Capítulo 9
Jaejoong no podía dejar de temblar. Sentía frío todo el
camino hasta los huesos, y no creía que tuviera nada que ver con correr desnudo
por el bosque con Yunho. No era capaz de conseguir sacar de sus ojos la imagen
de la luz de los ojos de Mick apagándose cuando lo apuñaló.
Nunca había matado a nadie. Oró por no tener que volver a
hacerlo nunca. Fue horrible. Mick había parecido tan sorprendido, como si no
hubiera esperado que él luchara. Jaejoong no entendía cómo no podía esperarlo.
No iba a permitir que nadie lastimara a Yunho.
Tampoco es que quisiera que Mick le hiciera daño, y se había
preparado para luchar contra el hombre lo más fuerte que pudiera conseguir,
pero no perdió la razón hasta que Mick empezó a decir lo que iba a hacerle a Yunho.
Jaejoong estaba bastante seguro de que fue la declaración de
Mick sobre lastimar a Yunho lo que lo lanzó sobre el borde. Antes de eso,
simplemente había estado preparado para luchar contra él golpeándolo y
pateándolo todo lo que pudiera, pero entonces, Mick amenazó a Yunho.
Jaejoong no recordaba exactamente cuando había agarrado el
cuchillo y apuñalado a Mick. Ni siquiera estaba seguro de dónde lo encontró.
Sólo recordaba la sorpresa en la cara del hombre mientras caía al suelo
lentamente. Su mente estaba confusa mientras se alejaba de Mick y volvía a
encontrar a Yunho.
Todavía se sentía un poco confuso, como si todo lo que había
pasado fuera un sueño o una pesadilla. La única cosa que parecía ser real y
sólida para él, era Yunho. Apretó su mano. Sabía que si se aferraba a él, todo
iba a estar bien. Eso era lo único que sabía.
Todo lo demás era caótico.
Yunho se detuvo de repente. Jaejoong casi tropezó con él
antes de que pudiera detenerse. Miró a Yunho con confusión hasta que el hombre
señaló a varios metros de distancia. —Voy a ir allí para agarrar algo de ropa.
Espera aquí.
Jaejoong asintió y miró a Yunho pasar furtivamente a través
del camino hacia el patio trasero de alguien. Se rio entre dientes y
rápidamente dio una palmada con la mano en su boca cuando Yunho colocó una
pequeña mini falda sobre sus caderas desnudas y negó con la cabeza. Yunho la
echó hacia atrás sobre la línea de ropa y agarró otra cosa.
Unos minutos más tarde, Yunho regresó a través del patio y
le dio a Jaejoong un par de pantalones de
pijama. Eran color rosa fuerte con pequeños cachorros negros de dibujos
animados en toda la tela. Jaejoong los adoró, incluso si lo hacían tropezar.
—Estos coinciden con mis orejas —dijo Jaejoong mientras
levantaba las manos para comprobar que las peludas orejas negras en su cabeza
estuvieran perfectamente colocadas. Su rostro se ensombreció cuando se acordó
de repente que las había perdido en algún momento de la noche—. Oh, bueno,
supongo que sí, pero...
—Jaejoong, te dije que te daría orejas nuevas y piruletas
tan pronto como llegáramos a casa, ¿recuerdas? —Yunho preguntó—. Ellas se verán
muy bien con el fondo de ese pijama.
—Sí —Jaejoong miró a Yunho, esperando no verse tan
desesperado como se sentía—, lo dijiste.
—Lo haré, cariño. —Yunho se inclinó y le dio un suave beso
en los labios—. Te prometo que en el momento en que lleguemos a casa.
Jaejoong se mordió el labio. —¿No te molesta? Quiero decir,
sé que es un poco raro y un montón de gente piensa…
—Jaejoong —dijo Yunho mientras apretaba un dedo sobre sus
labios—, adoro todo de ti, incluso las orejas. Si estás más cómodo usándolas,
entonces úsalas. No me molesta en lo más mínimo.
—¿No?
Jaejoong era un poco reacio acerca de creerle. Con la
excepción de sus amigos, quienes entendían que estaba más loco que una chinche,
nadie comprendía realmente con cuánta más comodidad enfrentaba Jaejoong el
mundo al llevar sus orejas.
La mano de Yunho se curvó alrededor de un lado de la cara de
Jaejoong. —Te lo juro, Jaejoong. No me molesta en absoluto. Y si alguien te da
algún problema al respecto, dímelo y aclararé las cosas.
Jaejoong enterró su cara en el pecho de Yunho. Se sentía
mucho más seguro al estar tan cerca del hombre más grande. Después de todo lo
aprendido durante los últimos dos días, sabía que el mundo no era tan blanco o
negro como pensaba originalmente.
Yunho era como una roca en medio de la tormenta en torno a
él, destruyendo las gafas de color de rosa que había estado usando durante toda
su vida. No quería vivir en esta dura realidad, pero tampoco quería vivir en un
mundo sin Yunho.
—Jaejoong, ¿me das el cuchillo?
Jaejooong se echó hacia atrás, recordando de pronto que aún
tenía sujeto el cuchillo. Extendió la mano, pero sus dedos no se desenroscaban
de alrededor del mango. Ellos no se movieron. Jaejoong gimió.
—Sshhh, está bien, Jaejoong —dijo Yunho—, no tienes que
renunciar al cuchillo si no quieres.
—No puedo. No puedo dejarlo ir —susurró mientras miraba
hacia abajo a su mano. Su garganta le dolía con desesperación—. Mis dedos no se
mueven.
—¿Quieres que te ayude, o deseas mantener el cuchillo?
Jaejoong se mordió el labio hasta que palpitó. El cuchillo
en su mano estaba cubierto de sangre, al igual que su cuerpo. Cada vez que lo
miraba, recordaba las amenazas de Mick contra Yunho y revivía la mirada de asombro
en los ojos del hombre que murió.
Jaejoong rápidamente negó con la cabeza. —No lo quiero.
—Está bien. —Yunho agarró lentamente el cuchillo por el
mango con una mano y los dedos de Jaejoong con la otra—. Entonces voy a tomarlo
y lo sujetaré por ti. ¿Qué te parece?
Jaejoong se dio cuenta que Yunho estaba hablando con él como
si estuviera trastornado, y se preguntó si no estaría más que un poco loco. —No
tenía intención de matarlo, Yunho.
—Lo sé, cariño. Sólo trataste de protegernos. Nadie te
culpa.
—Yo sólo…
Jaejoong escuchó un ruido repentino detrás de él. Se tensó,
su corazón latía salvajemente en su pecho, luego se dio la vuelta con un
gruñido profundo. Su agarre se tensó sobre el mango del cuchillo. No le
importaba la cantidad de sangre que había en él. Lo usaría una y otra vez si
eso significaba proteger a Yunho de cualquier daño.
Dos hombres que él nunca había visto antes estaban allí, con
los ojos en el cuchillo ensangrentado en la mano de Jaejooong. Parecía que
querían saltar sobre él, pero tenían miedo de lo que pudiera hacer. Jaejoong
retrocedió, poniéndose entre los dos extraños y Yunho.
—¡Es mío! —Jaejoong agitó el cuchillo de un lado a otro
frente a él, dando a los hombres una advertencia silenciosa de que no tenía
miedo de usar el arma—. ¡Aléjense!
—Jaejoong. —La voz de Yunho era muy tranquila y relajante—.
Está bien, cariño, conozco a estos hombres. Ellos no están aquí para hacernos
daño, sino para ayudarnos.
Jaejoong bajó lentamente el cuchillo lo suficiente para
esperar no tener un aspecto muy amenazador, sólo un poco. No quería que
pensaran que no hablaba en serio. Al primer movimiento que hicieran mal, los
desgarraría.
—Jaejoong, ellos son Cael y Garen, guardianes de mi clan.
Jaejoong asintió como si entendiera, pero no lo hacía. No
tenía ni idea de lo que era un guardián. Pero confiaba en Yunho. Si el hombre
decía que Cael y Garen trabajaban para él, tenía que aceptarlo. Aun así se
tensó cuando Yunho llegó junto a ellos.
—Dame tu camisa, Cael.
Sin decir una palabra o una protesta, uno de los hombres se
sacó la camisa negra y se la entregó. Logan comenzó a colocarla alrededor de
los hombros de Jaejoong y frunció el ceño. Jaejoong apretó los labios para
evitar sonreír mientras Yunho se frotó la camisa por todo su pecho y luego la
envolvió alrededor de él.
—¿Tu olor? —Jaejoong preguntó.
El rostro de Yunho se sonrojó mientras asentía. —No tienes
que oler a nadie más que a mí.
Jaejooong miró su cuerpo. Hacía bastante tiempo que la sangre
que lo cubría se había secado y comenzaba a picar. —Entonces, definitivamente,
creo que un baño estaría muy bien. —Miró a Yunho—. Apesto a muerte.
Sorprendentemente, Yunho se rio y tiró de él para acercarlo.
—Hueles a victoria y vida. Hueles perfecto.
—Bien, huelo perfecto. —Jaejoong rodó los ojos—. Aun así
prefiero un baño.
—Pide y recibirás, mi pequeño cachorro sexy.
Jaejoong acercó el cuchillo a su pecho mientras Yunho pasaba
un brazo alrededor de sus hombros y luego hizo que giraran para hacer frente a
los dos guardianes. Estaba un poco nervioso por la curiosidad que podía ver en
sus rostros mientras lo miraban. Ojalá pudiera gruñir y silbar como Yunho.
—Este es Jaejoong —comenzó Yunho—. Él es mío, y quiere un
baño.
—Me ocuparé de ello personalmente, Beta —dijo uno de
ellos. El hombre se inclinó ligeramente en dirección de Jaejoong.
—¿Beta? —Jaejoong susurró, acercándose a Yunho.
—Es un título, Jaejoong, como Alfa de un clan. ¿Recuerdas
que te hablé de eso antes? Ser Beta significa que después de nuestro Alfa soy
el líder de mi clan. Soy su mano derecha, como el vicepresidente.
—¿Alfa?
—Un hombre llamado Asher Stone.
—¿También estás relacionado con él?
—Soy de su clan. Eso nos hace estar relacionados. —Yunho
sonrió—. Asher y su compañero están ausentes en este momento, pero los
conocerás cuando vuelvan. Te gustará el compañero del Alfa, Darren. Es humano
como tú. Asher es un poco aterrador.
Jaejoong parpadeó. —¿De verdad? —No podía pensar en alguien
a quien Yunho le tuviera miedo. El hombre era tan malditamente intimidante que
no podía entender por qué no temblaba todo el mundo en sus botas cuando él
pasaba por allí.
Yunho sonrió. —Sí.
—Está bien, ahora entiendo la política del clan. —Jaejoong
hizo un gesto a los dos guardianes—. ¿Qué es lo que hacen ellos?
—Mantenerte a salvo.
—¿A mí?
Yunho asintió. —La única responsabilidad de Cael y Garen en
el clan es mantener tu seguridad y la mía. Ellos son guardianes. Protegen el
círculo interno, que nos incluye a ti, a mí, al Alfa y al compañero del Alfa.
Por lo tanto, nunca irás a ninguna parte sin ellos o sin mí.
—¿Dos niñeras? —Jaejoong se burló.
—Protectores, Jaejoong, nada más.
—Bueno... —Jaejoong cruzó los brazos sobre el pecho y se
volvió para mirar a los dos hombres—. Si se supone que ellos nos protegen,
entonces ¿cómo diablos hizo Mick para poner sus manos sobre nosotros?
Cael y Garen se removieron bajo la mirada feroz de Jaejoong.
Sus ojos estaban abatidos, sus hombros caídos, como si estuvieran consiguiendo
una reprimenda. Jaejoong quería gruñirles. Si se suponía que debían estar
protegiendo a Yunho, habían fracasado miserablemente.
—Uh, ¿Jaejoong?
—¿Qué? —Jaejoong rompió cuando se dio la vuelta para mirar a
Yunho.
—Ellos estaban buscándote.
—Oh. —Jaejoong sintió que su rostro se sonrojaba. Supuso que
si lo estaban buscando a él, Cael y Garen tenían una buena excusa. Sin
embargo... Jaejoong se volvió para mirar a los dos hombres antes de volverse
hacia Yunho de nuevo—. Ya que estamos acoplados, ¿tengo algo que decir sobre
las cosas?
—Por supuesto, Jaejoong. Tú eres mi compañero. Eso te da
casi tanto poder como el mío, casi. Todavía, yo te invalido, al igual que
Asher, como Alfa, y su compañero, nos anulan a los dos.
—Bien. —Jaejoong se volvió hacia los dos guardianes y les
enseñó su cuchillo—. En el futuro, si no protegéis a Yunho, voy a mataros como
maté a Mick Red, y no creáis que no puedo hacerlo. —Jaejoong agitó el cuchillo
ensangrentado ante sus caras—. La sangre que hay en este cuchillo no es mía,
pero si Yunho vuelve a estar en peligro, será vuestra.
—¡Jaejoong!
Una vez que dijo las palabras Jaejoong se negó a apartar los
ojos de Cael o Garen, ni siquiera cuando Yunho lo agarró por el hombro. Hizo un
gesto con la mano libre hacia ellos. —Tienen que entender el peligro en el que
estuviste. Si se supone que tienen que protegernos, entonces ¡maldita sea!,
mejor que lo hagan bien.
—Jae,
mírame.
Jaejoong
resopló fuerte. Bajó el cuchillo y se volvió para mirar a Yunho. —¿Qué?
—Su primera prioridad siempre serás tú.
—Yunho, eso es…
—Jaejoong, lo digo en serio. Eres más valioso para mí que
cualquier cosa, incluso mi propia vida. Sin ti, no soy nada. Si algo llegara a
sucederte, creo que me tiraría del acantilado más cercano. Mantener tu
seguridad es mi prioridad número uno. —Yunho señaló a Cael y Garen—. Es su
prioridad número uno.
—Yunho.
Una ceja de Yunho se arqueó. —Sin discusiones, Jaejoong. En
esto, no daré el brazo a torcer.
Jaejoong rodó los ojos. Sabía que no iba a hacer cambiar de
idea a Yunho a corto plazo. Sólo tenía que asegurarse de mantenerlo a salvo de
ahora en adelante. —Está bien, pero después de mí eres tú, ¿trato?
—Trato. —Yunho sonrió y miró más allá de Jaejoong una vez
más—. ¿Está lo suficientemente claro para los dos? Mi compañero ha hablado.
—Sí, Beta —ambos hombres respondieron—. Sí, compañero-Beta.
Jaejoong frunció el ceño. —¿Qué es un compañero-Beta?
—Es un término formal, Jaejoong. Solo es aceptable dirigirse
a nosotros por nuestros nombres de nacimiento para algunos miembros del clan.
Si cualquier otra persona nos llama por nuestros nombres, sería un insulto y
debería ser tratado inmediatamente. Así que, si alguien fuera del clan te llama
algo diferente a compañero-Beta, házmelo saber.
Jaejoong asintió. Estaba confundido. —Al estar acoplado
contigo hay un montón de reglas que seguir, ¿no es así?
—Las hay, pero no tengo ninguna duda de que con el tiempo
vas a aprenderlas.
Jaejoong se acercó más a Yunho para poder susurrarle al
oído. —¿Me van a quitar mis orejas?
—No, Jaejoong, no lo harán.
Jaejoong sonrió a pesar de la preocupación creciente en él.
No sabía nada acerca de ser el compañero de un hombre de importancia. Apenas
podía cuidar de sí mismo. Deseó tener una piruleta.
—Cael, dame tu teléfono. —El hombre le entregó su teléfono
celular inmediatamente. Jaejoong lo miró con curiosidad cuando comenzó a
difundirse a través de los labios de Yunho una sonrisa mientras marcaba un
número y, a continuación, puso el teléfono contra su oreja.
—¿A quién llamas? —Jaejoong susurró.
Yunho levantó la mano. —Seon , soy yo. Sí, Jaejoong y yo
estamos a salvo. Cael y Garen están aquí con nosotros ahora. Estaremos en casa
pronto, pero necesito que hagas algo por mí.
Jaejoong comenzaba a sentirse ansioso, pero no en el mal
sentido. Contuvo el aliento.
—Necesito que me encuentres un conjunto de orejas de lobo
peludas y un puñado de piruletas. —Hizo una pausa por un momento y miró hacia Jaejoog—.
¿Qué sabor, Jaejoong?
Jaejoong se lamió los labios, anticipando ya las dulces
piruletas. —Cereza.
Yunho sonrió. —Cereza, y tantas como puedas encontrar. No, Junsu
sabe lo que debe buscar. —Yunho asintió con la cabeza un par de veces—. Está
bien, entonces nos veremos de nuevo en la casa. —Cerró el teléfono y se lo
devolvió a Cael.
—Tus orejas y piruletas están en camino, Jaejoong.
—Gracias, gracias, gracias. —Jaejoong lanzó un grito de
alivio y se lanzó a los brazos de Yunho. Estaba emocionado hasta los dedos de
los pies. Casi hizo que el día que estaba teniendo valiera la pena.
Jaejoong sentía que la tensión entre sus omóplatos comenzaba
a disminuir cuando Yunho comenzó a ronronear. Una sensación de calma se apoderó
de él cuando el sonido del pecho de Yunho hizo su mejor estruendo. Eso
significaba que estaba a salvo.
—Puedes guardar las orejas y piruletas —Jaejoong susurró
contra el pecho de Yunho—. Sólo sigue ronroneando.
Yunho se rio entre dientes. Jaejoong sentía la caricia suave
de la gran mano del hombre por la parte de atrás de su cabeza. —No tienes que
elegir, bebé. Puedes tener ambas cosas.
—Beta —dijo uno de los hombres detrás de Jaejoong—, siento
interrumpir, pero aquí estamos demasiado expuestos. Tenemos que llevaros a tu
pareja y a ti a un lugar seguro.
Jaejoong sintió a Yunho tensarse, y sabía que el hombre
estaba preocupado por él. Habría preferido permanecer exactamente donde estaba,
pero no era tonto. Después de lo que había pasado, sabía que necesitaban
ponerse a salvo.
Jaejoong inclinó la cabeza hacia atrás y miró a la cara
preocupada de Yunho. —Él tiene razón. Yo sólo maté a Mick. Había otras personas
que trabajaban con él. Tenemos que llegar a un lugar seguro antes de que nos
encuentren.
El pulgar de Yunho acarició el lateral de la cara de Jaejoong.
—¿Estás seguro, bebé?
—¿Lo dices en serio? —Jaejoong se rio ásperamente—. Estoy
absolutamente seguro de que he perdido lo poco de mi mente que tenía. No estoy
seguro de nada más, excepto que todavía estamos en peligro. Si ir a tu casa
significa vivir seguros, que así sea.
—Nuestro lugar, Jaejoong.
Jaejoong rodó los ojos. —Hablaremos de ello.
Notita :
Espsro ls guste el capitulo ,
Gracias :)
waaa graciass x la actu!! me encanto el capo :3
ResponderEliminarasdasd JJ defiendo lo q es suyo es capaz de matar aww
me da risa su mania x las orejas y las piruletas xD
La actitud de Jaejoong me saca de onda, por un lado parece un niño porque pide a gritos piruletas y sus orejas, pero por otro lado es todo un salvaje cuando de defender a Yunho se trata.
ResponderEliminarNo se, presiento que esa union creo en Jae algo mas que eso, a mi me da que Jae no es un simple humano.
Gracias por el capo!!!
Jae solo mato para proteger a Yunho ..... gracias por la actualización....
ResponderEliminarjaejoong estaba en total estado de shock que ni siquiera se dio cuenta que todavía tenia el cuchillo ensangrentado que mieditooo
ResponderEliminarme dio risa como jaejoong amenazaba a los guardianes XD
Gracias por el capitulo ;)
jae saca el demonio que trae oculto cuando de yunho se trata
ResponderEliminary creo que el es mas efectivo para defender lo que sus guardias Cael y Garen
los pobres hasta fueron amenazados con morir si lastiman a yunho
y como lo defendió en cuanto los vio luego luego a dejar en claro que le pertenecía todos saben que yunho es de jae sino el se encarga de que se enteren con una amenaza muuuuuuuuuuuy dulce de su parte
y a su regreso le esperan sus orejas y piruletas se los llevara corriendo pues ya quiere su paleta para des tensarse de todo lo que ah pasado ese día
GRACIAS espero por el siguiente bye
jajajaj Jae parece un bebe cuando le nombran las piruletas y sus orejas y yunho feliz de complacerlo aunque todavia no entiende su amor por esas cosas y la adrenalina que se le subio a Jae de pensar de que maltrataran a Yunho lo llevo hacer algo que jamas en su vida imagino hacaer pero bueno ya estan juntos y a salvo x los momentos .Gracias linda x compartir
ResponderEliminarGoshh jaejoong esta loco....pero es tan lindo awww~~ yunho tan tierno me gusta como trata a jaejoong
ResponderEliminarme enloquece cuando jaejoong pide por sus orejas y piruletas ♥♥♥ ( se tira al piso y rueda) akshdhsj
si me gusto mucho el capitulo muy bueno. mi jae es tan especial jujuju y mato para protejer a yunho , gracias por capitulo
ResponderEliminarEsta vez si se vio un lado muy posesivo de Jaejoong ... aun creo que hay algo mas en jae, pero tal vez sea mi imaginacion xD sino pues se vera mas a delante
ResponderEliminarGracias espero que vuelvas pronto al blog
y a tu prima: muchisimas gracias por publicar
Tan lindos, amo al JJ gato........xD
ResponderEliminarYH lo protege tanto.......^^
Son un amor los dos......=)
a mi lo de las piruletas me intriga... no será que ya esta preñado???..aww seria tan lindo >0<
ResponderEliminarson tan lindos, ahora Jae sacó su vena posesiva y defiende a capa y espada a su Yunho.
ResponderEliminarme mató el comentario de arriba de Marielita, tantas ganas de piruletas seguro está de encargo. jajajaj.
gracias por el capítulo. esperando el siguiente para cuando puedas
holis♥
ResponderEliminarme encanto jae tan lindo amenazar a los guardias que cuidan de yunni y si no lo protegían como debe ser ; el mismo los mataría y desgarraría sus cuerpos me encanto su forma de proteger a yunni ........hayyyyyyyyyy van a vivir juntos que pasara me encanto el capitulo y esperare con muchas ganas para saber que mas ira a pasar en esta historia hasta tu próxima actualización bye :)
Oh por dios esto se pone más emocionante espero próximo cap *0* con ansias que gran trabajo
ResponderEliminarJae se convierte en un salvaje si se trata de proteger a Yunho, quien lo iba a creer del niño delicado con necesidad de sus piruetas convertirse en una persona fuerte. Pobre Cael y Garen que los regañaron por no cuidar bien a Yunho y con la amenaza de que si no lo hacen bien... A Jae que malo.... Gracias
ResponderEliminarkyaaaaa!!! ame la posesividade de jae sobre yunho :3 son tal para cual.... me encanto el cap gracias!!!
ResponderEliminarme imagino a joongie como gata enfurruñada..." el es mioooo"
ResponderEliminargracias por el capitulo
Waaaaaa q genial y raro capítulo, estoy intrigada con la obsesión de jae con.las orejas y las paletas, tendrá una explicación? Gracias x el cap amo este blog y agradezco haberlo encontrado (^Ω^)
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