró y se despidió levantando una mano con torpeza. Yunho le miraba con una amplia sonrisa en los labios, que se la devolvió de inmediato.

Entró en el ascensor y una vez en él suspiró apoyándose en la pared. No se lo podía creer…le iban a pagar toda una fortuna por pasar una sola semana viviendo entre lujos. Cuando se lo contara a Changmin, se iba a morir de envidia.

Le tenía que hacer un buen regalo, fue él quien le animó a que fuera tras Yunho. Si no le hubiera hecho caso, en esos momentos estaría metido en su incómodo sofá cama pensando en lo dura que era la vida con él…

Echado de casa con apenas 16 años, obligado a buscarse la vida como bien podía, sin llegar a pensar en encontrar a una buena persona que se apiadara de él y le sacara de esa vida que le había tocado llevar.

¿Yunho lo haría?


No lo creía, para él solo era una diversión para su semana de vacaciones. Tras ella regresaría a su trabajo y él al suyo, olvidando que hubo una vez en la que vivió un cuento de hadas…