miércoles, 12 de junio de 2013

Capitulo 2

                                                       Capitulo 2
Jaejoong
- Uff… por fin hemos terminado, ahora démonos prisa y volvamos a casa –Yunho, quien me ayudaba a cargar la bolsa que escondía la peluca, frenó de repente.
- ¿Qué? Estas equivocado. Todavía nos falta una tienda más que visitar.
- Ni creas que me obligarás a comprarme zapatillas eh, porque eso si… ¡Usaré mis botas, de una vez te lo digo! No me pondré nada con lo que tropiece a cada rato y me rompa la boca.
- No hablo de eso, por mi puedes usar los zapatos que quieras, eso no tiene importancia.
- ¿Entonces? Tampoco pienso dejar que me lleves a maquillar, eso lo voy a hacer yo, tengo todo lo necesario en casa y lo sabes.
- Lo sé.
- ¿Y? Ya no queda nada que visitar, ¿adónde quieres que vayamos? –En ese momento, una sonrisa macabra se asomó por sus labios. Me dio la espalda.
- Ya verás –y comenzó a andar chulesco pasando de mí. Yo lo seguí sin entender que planeaba hacerme ahora.
Pasamos varias tiendas las cuales no dejaba de mirar al preguntarme cual de todas seria nuestra siguiente parada. Yunho ni siquiera las miraba, andaba muy decidido, parecía que quería llegar directo hacia su destino, el cual yo desconocía.
- Yunho… Yunho, espera… ¡YUNHO! –El muy cabrón me ignoraba y más me desesperó cuando emprendió una caminata rápida ¡apropósito! Juro que me dieron ganas de tirar el vestido e irme a casa a desparramarme de nuevo en el sillón y fingir mirar la TV… ¡Pero no me atrevía! Logré seguirle el paso casi a zancadas hasta que en un momento inesperado, mis suplicas fueron escuchadas al ver a Yunho detenerse.
- Uff… –resoplé algo cansado. Esto era un “paseo en una plaza” no un jodido maratón– no vuelvas a hacer eso, Yunho , cuando te hable escúchame ¿sí?
- Shh… luego me sermoneas ¿ok? Ahora entra –desvié la cara un tanto enojado y desorbité los ojos. En definitiva con él no podía. Ahora quise ser yo el que dejara a Yunho atrás y sin dudarlo comencé a caminar para entrar al local al que me había traído. Él estaba como estatua sin moverse de su sitio observando mi comportamiento de diva al levantar el rostro y andar con total altanería sin tener la pequeña intención de esperarlo. Pero cuando estuve a sólo unos cuantos pasos de entrar, tuve la maravillosa idea de alzar la cabeza para mirar el exuberante letrero que brillaba al rojo vivo anunciando el nombre de la tienda.
Mi cerebro sólo pudo redactar un único mensaje:
¡NO-ME-JODAS!
Me detuve en seco igual a como si me hubiera estampado contra un transparente cristal. Enseguida, con la respiración acelerada, giré con los ojos demasiado abiertos, no me lo podía creer. Yunho, completamente serio, alzó una ceja mirándome incrédulo. 
- ¡TÚ! –Olvidando todas mis expectativas de querer dejar a Yunho atrás, me acerqué a él a zancadas hasta quedar cara a cara. Ni siquiera lo intimidaba en lo más mínimo aun estando a poca distancia. ¡Diablos, su respiración me pegaba en los labios!– ¡¿Me trajiste a una lencería?!–Esto si era el colmo. Ni siquiera me cabía en la cabeza como tuvo el descaro de atreverse a traerme a un sitio así ¡a su propio hermano! ¿Qué rayos planeaba hacerme?– ¡¿Pero qué mierdas tienes en la cabeza?!
- Las que a ti te faltan. ¿Cuántas veces tengo que decírtelo? SERÁS-UNA-CHICA. ¿No crees que te falta algo?
- ¿Algo?–Asintió mientras miles de suposiciones se encaramaban en mi mente las cuales pretendía no acertar– ¿Y que es ese “algo”?
-Tú qué crees… –Al no poder seguir conteniéndole la mirada a escasos centímetros de mi rostro, retrocedí dos pasos. Me fijé en su gesto, escudriñando mejor su expresión descarada, muy seguro de lo que me estaba contando. Me rasqué la mollera tratando de descifrar el “algo” que Yunho insinuaba, no era muy bueno tratando de adivinar cosas y él lo sabia mejor que nadie, así que al ver mi completa ignorancia hacia el tema, se tapó la cara con ambas manos un tanto harto y negó varias veces –Joder, Jaejoong , piensa un poco ¿quieres?–Fruncí el entrecejo y me quedé quieto, ignorando a las personas que pasaban a nuestro alrededor y analizando todo muy despacio.
“Una lencería”
La idea que de pronto indagó por mi cabeza era demasiado perturbadora que rogaba al cielo me equivocara; pero como era de esperarse, este no era mi día de suerte. 
Yunho, quien miraba el debate entre mi mente y yo, decidió joderme y darme una sencilla pista de lo que yo trataba de evadir. Sus ojos, que continuaban clavados en los míos molestos, descendieron abruptamente hasta posarse en mi pecho. Esa sonrisa sádica que brilló en su sombreada y macabra cara, me colapsó en un segundo.
Abrí la boca de par en par al mismo tiempo en el que él volvió a mirarme fijamente, pero esta vez con la burla remarcada en su rostro… Palidecí.
- Oh, no…
- Oh, si…
- ¡Nonononono!–Ahora si ya no me importó dejar tirados mis lentes al negar incansables veces mi rotunda tortura. Mi hombría… ¡Ploff! Parecía querer desaparecerla– ¿Qu-Quieres ponerme busto?
- ¿Qué pensabas? ¿Traerte a comprarle algo a la novia fantasma que tienes?– ¡HA-HA! Que gracioso –no estamos para perder el tiempo, Jaejoong. Por si no te has dado cuenta estás demasiado plano y yo no mencioné a un tablón como mi novia.
- ¿Y eso a mí qué? Te hubieras encontrado a alguien con esas expectativas ¿no crees?
- Ya te dije lo que pasó. Mis manos no están acostumbradas a estarse quietas en una sola nena– ¡Ah, pero que bonito!… Estúpido.
- No. Ni lo pienses, eso sí que no lo voy a hacer. ¿Qué te crees? Eso es demasiado. De saber eso antes no te hubiera ayudado. –Estaba en shock. Al principio de todo esto acepté con la intención de devolverle los enormes favores a mi hermano. Sabía que todo esto sería una agonizante tortura y que tal vez conociéndome terminaría arrepintiéndome… pero no lo hice, acepté y aquí estoy. Está bien que dejara que él controlara la situación como comprarme un vestido, peluca y demás chunches innecesarios y si, estaba consciente que tenía que ponerme todo eso al llegar a casa pero por ningún motivo se me pasó por la cabeza imaginar que tendría que parecerme a ese extremo a una chica; no lo medité antes y ahora no sabía cómo zafarme de eso–Yunho…
- A fuerzas tenemos que comprarte un sostén –apreté los dientes… ¿Comprarme?– ¿Con que rayos piensas sostenerte el relleno?
- Pues… yo… –Eso no lo había pensado. Según representaría a una chica, con vestido, cabello largo, maquillaje y que más que obvio para darle “realismo”… busto. Pero pensar en ponerme algo así me desmorona por dentro, y más al saber que era Yunho el que me instaba a hacerlo –quizá… ¿con el vestido?–Me encogí de hombros un poco cohibido, con miedo a su reacción –supongo que me quedará un poco apretado, lo suficiente como para sostener algo ¿no?
- ¡No! –Suspiré, ya me lo veía venir –capaz y se te caiga a cada simple movimiento ¿quieres arriesgarte? ¿Quieres hacer el ridículo frente a todos? Porque eso es lo que estas buscando, ¿eh?–Ya ni siquiera lo veía, mi vista estaba centrada en una pequeña basurita del suelo. ¡Maldición, él tenía razón! No podía hacerlo con un simple vestido, de a fuerzas tenía que tener un soporte, pero aun así…
- ¡Ya parezco una chica, Yunho! Todas las personas que apenas me miran me difaman con eso, hasta tú lo has dicho. Mi cara se asemeja más a la de una mujer ¿no? Si todos ya me confunden con una es porque puedo pasar a serlo sin siquiera usar el susodicho relleno. No es necesario –sí, mi orgullo ya estaba por los suelos, bueno, ése lo había perdido desde el momento en el que acepté esta ridiculez; pero ahora si ya no me importaba. Haría todo lo posible con tal de no ponerme tal sugerencia y en eso estaba en aceptar mi apariencia de chica. ¡No quiero usar un sostén!
- Tú lo has dicho. Tu cara es la que pasaría por mujer, pero si hablamos de tu cuerpo ya es muy diferente. ¿Quieres que piensen que tienes el desarrollo de una niña de once años? No lo creo– ¡Mierda! Todo lo que me hacía pensar Yunho me abría los ojos ¡como siempre, tenía razón en esto! pero ¿y? No todas son iguales ¿cierto?
- No, no, Yunho. Yo no quiero usar eso, podemos buscar otra cosa pero me niego a ponerme un jodido sostén. Además, tú no tienes derecho sobre mí, no puedes obligarme y punto. Ya está decidido, nos vamos–me le encaré. Yunho, sin moverse de su sitio, se cruzó de brazos y arqueó una ceja.
(…)
- ¿Quieres dejar de hacer berrinches y ayudarme?
- No.
- ¿Vas a seguir con ese molesto genio que te cargas?
- Sí.
- Genial–después de haberme tomado de los costados y obligarme a entrar casi a rastras hace apenas unos minutos, todo se volvió tenso. Claramente le hice saber que no quería usar semejante cosa ¿pero me escuchó? No, claro que no. Hoy parece que todo tiene que hacerse como él diga y mande ¿pero yo qué? Ser sólo un simple esclavo.
Aparte de que en el lugar, notoriamente femenino, ya me sentía bastante abrumado al estar infestado de mujeres, tenía que aguantar las indiscretas miradas de casi todas, sobre todo de las mujeres mayores que casi, casi nos querían asesinar con la mirada, indagando en que rayos hacían dos chicos en este lugar completamente inadecuado para ellos. Y si, resaltábamos, ¿por qué? ¡Porque éramos los únicos hombres aquí! Y aun ante ése pequeño detalle, Yunho inquirió en meterme a fuerzas junto con él.
Por lo menos las chicas de nuestra edad que se encontraban comprando y escogiendo prendas eran más comprensivas. Sonreían, reían y se secreteaban entre ellas cuando nos miraban, o más bien al mirar a Yunho de vez en cuando tomar una prenda y mirarla por todos lados. Pensaran seguro en cosas guarras al ver sus rostros sumamente sonrojados cuando Yunho se indignaba en devolverles la sonrisa. Yo simplemente me mantenía con los brazos entrelazados sobre mi pecho y la cara que no veas… ¡Completamente roja de coraje!
- Mmmh, eeh… ¿se les ofrece algo? ¿Puedo ayudarles? –Una señora de unos cuarenta años, vestida con ropa cara y empeñando una postura de típica escuela de modales, se acercó a nosotros un poco retraída, jugándose las manos a la altura del estomago e indagando en su rostro, podría decir que un poco alterada, desconfiada e incluso hasta cabreada. No me alarmé en adivinar el por qué… ¡¿Cómo demonios dos jóvenes van a estar en una lencería donde sólo hay prendas femeninas?! El cuento de “buscando algo a mi novia” ya era viejo. Pervertidos sería la primera acusación.
- No por ahora, gracias. Tal vez dentro de un rato.
- ¿Un rato? O sea que… estarán aquí, hem, ¿más tiempo?–Quise salir corriendo de ahí al notar el claro desagrado de la encargada. Casi nos estaba gritando que no podíamos, que nos fuéramos porque intimidábamos a sus clientes ¡y quise hacerle caso! Pero con Yunho de compañía y comandante, sólo podía permanecer callado.
- Sí, creo que demoraremos. Es difícil decidirse con tantas cosas aquí. Además tene… Oh, Jaejoong mira…–Ignorando a la mujer, me tomó del brazo y comenzó a jalarme. La señora nos escudriñó con la mirada un poco preocupada, pero como lo suponía no tuvo el valor de echarnos del lugar o recriminarnos algo. Sin embrago yo, anduve pegado a él hasta que nos detuvimos en una sección un tanto familiar, y lo digo sólo por el color…
- El vestido es negro ¿no?
- Nooo, es de color caqui –y de nuevo, como si Yunho tuviera la peste, me solté de él; no lo quería cerca. Exhalé–obviamente.
- Bien, entonces tenemos que conseguir lencería negra para que pegue con él.
- ¿Tenemos? Lo siento Yunho, pero “tenemos” me suena a manada. Tú tienes, yo no buscaré nada. – Y dicho esto, me pegué contra la pared y adopté mi anterior postura: cruzarme de brazos y no mover ni un musculo, hasta evité verlo. Yunho, un tanto molesto por mi actitud,  apretó la boca y se marchó. O más bien sólo estaba parado frente a mí, dándome la espalda, mirando por todos lados los insaciables sujetadores que había de diferentes texturas y colores suaves entre grises y negros por completo, haciendo el inútil esfuerzo de buscar el indicado para mí… una total pérdida de tiempo.
- Jae… –Entrecerré los ojos. Ahí va de nuevo. Decidido, se acercó a mí con mala cara. Creo que yo no era el único desesperado– ¿Tú de plano no piensas ayudarme o qué?
- No.
- ¿Ni siquiera un poco?
- No.
- No, no, no, ¿qué no sabes decir otra cosa?… ¡Espera, no me digas! Vas a decir que no ¿verdad?
- No. –Refunfuñó algo que no pude entender pero seguro no era nada bueno.
- ¿Entonces?
- Ya te dije Yunho, si piensas ponerme algo de eso escógelo tú solo, yo no voy a colaborar en el futuro trauma que tendré por tu culpa.
- Bien… –Asintió varias veces. En definitiva lo estaba cabreando, pero una mierda me importaba– ¿Entonces me lo dejas todo a mí?
- Así es.
- ¿Seguro?
- Es tu puta apuesta ¿no? Yo no te ayudaré.
- Perfecto –lo perdí de vista cuando me dio la espalda y se esfumó por un pequeño corredor. Me valió si se enojó. Yo había hablado claro y no me movería para nada a menos que sea para salir de aquí.
Después de varios minutos de observar y observar nada interesante, miré hacia ambos lados tratando de localizar a Yunho . ¿Dónde coño se había metido? Capaz y se habría entretenido con la primera tipa que le allá sonreído y no me sorprendería escuchar que se estuvo enrollando con ella en los probadores. ¿Y si se había enojado conmigo y se largó? La duda empezó a carcomerme la mente y sin esperar cualquier otra cosa, me di la vuelta para ir directamente a buscarlo pero en ése instante, el desaparecido venía caminando muy campante junto con una pequeña sonrisa en la boca.
- Listo. –Me dijo apenas llegar.
- Ah, ¿ya?
- Sip, vamos a pagarlo y salgamos de aquí.
- Humju –giró sin dejar de sonreírme… no me dio buena espina. Comenzó a caminar y yo a sus espaldas y, al darme cuenta de que no podía verme, me entró la curiosidad. ¿Qué me habrá escogido? Por la misma, volteé a ver la prenda negra que tenía en su mano derecha y…
- ¡YUNHO! –Me detuve en seco…  ¿cómo tenía el descaro? Lo vi girarse y al hacerlo, me miró tan tranquilo como si no pasara nada– ¿Q-Que rayos es eso?
- Ah, ¿esto?–Alzó la prenda a la altura de su cabeza, igual como si hubiera cogido a un conejo por las orejas, mostrándomelo como si nada. Ahí pude verlo mejor y abrí la boca sorprendido –lo que te pondrás.
- ¡¿Lo que me pondré?! P-Pero… pero, pero ese sostén es para tetas del tamaño de melones ¡¿Cómo crees que me pondré algo así?!–Y no estaba exagerando en absolutamente nada, hasta creo que melones se quedarían cortos con el tremendo tamaño de esa cosa. Yunho, sin siquiera mostrar un pequeño gesto de lastima por mí, se encogió de hombros el muy imbécil.
- ¿Y? Así me gustan. Tú dijiste que lo escogiera, pues éste me gustó así que lo cogí. ¿Nos vamos?– ¡Que sínico!
- ¿Pero qué te crees? ¡Mírame! Ni tan sólo una copa de esas me cabrá en el pecho, pareceré una deformidad con eso en mi cuerpo –lo admito, estaba un poco asustado.
- ¿Y que querías? Tú me lo dejaste todo a mí. No quisiste escoger pues yo si ¿no te gusta? Pues te jodes. No entiendo de qué te estás quejando. ¿No fuiste tú el que no quiso ayudarme? –Con que por ahí vamos, eh. ¿Cómo no lo supe antes?… El jodido chantaje. Ya se me hacía raro que Yunho fuera así como así escogiendo tonteras aun sabiendo que lo desprecié, todo lo contrario. Me hubiera mandado a la mierda no sin antes decirme que era un mal hermano al dejarlo solo con esto y yo acabaría corriendo detrás de él para disculparme y evitar que se cabreara conmigo. Temo decir que me lo había creído, me había dado un buen susto al pensar que podía obligarme a usar semejante atrocidad… me había dado una lección.
Con todo el coraje y los reproches que se avecinaban desde lo más hondo de mi garganta hasta el exterior, tuve que resignarme a hacer lo inimaginable si no quería llegar a parecer un fenómeno de circo.
- ¡Aaaaah! ¡Eres un idiota!–Le arrebaté el brasier de las manos y antes de dar media vuelta y hurgar algo más adecuado para mí entre la demás lencería, pude notar una satisfactoria sonrisa en su iluminado rostro.
Estuve buscando entre toda la variedad, sintiéndome un poco incomodo al tocar ropa que no era de mi lado, hasta algunas chicas que se encontraban cerca de nosotros, midiéndose y escogiendo pantis y sostenes, dejaban de hacerlo al mirarnos; se sonrojaban y esperaban a que nos alejáramos para poder continuar lo que hacían. Era de esperarse, se incomodaban con nuestra presencia… ¿y quién no?
Todo estaba un poco más tranquilo, sólo un poco, aún seguía algo resentido con Yunho , pero ya había hecho varios corajes el día de hoy y hasta ya se me hacía bastante cansado hacerlo. Ahora sí, con esto ya no había marcha atrás. Mi condena ya estaba escrita y ya sería demasiado ridículo hacer otro berrinche con respecto al tema, quería apaciguar todo para ya llevarla en paz.
- ¿ Yunho?
- ¿Qué pasa?
- Eeh… ¿Y como que tamaño más o menos quieres que me ponga?–Yo ya había escogido desde hace un rato uno un poco mediano de color negro, ni de loco pensaba complacer a Yunho con algo más grande; pero aun así quise preguntarle para prevenir su reacción al mostrarle el que ya tenía en mano.
- El que quieras, no importa. Con el que te sientas cómodo – ¡Uff!, por lo menos.
- Y…  ¿puede ser éste?–Se lo enseñé. Yunho lo tomó y lo quitó del gancho en el que estaba, y de nuevo como un experto, lo escudriñó por todos lados.
- Está bien. Me gusta.
- Sí. Pero viene con una panty adjunta. Quítasela y déjala por ahí –y cuando pensé que el tormento había terminado…
- Jaejoong, tu vestido es un poco transparente.
- ¿Oh, sí? no lo había notado. ¿Pero qué tiene que ver eso ahora?–Acercándose un poco más, endureció la mirada y habló entre dientes.
- Tu vestido es un poco transparente –repitió algo bajo para que no escucharan algunos oídos atentos a nosotros.
- ¿Y que con eso? –Ni idea de lo que hablaba. Yunho, sin apartar la vista de mí, sonrió de lado y con las puntas de sus dedos sosteniendo cada lado de las pantaletas, las meció hacia ambos lados completamente extendida, mostrándomela casi con burla.
¡Dios mío! Al momento en el que comenzó a asentir yo comencé a negar.
- No puede ser…–Y como flash, comencé a sacar el vestido de la bolsa y rápido lo extendí frente a mí… me alarmé bastante. ¿Cómo no me di cuenta antes? En efecto, el vestido era un tanto transparente. Lo tomé por el borde, metí un brazo por debajo de éste y noté cómo se lograba ver la silueta de mi brazo claramente, quise fallecer. ¡El bóxer se vería a leguas! no mucho pero si se lograría notar, o sea que… ¡No me jodas! – ¿Tengo que usar calzones de niña también?
- Aja, no es tan malo ¿cierto?
- ¡¿Que no es tan malo?! Pero que mier…
- ¡Jae! Ya no hagas más escándalos, por favor. ¿Crees que no es difícil aguantar tus berrinches? Recuerda que prometiste ayudarme –de nuevo otra embolia la sentía venir. De todas las experiencias más extrañas que llegué a imaginar que algún día podrían pasarme, ésta jamás navegó por mi mente. Pero como ya había dicho antes, sería inútil tratar de evadir todo esto. Me había resignado a aguantar todo este martirio, me evitaba malos momentos y enojos llenos de cólera.
Además lo hacía por Yunho … si él es feliz yo también.
Suspiré.
- Sí, lo sé. Pero…
- Ah, ah, ah…–Me selló los labios con un dedo, quizás tratando de reprender algún reproche mas; pero estaba equivocado –no digas mas, Joongie –desvié la cabeza y me aparté de su tacto.
- ¡Escúchame! – Yunho guardó silencio– Pero…–Respiré profundamente… era difícil –Pero… ¿y si no me queda?
- Ah, era eso –por la expresión de su rostro hasta pareció que le quité un peso de encima –supongo que si el sostén te queda también lo “otro” te quedará. Tienes una caderita, Jae, todo te entra. Pero déjame ver…–Esto ya era bastante abrumador, me quería ir, pero mientras Yunho seguía revisando la talla y lo ancho de la prenda, yo me quedé observando todo lo de mi alrededor.
- Eeh, ¿todavía siguen aquí?–Ni siquiera me fijé de donde salió ella. La señora del principio que se “ofreció” en ayudarnos, miraba a Yunho con una cara demasiado tensa. Nos miraba con la misma expresión de antes… “¿Por qué no se largan de una vez?” junto con esa sonrisa tan hipócrita y aún más falsa. Yunho, ni siquiera se indignó en contestarle, seguía entreteniéndose en lo que hacía y yo pues, no podía ser grosero. Tenía razón, nosotros estábamos de más aquí– ¿Quieren… que les ayude en algo? Señor… 
- Ah, no gracias –sonreí amable –estamos bien. Sólo escog… eh… ¡ Yunho! ¿Qué haces? ¡Quita!
- Jaejoong, no te muevas. Déjame ver…
- ¡Oh, dios mío!
- ¡ Yunho! –No todo era color de rosa ¡y vaya que Yunho lo sabía perfectamente! Hasta a veces pienso si no se le habrá zafado un tornillo a esa cabezota dura que tiene, o sea…  ¿cómo se atrevió? Sabía que mi hermano podía llegar a ser un tanto aventando en algunas ocasiones y que le valía lo que pensaran los demás y mucho menos las consecuencias de sus actos, bueno, eso apenas lo comprendía, pero atreverse a probarme la casi tanga frente a la encargada de la tienda junto con otras coladas miradas asombradas rodeándonos por todos lados, fue demasiado estúpido… y vergonzoso para mí. 
- ¡¿Pero que está haciendo?! Tenga respeto por la demás gente de aquí.
- Sólo le pruebo esto a mi hermanito… Joongie, ¿Lo sientes apretado?
- ¡Ya basta! –Lo tomé de las muñecas, tratando inútilmente de zafármelo de ahí, pero mi concentración estaba más enfocada en las chicas que nos veían y ahí supe que no faltaba mucho para ponerme a llorar de vergüenza.
En si la prenda sólo me la había puesto por encima como lo había hecho con el vestido, me apretaba la cintura con eso para medir el tamaño. Mientras pequeñas risitas envolvían el lugar al mirar la llamativa escena. La señora miraba por todos lados y sonreía nerviosa mientras les decía que siguieran con lo suyo, que aquí no había nada que ver, hasta que de nuevo se giró hacia nosotros un tanto seria.
- ¿Por lo menos podrían ir a los vestidores? –No le quedaba de otra.
-Ah, no es necesario, ya terminamos. – Después de estar encorvado mientras se empeñaba en arruinarme el resto de lo que me quedaba de vida, Yunho se enderezó y yo sin poder con la vergüenza, me tapé la cara con una mano– ¿Dónde pagamos?
(…)
- ¿Pero qué tiene que ver si las vuelvo a ver o no? La pena que pasé nadie me la va a quitar.
- Sí, hombre; pero de todas formas creo que no deberías de tomarte todo en serio. Si te vieron o no ¿qué tiene? No las conoces.
- No, no las conozco, pero también pude haberlo hecho… ¿Por qué tiraste los números?
Ya llevábamos varios metros alejados del lugar donde fue mi peor pesadilla.
Cuando creí que la encargada llamaría a seguridad para sacarnos de ahí, yo ya había perdido los estribos. Pero hizo todo lo contrario, es más, ella misma fue la que nos atendió. ¿Y cómo no iba a hacerlo? Hasta los ojos le brillaron cuando vio lo caro que era la lencería que habíamos escogido, hasta una de sus “más sinceras sonrisas” nos dedicó.
En fin, cuando nos disponíamos a pagar, me sorprendió ver cómo un grupillo de chicas algo tímidas se acercaron a nosotros y cuando creí que nada más podía sorprenderme, me equivoqué. En realidad pensé que Yunho , era el que les había alborotado las hormonas, pero me sorprendí bastante cuando se abalanzaron contra mí y me dieron una notita con varios números telefónicos…”Llámanos” fue lo suficiente para quedarme de a cuadros. Pero al momento en el que se dieron la vuelta, mi “amoroso hermano” me arrebató la nota de las manos y la dobló para meterla en la pequeña cajita de propinas que estaba sobre el escritorio… Imposible de recuperar. Y así con la misma, salió del lugar ignorando todo lo que le estaba gritando.
- ¿No estabas tan avergonzado como para volverlas a ver? No tiene caso explicar nada.
- Si, pero…– ¿Qué podía decirle? En realidad a mi me valía si conocía chicas o no, y a decir verdad, Yunho, estaba en lo cierto. Por mí, mejor si no volvía a verlas, pero el indirecto recelo de él es lo que me sorprendió… Sonreí. –Ya, da igual. ¿Y ahora a que tienda me vas a llevar?
- A ninguna, ya acabamos.
- ¿Enserio? Qué bien. Estoy cansado. Llegando a casa quiero acostarme un rato y…
- Noooo, señor. Llegando a casa comenzaremos a arreglarte. Tenemos el tiempo contado y estamos exactos. Así que apresura el paso –di el más largo suspiro de todos los que llevaba hoy. En verdad que en este laaaaargo día, yo no tenía voz para decidir.

(…)
- ¡ Yunho!… coff… no lo aprietes tanto que me dejas sin aire.
- Ya deja de quejarte y coopera… ¡No te muevas! Coño, esto es más fácil desabrochar que abrochar.
- ¡Eso intento pero me lastimas…! Auh, auh… ¡Que no aprietes!
- Creo que no estás tan flaco como pareces, eh.
Todo esto era una tortura y apenas comenzaba. Lo primero que hicimos al llegar a casa fue ir directamente hacia mi habitación y comenzar con mi supuesta transformación. Sin pensar en si desordenábamos de nuevo el cuarto o no, tiramos todas las compras en la cama y el primer objetivo en mente, fue la bendita lencería.
En éste instante me encontraba en una situación demasiado bochornosa. Yunho, “como muy caballeroso que es” se ofreció en ayudar a colocarme el brasier y por muy fácil que sonara eso, al parecer no lo era del todo sencillo.
- ¡Auh, Yunho! No seas tan brusco y abróchalo de una puta vez.
- No me ayudas… ¡Quédate quieto!
- Pues no haces bien tu trabajo. ¿No que muy experto?… “He abrochado y desabrochado mas sostenes que lo que tengo de edad”… ¡JA! Puras habladurías.
- ¡Es verdad! Sólo que ellas no se mueven como si fueran lombrices en lodo. Por última vez, Jaejoong ¡No-Te-Muevas!– Yunho tiraba de mí como si fuera un muñeco de trapo el cual pudiera manejar a su antojo. Jalaba tanto el sostén que casi me dejaba sin respirar, era sofocante. Lo peor de todo es que simplemente me lo estaba colocando, aún faltaba la peor parte… meterme el relleno. Lo cual empiezo a sospechar que será otra experiencia mucho más desastrosa que esta. ¿Pero qué opciones me quedaban?
Tras otro tirón más, Yunho paró de zangolotearme.
- Listo. Ya quedó.
- ¿Seguro que lo dejaste hasta el último broche? Me aprieta bastante…–Mis dedos apenas entraban entre la tela ¡Me asfixiaba!
- Eeeeh…–Detrás de mí se encontraba el enorme espejo en el que siempre me reflejaba de pies a cabeza. Me acerqué para poder contemplar mejor el resultado.
- Me siento tan… raro –para nada me agradaba lo que veía. Me puse de espaldas para ver con mayor claridad el pequeño trabajito de mi hermano y… ahora entendía por qué me faltaba el aire. – Yunho, me lo pusiste hasta el tope, aflójalo un poco o me dolerá la espalda.
- Supuse que si te lo dejaba más flojo quizás se te saldría todo el relleno. Sigues siendo delgado –se colocó detrás de mí y al instante me ericé al sentir la punta de sus dedos rozar discretamente la piel de mi espalda. Tanteó con los dedos hasta quedar debajo del broche mientras tiraba de éste sintiendo la flexibilidad del mismo. Sentí un pequeño tirón y después un alivio total tras haberlo desabrochado por completo. No encuentro explicación ni el por qué me sentí desnudo frente a él. Fue como si en verdad tuviera “algo” que esconder, me sentí intimidado. ¡Mi propio hermano me desvestía! ¿Cómo debe sentirse uno ante eso? Confundido tal vez…–Ahora sí, ¿se siente mejor?– Oh, ¿ya lo había abrochado de nuevo? Ni cuenta me había dado pero, me alegraba.
- Se siente mucho mejor, gracias.
- Y ahora viene lo bueno…–Caminó un par de pasos hasta llegar a su mochila que había traído de su cuarto ¿pero para que la quería? Lo observé con sigilo, esperando a que terminara de esculcar, hasta que por fin se levantó del suelo y fue ahí cuando pude ver lo que traía en las manos– ¡Taraaaaan!
- ¿Calcetines?– ¿Ahora hasta los calcetines él me los iba a poner? Eso ya era mucha exageración. Me hizo una seña con la mano para que me acercara y así lo hice. De paso aproveché a darle una miradita a su mochila para ver que más traía dentro pero, estaba vacía– ¿Para que los trajiste?
- ¿Cómo que para qué? Esto querido hermano, es el relleno que usarás.
- ¡¿Que?! ¿Con calcetines? Pero creí que sería con papel. De hecho ya había preparado todo –fui directo hacia mi baño y saqué de ahí las bolas de papel que yo mismo había hecho para usar de relleno. En ningún momento me imaginé que tendría que usar calcetines para eso. Salí y enseguida se lo enseñé a Yunho – ¿Ya ves? Todo está listo. No necesito más relleno que el que tengo aquí.
- No me hagas reír, Jae. Mírate, no tienes nada de nada ¿crees que sólo con papel lograrás asemejar el busto de una chica? Te verás flácido. Mira, por desgracia en lo que llevo de experiencia con mujeres, me ha tocado estar con una que otra tramposita. En vez de pechos tiene un par de calcetines ahí, y vaya que engañan… ¡Yo, Jung Yunho he sido una de sus víctimas! Por eso te digo, joongie, confía en mí. ¡Qué son sólo un par de calcetines, además!–Me masajeé los ojos. Esto era algo en lo que yo no tenía experiencia. ¿Y para qué ponerme a discutir en si usar calcetines o papel? Lo mejor para ambos era seguirle el juego.
- P-pero ¿por lo menos están limpios?
- Obviamente…–dudé–si no me crees… –Los alzó casi poniéndolos frente a mi cara –anda huélelos –mi rostro se deformó no por el aroma, si no porque casi me da un golpe con ellos.
- Vale ya, te creo –me sobé la punta de la nariz –anda, dámelos que me los pondré.
- Yo te ayudo –una sonrisa descarada me hizo no fiarme del todo de él al instante en que comenzó a meter mano dentro de mi sostén. Sentí como si una gran barrera se derrumbara al no resistir los frívolos ojos de Yunho, que ocasionó que de inmediato me avergonzara. Lo único que pude hacer fue evitar a toda costa conectar mi mirada con la suya.
Después de haber mezclado el papel y la bola de calcetines, continuó con el otro par. Noté varias veces que en vez de centrar su atención en lo que hacía, sus ojos permanecían fijos en mi rostro, lo cual provocaba un ligero sonrojo en mis mejillas… ¿Qué estaría pensando para que me mirara de esa forma tan… deseosa? Sus dedos estaban fríos al contacto con la piel de mi pecho tibio. E indiscutiblemente mis pezones se hicieron duros por la cantidad de veces en que Yunho pasó sus manos por encima de estos. 
- Creo que… ya quedó. –Rodeó con sus manos ambos resultados y los acarició y masajeó levemente, supongo yo para darles forma. Tan intimidado me sentí al ver lo que hacía que lo único que pude hacer por instinto, fue darle una ligera manotada para que dejara de tocar-me.
Creo que empezaba a tomar mi papel de chica muy enserio…
- ¡No hagas eso, se ve tan vulgar!
- Tú y tus cosas –asombro, es lo que le trasmití ya que sus ojos parecieron salirse de sus orbitas –estoy midiendo si quedó bien, no por otra cosa, ¿y quién es el que piensa mal aquí?
- Humm…–Siguió como si nada, midiendo, acomodando, sacando y volviendo a meter hasta que por fin paró de hacerlo.
- Creo que tienes uno más grande que el otro, pero ya, dejémoslo así. Ni se nota.
- ¡¿Qué?! Yo no quiero ser una deformidad. Arréglalo Yunho. Ponle más papel o no sé…
- Mmmh… eso podría funcionar.
- Ábrete a las ideas –tomó una de las bolas de papel, las mismas que yo había hecho por cierto, y dividiéndola un poco, la metió detrás del calcetín que yacía dentro para darle más volumen–hum… ahora ésta la tienes más grande…
- Yunho, deja de jugar –colocó la otra bola de papel en la que faltaba, yo di por terminado todo, pero su rostro me decía que algo iba mal.
–No se pero… a ver Jae, pásame más papel.
- Lo tienes alado de ti –empezó a hacer más y más bolas. Me alarmé un poco… ¿Y ahora qué? Metió una y después otra en cada una. Empezaba a sentirme más apretado que antes, pero Yunho no se disponía a parar y continuó metiendo y metiendo más y más, hasta que ya no pude. Lo tomé de los hombros y lo aparté de mi manoseado “busto”– ¡Que te pasa! Ya deja de meterme eso ¿qué pretendes?
- Estoy tratando de hacerte el busto más grande, ¿crees que yo saldría con una desproporcionada? Para nada.
- No me importa si a ti te gusta o no, yo no pienso andar todo el día con esto tan… enorme –y es que era una total exageración. Para empezar el sostén no era tan grande como para meterle tantas cosas, aparte que Yunho estuvo de acuerdo conmigo en comprar uno más pequeño, obviamente porque mi pecho seria pequeño, y éste ya casi quería meterme toronjas.
Fui directo al espejo para quitar los sobrantes de papel, que por cierto eran montones. Ni siquiera me importaba si Yunho rezongaba o no, era mi cuerpo así que era mi decisión. Cuando por fin vi un tamaño considerable, sonreí al ver mi resultado, era perfecto. Muy natural y acoplado perfectamente a mi cuerpo.
- ¿Ves? A que se ve mucho mejor ¿verdad?– Yunho blasfemó nada importante e hizo muecas con la boca. Su silencio me bastó para saber que estaba de acuerdo, aunque conociendo a mi hermano, no duró por mucho.
- ¿Sabes que te ves muy chulo con los bóxers y el brasier?–Soltó una pequeña risotada, como queriendo y no queriendo burlarse de mí. No me importó y menos me molesto, a decir verdad estaba de acuerdo con él. Seguro me vería muy bonito vestido de ésta manera. ¡JA! Para reírse –muy sexy también…–Eso ya no dio tanta risa.
- Mejor pásame el vestido ¿quieres? Antes de que empieces a babear también –negó con la cabeza varias veces ante mi comentario, sin perder la sonrisa de su rostro. Me quedé embobado mirándome al espejo, tratando de visualizar el resultado final de mi transformación. Debo admitirlo, quería que acabara de una vez. Ya no me sentía tan tenso como antes y además la curiosidad por ver como luciría me devoraba la paciencia. ¿En verdad me parecería a una chica? Quería continuar –bien, ahora lo que sigue.
- A ver, sume más la panza que esto no cierra.
- ¿Qué crees que estoy haciendo? Ya no puedo encogerla más. Haz un esfuerzo y sube más el cierre–primero batallar con el maldito brasier ¿ahora también con el vestido? Si de por si entendía perfecto a las mujeres al tardarse tanto en arreglarse, con esto casi era una misión imposible, por dios, y eso que sólo estaré así por hoy, ellas lo hacen todos los días… mis respetos. Estábamos entre una difícil batalla para lograr que me entrara, porque al parecer, mi espalda si era un poco más ancha de lo que habíamos considerado– ¿Pudiste?
- Ya casi… no te jorobes Jaejoong, que esto ya casi cierra.
- Hago lo que puedo.
- No lo suficiente.
- Tal vez debimos haber comprado el grande… ¡Ah, Yunho! Ten cuidado imbécil, me lastimaste con el cierre.
- Ya, ya, tranquilo. Esto te queda porque te queda…–Y después de varios jaloneos, varias sumidas de panza y sobre todo después de varios pellizcos en la piel de mi espalda a causa del feo cierre, ganamos la batalla. ¡Por fin!– ¿Puedes respirar? ¿Cómo lo sientes? ¿Te queda bien?
- Humm… eso creo…–Me jalé un poco el vestido hacia abajo para acomodármelo mas, teniendo cuidado de no dejar al descubierto mas allá de mi “pecho” para evitar bochornosos momentos. Me estiré varias veces e incluso di varios saltitos para ver la elasticidad de éste. A pesar del horrible momento que había pasado al estar tratando de cerrarlo, me quedaba bien, era cómodo y a decir verdad, me sentía con una gran libertad al usar una falda –sí, me queda muy bien.
- ¡Uff! me alegra tanto escuchar eso. Sólo de pensar en tener que regresar a comprar otro en talla más grande me pone de mal humor.
- Si eso te pone de mal humor, ya me imagino si tú tuvieras que usar el vestido.
- ¡BAH!–Me dio la espalda tan pancho y se desparramó sobre la cama. Yo me quedé de pie acomodándome más el vestido para poder amarrar bien la cinta que quedaba más o menos un poco debajo del pecho. Lucía lindo. Una vez terminado volví a entornarle los ojos a mi hermano quien me observaba en silencio, tratando de reprimir una sonrisita extraída de un mismísimo bufón, o eso me pareció.
- ¿Te… te estás riendo de mi?– ¡Ptfff! Fue lo primero que balbuceó antes de soltar la carcajada. Me colmaba mucho cuando me hacía sentir ridículo. ¡Todo esto lo hago por él! ¿Y ahora me toma como su payaso? Estará pero bien imbécil…– ¿Sabes que Yunho? vete a la mier…
- Wou, wou, wou, párale a tus insultitos –alzó las manos imitando un débil escudo– ¿Cómo quieres que no me ría?, mírate, luces tan chistoso, no te enojes Joongie, pero sabes que es verdad. Date vuelta –me crucé de brazos resignado y le obedecí. El espejo de cuerpo completo fue con lo que me encaré, o más bien conmigo mismo. Tuve que usar toda la fuerza de voluntad que me quedaba para no soltarme a reír al momento en que me contemplé por completo. Como yo mismo había dicho, era todo un payasito– ¿Ya ves? Y con ese peinado le da un toque único, ¿a que si, escobita?–Sin poderlo evitar me solté a reír ¿para qué malos entendidos? Tenía razón, me veía muy cómico así, sin zapatos ni nada, únicamente usando el vestido.
- Pero a que me veo muy guapo ¿verdad?–Puse ambas manos como jarra sobre mi cintura, contemplando mi reflejo y di un par de vueltas cual típico modelo. También hice varias caras chulas como si me estuviesen tomando fotos, lo cual le causaban más y más risas a Yunho.
- Querrás decir guapa, nena –me sonrió. Obviamente hablaba en broma, por lo que no me causo ningún coraje. Le sonreí también. Y así nos quedamos por un lapso desconocido, sonriéndonos y mirándonos hasta que Yunho, rompió la conexión. –Bien…–Se levantó de la cama y se acomodó la camiseta que le había quedado arrugada mientras yo desvanecía la sonrisa de la cara –sigamos, te falta todavía la peluca y lo demás así que, andando –caminó y se dirigió hacia mi baño muy campante y al ver que no moví ni un musculo para seguirlo, se detuvo– ¿Sucede algo?
- No necesito de tu ayuda Yunho, de aquí en adelante lo haré solo.
- ¿Solo? Pero faltan varias cosas. Tal vez todo eso de arreglarse no sea muy tema mío pero puedo ayudar, ¿no?
- En esto no. Puedo hacerlo por mí mismo. No te preocupes.
 - ¿Qué? Ni loco. Si te dejo solo capaz y te vistas de niña gótica. Te conozco.
- No lo haré, créeme. Además es cuestión de sólo maquillarme. Lo he hecho yo solo miles de veces, no es necesaria tu ayuda en cuanto a este tema ¿sabes?
- De todas formas puedo colaborar en algo, yo seré tu supervisor. Ah, y falta la peluca, te la tengo que acomodar bien, bien, para que se vea real y…
- No exageres Yunho, ¿de cuándo acá sabes algo sobre maquillaje? Y lo de la peluca, ni que fuese cosa del otro mundo. En todo caso saldré y te pediré tu opinión, pero al baño no entras, es más, pensándolo bien ni siquiera puedes estar en la habitación hasta que termine. Lo siento, Yunho, esperarás afuera. 
- ¡¿Que? ¿Afuera?! Conociéndote tardarás cientos de años en salir –apuntó con el dedo su muñeca como si en éste hubiese un reloj – la cita es a las nueve y ya son las cinco, apenas y nos queda tiempo. Aunque sea me necesitas para estarte apurando.
- Lo último que necesito es más presión. Ya deja de estar buscando pretextos absurdos y déjame hacerlo yo, no puedo si tengo espectadores –le di varios empujoncitos tratando de sacarlo de la habitación pero era inútil, seguía igual de terco y al parecer no pensaba retractarse en su respuesta. Cómo odiaba cuando se ponía de berrinchudo– Yunho, obedece, ¿no que tenemos el tiempo justo para la cita? Y tú estás aquí distrayéndome. Anda, sal de aquí ahora o no llegaremos a tiempo.
- ¿Pero por qué no quieres que esté aquí? Me sorprende que quieras aceptar hacer esto tú solo…
- No es raro. Faltan cosas simples y fáciles de hacer sin tu ayuda. Qué no entiendes que…
- Falta la peluca. Lo que por cierto tienes que lavarte bien ese cabello.
- Si bueno…
- Y quitarte esos kilos de laca que te has puesto, para que puedas usar la mata.
- Si, lo sé pero…
- Maquillarte, eso en si claro que puedes hacerlo solo, pero tengo que supervisarte para concordar con mi gusto.
- ¿Qué?
- Mmmh, ¿vas a usar botas, no? El vestido te queda hasta por ahí de las rodillas al igual que las botas, creo que no es necesario depilarte o algo así. Va a estar oscuro nadie podrá fijarse. Además eres más lampiño que yo, así que eso anulado – ¿Pero qué? ¿Pensaba depilarme? ¡Oh, señor eso nunca, si yo no tenia nada de pelos!
- Yunho, creo que ya estás exage…
- ¿Qué mas falta? Nada. Si lo hacemos los dos juntos terminaremos más rápido, Jae. No entiendo por qué no quie…
- ¡Falta ponerme los putos calzones, Yunho! –Estallé, y me arrepentí de haber divulgado ese pequeño detalle… ¡Qué vergüenza!
- Ah… eso, pues…– Yunho pareció resentirse también, pero aún no podía confiar en  él.
- No te atrevas a decir que también puedes ayudarme en esto porque juro que te…
- Ya va, ya va, no grites ¿sí?
- Ni de coña me desvestiré frente a ti –finalicé. Yunho, lo pensó un poco y luego asintió con la cabeza, resignado. ¿Qué más le quedaba?
- De acuerdo, pero con qué te tardes, juro que si es necesario tiro la puerta de una patada y te saco de ahí dentro. Estás advertido…–Me quedé parado, cruzado de brazos observando como poco a poco retrocedía aún sin darme la espalda. Iba caminando de reversa achinándome los ojos y emitiendo con los dedos la típica seña de “tengo los ojos fijos en ti” blah, blah, blah. Un par de pasos más, salió de la habitación y cerró la puerta. Me acerqué a ésta para ponerle seguro, pero casi me caigo de un sentón al haberse abierto de nuevo enérgicamente que por poco me pega en la cara –ya dije, nada de retrasos…
- ¡Yunho! ¡Ya, fuera!–Lo empujé y cerré de un portazo– pero que infantil–me aseguré de poner seguro a la puerta para evitar a cualquier intruso –bueno, manos a la obra. –Ahora me tocaba hacerlo solo, sin ayuda de Yunho, simplemente dependía de mi ingenio y creatividad.
Todo un reto, lo sé, pero no imposible…
Yunho


- ¡Agh! El cuello me duele… –Hablando enserio y sin exagerar, ya llevaba esperando como una hora y media…”No me tardo nada” “Salgo en un momento”… Parecía que se las había llevado el viento. Esa cantaleta me la tenía escuchando desde el estúpido momento en el que le hice caso y salí de la habitación. Ya hasta con el tiempo de sobra que tuve, aproveché para meterme a la ducha y alistarme, cosa que no me tomó ni media hora. A diferencia de mi pequeño hermano, me había vestido rápido y un poco sencillo. Playera, pantalón , ambas de color negro y una chamarra del mismo color. Así de fácil y sin ninguna demora. Bueno, el color lo había elegido no por gusto propio, sino para disimular la vestimenta que Jae usaría. Si los dos íbamos de negro, él no resaltaría y ni sería el blanco de los comentarios de mis amigos. ¿De cuándo acá Jung Yunho anda con niñas vestidas de funeral? 
Tenía que disimularlo.
Lo peor de todo este “pequeño tiempo”, es que Jaejoong aún no salía, ¿qué le podría estar tomando tanto tiempo? Creo que hasta demorarse de más lo protagonizaba muy bien de una chica ¡Qué va!
En primer lugar, me encontraba sentado en las escaleras, un lugar muy incomodo por cierto, pero yo tenía la idea en la cabeza de que saldría en los cinco minutos que me iba prometiendo cada vez que le preguntaba si ya estaba listo. Lo único que hacía para entretenerme era maniobrar con una moneda, la cual no dejaba de girar y girar.
Hasta ése punto había llegado mi ingenio.
- Joder, ¿por qué no se apura?–Me dolía el cuello, la espalda por estar todo encorvado y el trasero de lo plano y duro de las escaleras ¿pero qué más podía hacer? Quizá era el momento de ir y tirarle la puerta en las narices para ver si así salía de una vez– ¡Uff!… ¿Pero que tanto hace? Es lo que me pregunto –la moneda dejó de girar y mi mente la reemplazó. Miles de cosas imaginé que podría estar haciendo. Seguro algo no le había quedado bien, me refiero a que tal vez no se puede acomodar la peluca y ahora está haciendo todo un show para lograr que le quede en su sitio o… quizá el problema era con el otro “detallito”.
En verdad creo que fui tan cabrón como para casi obligarlo a ponerse semejante estreches y digo, por algunas que otras veces que he desviado la mirada hacia ahí sin querer, me he dado cuenta que mi hermanito está bien dotado, Me imagino que será difícil tener que andar con ropa tremendamente entallada que te aprieta los huevos, ¿pero qué más da?
En realidad no importaba si se veía o no el bóxer debajo del vestido… simple gusto mío.
Debo admitir que imaginármelo lucir el vestido de todas las formas que sea, me emocionaba. ¿Funcionará? ¿Cómo lucirá al final? ¿Se verá como tanto lo había imaginado? Lindo, sexy, tierno, ridículo también pero esperaba que sea ésta la última opción al final aunque de eso no me preocupaba mucho, pues jaejoong en todas sus facetas, es perfecto. Aún usando una baratija sabe hacerlo lucir muy bien en él. Y se lo debo al merito de que es gracias a la belleza natural que a mí me falta y que a él le sobra. Toda una creación divi…
- ¡No! Nononono… ¡Basta Yunho, basta!–Sacudí frenéticamente la cabeza, empeñado a desaparecer de inmediato aquellos pensamientos impuros, pero como siempre, era inútil. Si preguntaran no tendría alguna respuesta coherente. No sé cuándo y el por qué de esta sensación, emoción, obsesión que he llegado a tener por Jaejoong, pero a veces llegaba a sentirme perverso. Que estuviera fantaseando con mi propio hermano ¿en qué me convertía? ¿Un maldito pervertido? ¿Un enfermo mental? Creo que hasta eso se queda corto. Pero lo cierto es que había cometido el peor pecado de todos:
Haberme enamorado de mi propio hermano.
Por más que tratara de sacarme de la cabeza esa idea, esos pensamientos, deseos, no podía. Todo era inverso y al hacer el mayor esfuerzo en sacarlo de esa manera de mi mente, más lo retenía. De nueva cuenta Jaejoong invadía mis pensamientos por completo y no había nada ni nadie que me pudiera sacar de tan asqueroso trance (para algunos) en el que me había encerrado, pero maravillosa pesadilla para mí, porque sí… aún seguía en una, completamente irrealista y hermosa pero no quitaba el hecho de que seguía siendo pesadilla. La mejor de todas.
No sé cómo se le llamará a este tipo de trastorno pero tampoco me importaba saberlo. De todas formas no le estoy haciendo daño a nadie ¿cierto? No si Joongie jamás se entera. Lo que me queda, es vivir con este enfermizo dolor permanente, pues lo único que tendré de Jae es una relación completamente de hermandad, porque yo no pensaba hacerle daño… ¡Jamás!
Aunque creo que ya empecé mal.
Sobre la apuesta, debo admitir que todo esto fue obra mía. A cualquier chica que le hubiera redactado mi plan, aceptaría sin objeción alguna aun sin necesidad de convertirse en mi novia. Conozco a Jaejoong, perfectamente. Desde un principio supe que se creería el cuento de “no puedo durar con una sola mujer” al parecer también me conoce, pero creo que no lo suficiente. Y es así que por “casualidad” la única manera que yo mismo me había permitido encontrar, era escoger a mi hermanito como mi novia.
Acostarme con chicas para intentar sacarlo de mi pútrida mente ya me había colmado porque ¡no funcionaba! El único remedio que se me ocurrió fue algo tan simple pero contradictorio: realizar la dura fantasía de tener a Jaejoong como a mi novio, aunque sea por un simple día. Sé que era egoísta pensar sólo en mí pero ¿y, Joongie? ¿Qué acaso no me importaba? ¡Claro que sí! Por lo mismo si él se hubiera quedado con la respuesta negativa, yo no insistiría de nuevo en el tema, ni mucho menos lo obligaría. No tenía el derecho. Sé que es patético tener que llegar a estos extremos para tenerlo cerca por un día, pero en mi lugar otra persona haría lo mismo.
Quizá seré un monstruo, pero aun así no perdía nada con intentarlo. Pero ya… como si Jaejoong fuera el único al que le han pasado cosas desagradables, eso tendría que decirlo yo. Y por muy enamorado que esté de él, eso no quita que aún sigamos siendo hermanos, que viéndolo desde ese punto, me debía bastantes. Por lo que pensando de esa manera, no me sentía tan culpable. ¡Jaejoong, es todo un canijo!
- ¡Ya estuvo bueno!–Me levanté de un volón de las escaleras, harto de tener que esperar y a causa de aquello hacer lo que menos me gustaba: pensar. Así que me fui directo hasta su puerta.
Toc… Toc… Toc…
-¡Jaejoong! ¿Ya estás? ¡Ya te tardaste muchísimo! ¡Te advertí que entraría a buscarte si no te apurabas así que quítate de la puerta que la voy a tirar!–Empecé a aporrear la puerta con golpes algo fuertes, pero no con otra intención, simplemente para asustarlo, cosa que funcionó.
- “No hagas esooo, ya en un minuto saaalgoooo”
- ¡Eso mismo dijiste hace una hora, a lo que ahora tengo que medir el minuto en 3,600 segundos! ¿Sabes cuánto es eso? ¡Es una eternidad y no estoy dispuesto a esperar tanto! ¡¡Ahí voy!!–Y de nuevo los golpes…
- ¡Nooo Yunho, espera! ¡Te prometo que salgo en uuun minutooooo!–Respiré exhausto. No pensaba tirar la puerta, así que la única opción que me quedaba era entrar por la ventana, pero hacer eso sería demasiado complicado. Así que mejor me tuve que conformar con esperar. Pero con que se tarde…
- ¡No, no, no dejes de girar! Joder…–Quince minutos y de nuevo me encontraba desparramado en las escaleras, jugando con la misma moneda de hace un rato. Empezaba a sospechar que quizás el motivo de su tardanza era que a lo mejor se sentía acojonado. Me refiero a que no puedo imaginar lo sencillo que sería abrir esa puerta y salir vestido de esa manera. Conociendo lo penoso que es, tenía que considerar esa opción –Pues que se relaje entonces.
Me levanté con esfuerzo, me entraron ganas de mear y decidí mejor ir al baño. También necesitaba mojarme un poco la cara para poder despejarme y no caer en sueño. Eso me disponía a hacer, pero al momento de dar el primer paso, pisé la condenada agujeta que se me había desamarrado y…
- ¡IAAAAAH!–Inevitablemente caí de bruces al suelo. Con lo que me dolió el golpe–… Demonios.
- ¡Yunho! ¿Estás bien?
- Sí, como no… ¡Me duelen las rodillas!–Y es que fue con lo primero que caí. Seguro me saldrán moratones a causa del duro golpe. Pero como no me fije antes que la aguj… ¡Un momento!… Su voz. Como una lagartija retorciéndose, giré el cuerpo de inmediato quedando boca arriba –Oh, oh dios…
- ¡¿Qué pasa?!–Y por fin, ahí estaba él. Parado a un lado de la puerta, usando como había dicho sus botas que le llegaban casi rozando las rodillas, luciendo su cuerpo con ése delicado vestido negro en el que ambos habíamos concordado. El pecho, el cual lo cubría el vestido, estaba perfectamente acomodado y muy natural. Tendrían que acostarse con él para saber que era tontamente falso.
Por debajo de éste y arriba de la cintura, tenía una delgada cinta de color grisácea, el cual le había dado un toque muy mono al convertirlo en moño, sosteniendo el vestido. El cabello largo lo tenía puesto por delante de los hombros, colgando como cortinas negras. Pero me perdí de verdad cuando me concentré en lo más primordial.
Su rostro.
Era demasiado hermoso aún estando contraído al haberse preocupado por mi caída. En definitiva debí de haber tomado antes alguna precaución. ¡El corazón se me estaba saliendo del pecho! Me quedé bastante asombrado al ver tan majestuoso trabajo. Era todo una muñequita de colección.
Su rostro lucía más fino de lo que ya era y su carita asombrada al verme aún en el piso era todo un arco iris.
Se había pintado los ojos de negro como de costumbre, pero de una manera más femenina. Esta vez no usó tanto maquillaje e incluso había utilizado sombras más claras, casi grises. Les había dado un toque expresivo al haberse puesto pestañas largas y enchinadas, totalmente perfecto. Sus mejillas ahora polveadas con un leve color rosado como toda típica señorita, encajaron a la perfección en él. Lucía hasta más joven y expresivo. Y qué decir de sus labios; brillaban de un color cereza verdaderamente antojable. La peluca ayudaba bastante, lo hacía lucir más femenino al haberse sacado el fleco, creo que le había cortado un poco a la peluca lo cual lo hizo ver aun más adorable. En pocas palabras, el Jaejoong que había imaginado infinidad de veces dentro de aquel vestido, se quedaba corto con el de la realidad. Un ángel. Y por esta noche era todo mío.
- ¿Yunho…?
- Te ves… precioso –rápidamente me levanté del suelo y aun más lo contemplé.
Jaejoong, que al principio no había caído en la cuenta que ya me había deleitado con su encantadora presencia y que no me había pasado nada, se mordió los labios, un tanto tímido y se tapó la cara con las dos manos, pero sólo por un segundo ya que al final se dignó a sonreírme al no poder retenerla más.
- Querrás decir preciosa.
- ¿Qué? ¡Ah!… sí, eso mismo –Él era el equivocado, no yo. Amplió más la sonrisa mientras se balanceaba de un lado a otro sobre sí mismo, un gesto claro de timidez. Toda una monada. 
- Pero ¿sabes? Aun me siento un poco extraño vestido así, digo, no es de extrañarse pero la sola idea de salir a la calle de esta forma me da un poco de miedo. ¡Uyyy! Y es que, ¿qué tal que alguien me vea? ¿Y si me reconoce? No quiero ni imaginar que explicación le daría, sería todo un alboroto y más si…–Sus palabras se fueron convirtiendo en susurros al atravesar mis oídos. La verdad no le podía prestar atención, estaba tan ensimismado con él que no prestaba el más mínimo interés en lo que me estaba relatando. Lo miraba sólo moviendo la boca, hablando y hablando, diciendo no se qué tantas cosas, haciéndose caireles con los dedos en las puntas de la peluca por inercia, sonriendo y mirándome. No tenía palabras para describirlo. Jaejoong, era más de lo que yo me había imaginado. –…Y con el viento se me levante el vestido, eso sería otro grande problema ¿no?­… Yunho.
- ¿Eh? –desperté –ah sí, si, como digas– ¿Qué había dicho? Oh, claro –no te preocupes, no te verán y si así lo hicieran estoy seguro de que nadie te reconocerá. Ahora ven para que te amarre bien la cinta ¿quieres?–Jaejoong suspiró, y más bien lo vi como a una chica un poco acomplejada. ¡ME DERRETÍA!–En verdad que quedaste hermoso, hermosa…
- Sí, gracias –asintió y me hipnotizó con esa encantadora sonrisa la cual le devolví.
Esto ya no era pesadilla, ahora era un verdadero sueño. Sueño que no duró nada para volverse a convertir en pesadilla. Mi sonrisa fue desapareciendo con apenas verlo dar dos simples pasos.
Todo el encanto se esfumó de él de volada.
En primer lugar, caminó todo abierto, casi jorobado, jalándose una y otra vez el vestido y acomodándose el relleno, claro… metiéndose mano.
- ¡Ush! Me molesta tener que usar esto. No se quiere quedar en su sitio…–Y cuando pensé que lo peor había quedado atrás, casi me abalanzo contra él para reprenderlo cuando lo vi llevarse una mano “ahí”, restregándosela con ganas supongo yo, para acomodarse el paquete, jalándose por encima del vestido haciendo caras de disgusto.
Que le apretaba el calzón le apretaba y lo entendía, pues que es más cómodo que un bóxer del cual hay tanta libertad y por mucho que se nos mueva o algo, lo preferimos mil veces antes que una trusa. Y ahora tener que usar ropa interior de mujer era bastante malo. Se le transparentaban un poco las piernas a causa de lo transparente del vestido y ni que decir de lo demás, por suerte sólo se le notaba la silueta de la panty y no más allá de esta; pero pese a eso, era imperdonable que se comportara de ésta manera.
¡Se supone que está protagonizando el papel de una chica, y para nada se comportaba como una!
- ¡Jae! Pero…
- Esto me empieza a picar –se llevó las manos a la cabeza, acomodándose la peluca, moviéndola de un lado a otro varias veces hasta que por fin encontró una adecuada postura–…Listo.
- ¡Nunca! Escúchame bien, ¡nunca te vayas a comportar de ésta manera vestido así!–Me acerqué dos pasos y él abrió los ojos demasiado, con una clara señal de no entender nada de lo que le estaba hablando. –Se supone que eres una “dama”, no una vulgar. Tienes que tener más cuidado con tus movimientos, vamos, Jaejoong… ¿acaso no puedes actuar como una chica?
- ¿Cómo quieres que actúe como una si no lo soy? Esto ya es demasiado para mí y encima de eso me pides a gritos y regaños que me comporte como una dama. ¡Por favor!
- Siempre te sales por la tangente ¿verdad? Yo no te estoy reprochando nada, sólo que no había tomado en cuenta algo.
- ¿Qué cosa?
- Hermanito…–Lo tomé de los hombros y lo miré cautelosamente –necesitas clases de modales femeninos. –Una cara atolondrada es lo que ahora tenía en frente; pero enseguida desapareció cuando entendió de que hablaba.
En cierto modo yo no me consideraba un experto en cuanto a este tema del comportamiento de las chicas, pero de una u otra forma me había fijado bastante en los detalles de las chicas con las que he salido y de algo estoy seguro, ¡para nada se comportarían como Bill lo hizo hace un momento!
Aún nos quedaba una hora para estar listos, lo suficiente como para que le enseñara algo, aunque sea lo básico sería suficiente.
Conforme pasó la hora de volada, vimos los temas principales, desde caminar recto e ir fingiendo que caminaba sobre una línea recta para contonearse un poco, cosa que al principio resultó un poco complicado pero al final, sus largas piernas le facilitaron el trabajo y logró hacerlo bien. ¡Coño, hasta podría hacerse pasar por modelo! También repasamos como podría mantenerse siempre recto y sin nada de encorvarse, cosa sencilla de hacer. Y lo peor y más importante, tratar de evitar estarse acomodando la entrepierna, por muy incomodo que se encontrara tendría que aguantarse. Lo bueno que pareció comprender. Por último, aclaramos también como debe sentarse: con las piernas cerradas y si era necesario, cruzadas.
- Pero va a ser muy incomodo estar con las piernas cruzadas, sabes a que me refiero.
- Bueno, entonces no lo hagas. Sólo procura no abrir las piernas más de la cuenta ¿ok?
- Captado.
- Vale. Mmmh… creo que es todo –miré el reloj de pared. Con el tiempo justo –ya estás listo Jaejoong, así que llegó la hora de irnos…
- ¡Qué fastidio será todo esto!–Gritó y yo me quedé de a cuadros.
¡Maldita sea! ¿Cómo no lo noté antes? ¿Cómo se me pudo pasar algo tan notorio?
- Jae, tu voz… ¡TU VOZ! –Tanto como yo, él se quedó petrificado.
- ¡Oh, por dios! ¿Ahora qué haremos?
- ¿Qué más hacer? Tendrás que fingir la voz, sé que puedes hacerlo no es tan difícil. Sólo agudízala un poco, haber inténtalo.
- ¿Qué digo?
- Lo que sea… invéntate algo.
- Ok, ok –carraspeó un par de veces e incluso tosió también preparándose para su actuación –aam… hola, Yunho –Un desastre. Se le escuchaba tan fingida que cualquiera se daría cuenta de eso.
- ¿Qué fue eso, Joongie? Vamos, sé que puedes hacerlo mejor, y procura esta vez no imitar la voz de burbuja.
- No puedo hacerlo, yo no soy un actor. –Nos quedamos callados, mirándonos, pensando en cualquier solución que se nos viniera a la mente, pero al único que al parecer se le ocurrió algo fue a mí, la cosa más obvia pero al cabo era una idea, ¿no?
- Lo siento Joongie, pero ahora las cosas cambiaron.
- Escucho.
- Tendrás que protagonizar el papel de una chica tímida, ¿sí sabes a lo que me refiero? Entenderás que te mantendrás con la boca cerrada todo lo que te sea posible. Si es necesario yo contestaré por ti. Es lo único que se me ocurre.
- Ah, por mí encantado. Ni siquiera pensaba entablar una conversación con… ¡Oye!… aún no me has dicho con quien saldremos, ¿no los conozco, verdad?
- ¿Cómo los vas a conocer? Claro que no, ni siquiera les he hablado de ti.
- Oh, gracias –pareció un poco ofendido por el tono totalmente sarcástico que escuché pero yo no mentía. Siempre procuraba no mencionar a Jaejoong con nadie con los que salía, el propósito de estas huidas era para despejarme de él. No podía mencionarlo– ¿Y entonces?
- Saldremos con Changmin, Yoochun y Junsu.
- ¡¿Qué?! No juegues… ¿Esos pervertidos amigos tuyos que se pasan morboseando a las mujeres? ¿Son los mismos de los que me has hablado? Si lo hubiese sabido antes juro que no te hubiera ayudado en esto –se cruzó de brazos, poniéndose a la defensiva.
- ¿Por qué crees que no te dije? Ya, Jaejoong, estaré contigo todo el tiempo, no te pasará nada. –A mis “amigos” no se los tragaba Jaejoong… y eso que no los conocía en persona. Yo le platicaba algunas veces con quien salía ya que me sometía casi a un interrogatorio para saber en dónde y con quien me había metido cuando llegaba tarde a casa, ya ni mama hacía eso. Pero yo era honesto con él y no omitía nada al relatarle algunas de mis anécdotas nocturnas con ése trío. Y digamos que las cosas que le conté fueron grandes razones para lograr inculcar un claro desprecio en Jaejoong hacia ellos.
- Vaya, como si eso fuera hacerme sentir mejor –el claro desagrado de Jae se podía notar desde a kilómetros de distancia; por eso me limité a finalizar esta pequeña conversación con miedo a que él se echara para atrás. No quería eso.
- Sí, como sea. Ahora vámonos que llegaremos tarde – le tendí la mano para que se acercara y no puedo negar que me asombró verlo… lo hizo. Tomó mi mano algo indeciso pero en sí aceptó– ¿Listo para ser mi novia?
- No del todo ¿pero tengo opción? Por mí preferiría quedarme en casa todo el día a tener que pasar por esta vergüenza.
- Tomaré eso como un sí.
- Sólo espero que esto nos salga bien.


-Ya verás que sí, tú no te preocupes –y enseguida la puerta de la casa fue cerrada y ambos cogidos de las manos nos encaminamos a nuestro destino.

sábado, 1 de junio de 2013

Thank You Teacher !!

Thank You Teacher!  

Titulo: Thank You Teacher ¡
Autor(a): Junjun
Traduccion: KathYunho
Clasificación: G
Parejas: Yunjae  & (un poco ) de Yoosu
Género: Humor , romance
Resumen:  Su maestro le dijo a jaejoong lo que significa ser gay  . Y Jaejoong piensa que  es uno :)
Extencion: Oneshot
ADVERTENCIA: Ninguna
Declaimer del autor(a): No soy dueño de YunJae y YooSu. Pero creo que tengo a la Maestra. Hahaha. Yo soy ella. LOL. En mi más salvajes x__x sueños

*****



"Jae Joong  Se supone que a los chicos le  gustan las chicas. Chicos que les gustan los chicos son gays. Y tú no eres gay, ¿verdad?"

El pequeño niño  regordete de 6 años miró fijamente a su maestra de clase - tenia la cabeza inclinada hacia un lado, con una mueca en sus labios rojos y su cara pálida grabado en confusión.

"Maestra, ¿qué quiere decir?"

La joven maestra  suspiró antes de decidirse a hablar de nuevo "¿Por qué me dijiste que te gusta Yunho?"

Los ojos del pequeño niño brillaron al oír el nombre "Porque es verdad maestra ! Me gusta y no me gusta cuando las mujeres están sobre él"

"Oh, mi ~" la maestra se quedó sin aliento y con sus dos manos se tapó la boca "Así que por eso golpeaste  a Hyori , porque estaba jugando con Yunho?"

Las cejas del pequeño niño se fruncieron , estaba a punto de negar lo que hizo, pero la mirada en el rostro de su maestra le hizo cambiar de opinión.

"No es como dice Maestra! Hyori .. Ella, ella estaba coqueteando!" Jae Joong gritó y apretó sus pequeñas manos en un puño como si estuviera listo para golpear a alguien de nuevo.

La joven maestra  le agarró la cabeza teniendo la sensación de que podría explotar en cualquier momento. Ella no podía creer que un  pequeño niño lindo e inteligente como JaeJoong  podría hacer y decir esas cosas. Ella estaba totalmente sin habla cuando regresó a su clase de la oficina del director , todo estaba hecho un caos  . Y peor encontrando a Kim JaeJoong, uno de sus alumnos preferidos y brillantes, golpeando a la pequeña Hyori .

Por lo tanto, se aseguró de que Hyori estubiera bien   antes de arrastrar el pequeño responsable de los problemas - trató de escuchar su explicación del porque golpeo a la pobre chica . Y su mandíbula casi cayó cuando el muchacho confesó que era porque no quería que nadie estuviera  cerca del pequeño  Yunho . Oh, no, no, no, no, no! Este chico no tiene que ser gay. Es todavía demasiado joven para convertirse en uno.

"Jae Joong-ah", ella comenzó mientras  le puso una mano sobre el hombro del pequeño "Dime, ¿YunHo sabe que te gusta?"

La pregunta hizo que el chico se ruborizara mientras con incertidumbre jugara con sus manos, su cabeza se agachó. respondiendo a la pregunta del profesor.

Ella suspiró profundamente esta vez "¿Qué pasaría  Jae Joong-ah, si YunHo no se siente lo mismo .."

"Yo no quiero que lo sepa", dijo Jae Joong, sintiendo  sus ojos  volverse caliente "Chunnie me dijo que Yunnie gusta de  Hyori ... Por eso .."

El profesor notó que los ojos del  pequeño  se estaban volviendo rojos . Oh no, no hay que llorar. Caramba, esto no está sucediendo. Y Chunnie? Chunnie quién?Oh, debe ser ese chico al que le gusta tocar el piano, fue Park Yoochun? Sí, debe ser él.

"Pero no tuviste que golpear a la pequeña  Hyori, Jae Joong-ah"

"No tuve elección!  estaba pegajosa y .. y .." Jae Joong agitó las manos en el aire frenéticamente tratando de demostrar que no estaba equivocado y que era Hyori quien comenzó todo .  Sí, fue culpa de ella.

"La próxima vez, si haces algo como esto otra vez, voy a decirle a tu  mamá y a  ella no le va a gustar. ¿Entiendes?" El profesor  le advirtió, agitando un dedo delante de la cara del chico gordito.

La mención del nombre de su madre hizo que Jae Joong cerrara la boca. No, no, no, no, él no quiere   que su mamá sea loca. Joongie debe ser un buen chico.

JaeJoong asintió vigorosamente con la cabeza "Pero Maestra, por favor avise a  Hyori no acercarse demasiado ..."

"Bien, bien .. Yo se lo diré" Ella trató de sonreír, pero Aigoo ~ es verdad realmente que este niño es gay? 
"Entonces, volvamos a clase y te disculpas con Hyori, ¿eh?"

Jae Joong asintió con la cabeza mientras sostenía la mano de su maestra . regresaron a su salón de clases. Iba a pedirle disculpas a Hyori para que su mamá no estuviera  enojada con El  y Yunho pénsara que es un buen niño .

Pero en el momento que JaeJoong vio que Hyori seguía  llorando y que Yunho le estaba reconfortando, fue todo . El pequeño niño hizo un gesto con la mano de la joven maestra cuando pisó un pie en señal de frustración antes de huir.

"Jae Joong!" La maestra de clase le gritó, pero el niño no se atrevía a mirar hacia atrás.

Miró de nuevo a su clase. Y las caras de sus estudiantes curiosos hizo que se sintiera incómoda por un rato.

"Vuelvan a sus asientos, niños. Y ... YunHo!" Antes de que pudiera detener al chico, ya estaba lejos de su alcance corriendo en  dirección donde el pequeño  JaeJoong había escapado .

La profesora se  agarró la cabeza. Tenia la Sensación de que el mundo acaba de comenzar a girar tan locamente. No me digas Yunho , que tu también eres gay ... Aigoo ~.

*****

"Jae Joongie ~!"

Tan pronto como Jae Joong oyo esa voz, quiso huir, pero por supuesto que no podía. Así que el niño de 6 años se fue a esconder detrás de la espalda de su madre, agarrándose de la falda impresa rosa y flor con sus manos regordetas , tratando de fingir que era invisible. Oh, por favor, no quiero verlo. Ahora no. Nuh-uh.

"Jae Joongie ~!" La voz volvió a decir y Jae Joong sólo quería deslizarse dentro de la falda de su madre y esconderse allí para siempre. Pero sabía que no estaba bien. Mamá se enojaria y no le daría mas besos a Joongie ni  galletas. Y eso haría que Joongie se sienta muy triste.

"Cariño, ¿por qué no vas a jugar con Yunnie poco más allá. Él ha estado llamando para ti", dijo su madre, tratando de apalancar su dominio de la falda "Mami tiene que hablar con la mamá de  Yunnie y tu tienes que jugar con Yunnie , Araso? "

"Pero-" El chico regordete y pálido se cortó cuando su madre le dio un beso en la frente antes de  anunciar hacia la dirección de Yunnie.

"Hola ~!" El pequeño Yunho  le hizo un gesto con la mano derecha cuando Jae Joong estaba de pie delante de él.

"Hola" JaeJoong respondio antes de sonrojarse tratando  de hacer que el color rosado  en sus dos mejillas desapareciera.

Yunho miró a su compañero de clase por un rato antes de preguntar "Joongie, ¿estás bien?"

"Uhmm" Jae Joong asintió con la cabeza. Y antes de que pudiera preguntar a Yunho qué es lo que le gustaría jugar, el otro chico le tendió la mano y lo condujo a una parte desconocida del campo de juego en el que nunca había puesto un pie adelante.

El pequeño Yunho apretó con más fuerza  las manos pequeñas de JaeJoong asegurándose de que no se deslice de él , haciendo que jaejoong sonria de alguna manera.Podía sentir algo de sensación rara en el interior de su estómago y el corazón. Es como si le estubiera haciendo cosquillas con plumas. Él se siente muy mareado. Y por cierto, ¿A dónde lo lleva YunHo ?

"Jae Joongie ~"

El niño más pequeño salio de sus pensamientos tan pronto como escuchó esa voz suave susurrar su nombre. JaeJoong se volvió para mirar a Yunho que le sonreía. el niño no podía jamas aburrirse de  esa sonrisa. Una Conmovedora sonrisa de Yunnie.

El pequeño Jae Joong escaneo su entorno y se dio cuenta de que no estaban en el patio del recreo. Estaban detrás de un arbusto grande.

"Jae Joongie .. Acerca de Hyori .." YunHo empezó aflojando sus manos con el agarre de jaejoong.

El niño más pequeño tragó saliva cuando algo le cayó en cuenta. Oh,  Yunnie le odia por lo que le hizo a Hyori? En realidad no lo decía en serio. No era más que un pequeño.. Oh, Joongie no debería decir esa palabra. Esa mala palabra. Mamá le dijo que decir malas palabras le hará un mal chico. Y Joongie Es un chico bueno  , no malo!

"Yunnie ... yo". Jae Joong levantó la vista para mirar a su compañero de clase "yo ..."

El otro chico, que es mucho más alto, se quedó quieto y esperó a que el menor hablara para continuar. El pequeño Yunnie sonrió al ver cómo Jae Joong hizo un mohín. Awwww, JaeJoongie es lindo. Seria la chica mas linda si fuera  una niña. Seguramente, YunHo gustaría de Joongie entonces. Pero Yunnie gusta Joongie como un chico. Él quiere que se quede así. 
 "tu ve , es porque ...."

"Fue debido a que, Jae Joongie?"

"Fue ..."

"¿Fue? ..."

Los Ojos Jae Joong de repente se  abrieron.

"Joongie?"

Yunho estaba de repente confuso de la situación. Intentó sacudir a Jae Joong de modo que el niño pueda continuar en lo que estaba tratando de decir, pero  su compañero de clase no se movía. Así que el pequeño Yunho siguió la mirada de JaeJoong . Y sus ojos se posaron en dos lagartos. ¿Eh? ¿Qué tiene de malo? Son solo lagartos. Pero Yunnie no sabía que Joongie tenía miedo de las lagartijas. No oh. Él no tiene un poquito de idea.

La mirada en la cara de Jae Joong nunca cambió y se hizo aún más llena de horror cuando los dos lagartos comenzaron a moverse. Una bombilla de luz apareció de repente en el lado de la cabecita de Yunho lo que indica que sólo tenía una idea brillante y sonrió mientras se acercaba a los dos lagartos.

Jae Joong parpadeó. Que es lo que esta haciendo Yunhie ? Él parpadeó de nuevo. Y los ojos de Jae Joong se abrieron en el momento en que un  lagarto estaba moviendose hacia él. Jaejoong gritó, golpeando el reptil lejos de su cara. Waaaa! Chu chu lagarto. Eewww.

"Joongie!" Yunho gritó , su voz  estaba llena de preocupación mientras cogía el lagarto de la tierra.

"¡NO! Yunnie, saca esa cosa de mí .. No, no, Eeeew. Odio los lagartos. No me gustan!! Aleja eso de miiiii .." Jae Joong gemía mientras agarraba su brazo derecho, moviendo la cabeza con furia. Joongie odia a los lagartos! Él los odia.

"Pero-.. Joongie, mira. Creo que al lagarto le gustas. No te va a morder. Basta con mirar, Joongie. Vamos"
YunHo  avanzó hacia Jae Joong, todavía sosteniendo la cola del reptil pequeño entre el pulgar y el dedo índice.

"No, no .. Yunnie .. por favor .. no .. como .." JaeJoong sintió que su mano derecha se abria y tuvo el más fuerte deseo de mantenerlos cerrado. Pero Yunnie era demasiado fuerte y  la palma de Joongie fue expuesta a continuación, al aire.

Sintió que algo se colocó en la parte superior de la palma . cerró los ojos e hizo una mueca ante el mero pensamiento de que ese lagarto asqueroso fuera sostenido por su mano.

"¿Ves? Te dije que al lagarto le gustas", dijo Yunho viendo como la pequeña criatura se quedó quieta en la mano de Jae Joong. "Por lo tanto, yo voy a tener este otro Joongie y ambos tendremos las mismas mascotas , ¿no?" Yunho sonrió felizmente, sus mejillas regordetas  se hincharon y en sus ojos se veían una línea curva muy pequeña.

Lentamente y con vacilación, Jae Joong abrió los ojos y ... Yunnie tenía razón! El pequeño lagarto  gusta de Joongie. Se quedo parpadeando hacia él y tuvo que admitir que se ve muy lindo .. Pero .. Uh-Oh.

"Aaaahhh! Es .. es .." Jae Joong comenzó a entrar en pánico de nuevo al ver como el lagarto se movió de su lugar y se dirigió hacia su  brazo.

Yunho se rió mientras agarraba el lagarto por la cola poniéndolo de nuevo en la palma de jaejoong .

"Te comprometes a cuidar muy bien de este lagarto, ok? Yo me encargo de éste otro! Entonces, haremos que estos dos lagartos crezcan tan grandes comvirtiendose en algo así como ... como .." Yunho frunció los labios, buscando la palabra adecuada para decir a continuación "Como Godzilla ..!"

Jae Joong se rió al ver a un hiperactivo Yunho y él asintió con la cabeza, diciendo que él está de acuerdo. Luego, después de  un momento se oyó una voz femenina gritando el nombre de Yunho. Era .. Hyori. Jae Joong frunció el ceño de repente recordando que a ella le gusta  Yunnie y también del hecho de que nunca yunnie gustaría de  él.

"Y.. Yo .. lo siento " el pequeño Jae Joong dejó escapar mientras se apartaba de la mirada de YunHo

Yunho estaba confundido. ¿Por qué  Joongie le pide disculpas? "¿Para qué?"

Jae Joong continuó mirando hacia otro lado, agarrando a la pequeña criatura que tenía en sus manos, apretándola tan pero  tan fuerte hasta que incluso el lagarto se estaba quedando sin  respiración  
"Por golpear a Hyori. No era mi intención ..." Las lágrimas estaban al  borde de los ojos de JaeJoong, pero se las arregló para evitar que se caiga.

"¡Oh, si ..." Yunho asintió con la cabeza, mordiéndose el labio inferior. "Joongie, yo-"

"Chunnie me dijo que tu  gustabas de Hyori  y .. y .." Jae Joong tomó una respiración profunda antes de exhalar acabando  con todas sus fuerzas. Es ahora o nunca. 
"Me gustas , por eso golpee a Hyori , me gustas mucho Yunnie!"

El chico más alto se mantuvo en su lugar. ¿Qué era lo que Jaejoongie dijo? A Él l .. le gusto?

"Yo sólo odio que las niñas esten sobre ti cada vez que intento jugar contigo. Siempre te acercas primero antes de que yo  pudiera hacerlo. Y yo sólo quiero jugar con Yunnie por un tiempo ... Yo sólo .." la frase de jaejoong fue interrumpida cuando sintió una mano en su hombro. Mirando hacia arriba, vio que YunHo le sonreía.Conmovedoramente   . y el sintió de nuevo cosquillas en su estomago.

"Pabo! Me gustas demasiado Joongie .." El pequeño Yunho confesó mientras comenzaba a inclinarse hacia adelante. Él le quiere  dar a  Joongie un muy, muy dulce, popo  , tan dulce como un helado. Por supuesto, Joongie nunca jamás olvidaría su primer popo.

 Los Labios de Yunho tocaron los suaves de Jae Joong. Y fue un popo que seguramente era tan dulce como caramelos y sabroso como el helado. O mucho, mucho, muuuuccchhho mejor. Joongie  amaba los labios de  Yunnie .

Cuando ambos se apartaron , el pequeño  JaeJoong estaba a punto de abrir la boca, pero la cerró de nuevo.

"Nunca me gustó Hyori, Joongie" Yunho dijo inmediatamente

"Pero entonces, cuando lloraba ... ¿por qué .."

"Yo sólo estaba siendo amable y sus amigas me obligaron a consolarla, Joongie" YunHo revolvió el pelo de Jae Joong. Y Jae Joong hizo un mohín. Yunho se rió entre dientes
"Corrí detrás de ti, pero yo no sabía a dónde fuiste ..."

"Así que tú eres gay también?" El niño más pequeño preguntó

Yunho miró a Jae Joong con el ceño fruncido
"Gay? ¿Qué es eso?"

" La Maestra me dijo que una vez que te gusta un chico siendo tu un chico, eres gay. Así, que Yunnie es gay?"

Sonriendo, Yunho respondió:
"Supongo que lo soy", y luego agregó:
"Y yo sólo soy gay para ti, Joongie. Te lo juro"
Los ojos de jaejoong brillaron y esta vez, no fueron sólo  plumas las que  le hacían cosquillas, sino otra cosa. Algo como un cosquilleo en la garganta.   Amor?

"Yo sólo soy gay para Yunnie también ~"

Entonces, automáticamente se formó el presente comunicado que con sólo mirar a los ojos del otro, sabra lo que el otro quiere. Yunnie le quiere  dar un popo a joongie de nuevo. Y Joongie quiere hacer lo mismo también ~

Yunho y Jae Joong se inclinan el uno hacia el otro frunciendo los labios para tocar al contrario

"Yunho ~ ¡Oh, ahí estás "

Jae Joong y Yunho se dieron la vuelta en la dirección de la voz
 "Hyori?"

 Hyori se sonrojó , estaba de pie a unos pocos metros de los dos.  Yunnie y Joongie estaban a punto de besarse ? "Y .. Yo .. Yo sólo .."

Estiro su cuello  para mirar a Yunho, de pronto la comunicación instantánea de los dos pequeños funcionaron , sonrieron tontamente ,Yunnie y Jaejoongie  tenían un plan . 

"Hyori, quieres jugar conmigo y Joongie?" Yunho preguntó, tomando la mano libre de JaeJoong mientras se dirigía hacia la niña .

Yunho Solo menciono la palabra juego  y Hyori se emociono. ¡Por supuesto! Hyori  quiere!

"Uhhhmmm" La pequeña  Hyori asintió con la cabeza. Olvidando lo que acabo de ver antes. No, tal vez no iban a besarse después de todo.

Yunho dio Jae Joong una mirada y el otro le devolvió la sonrisa. La pequeña Hyori se dio cuenta de que estaban ocultando algo.

"¿Qué es eso que tienes ahí?"

Jae Joong continuó sonriendo "que cosa?"

"Detrás de la espalda" Entonces ella hizo un mohín  , aplaudiendo "¿Tiene usted una sorpresa para mí?"

Yunho quería reír pero se contuvo "Sí, en realidad es de los dos"

"¿En serio? Quiero siiii ~ Déjame ..." La niña empezó a saltar alrededor, tratando de echar un vistazo a los dos niños pequeños "
" sorpresa "

Jaejoong saco de su espalda la pequeña sorpresa que supuestamente tenia para la pequeña hyori “!

Hyori abrió los ojos grandemente gritando estridentemente casi haciendo a Yunho y Jaejoong sordos . El ver a los dos lagartos era demasiado para ella. Eeeewwww ... Los lagartos son un asco!
 Luego, en un segundo ella comenzó a huir.

Yunho y Jae Joong se echaron a reír, apretando sus barriguitas diminutas. "Ella tiene miedo de las lagartijas también! Ella es como tú, Joongie"

"Yah!" El niño más pequeño golpeó el brazo de su compañero "ya no lo soy ~"

"Oh, está bien", coincidió YunHo, frotándose la barbilla "Fue gracias a mi , ¿no?"

"No fue" Jae Joong negó sacándole la lengua .

"Fue por mi !"

"No fue!"

"Fue gracias a mi . Sólo tienes que admitirlo, Joongie ~"

"Te dije que-..."

Los Labios de Yunho se juntaron con los de Jaejoongie de nuevo. Wooh ~ otro popo.

"Hmmm .." Jae Joong disfrutaba del beso , yunho se aparto

"Fue debido a Yunnie" Jae Joong finalmente admitió, sonrojándose
"Joongie no tiene miedo de las lagartijas más"

Yunho sonrió "Lo se . ¿Quieres otro popo?"

Y por supuesto, con mucho gusto Jae Joong acepto . Sí ~ Joongie quiere más popo de Yunnie!

*****

Era el tiempo libre y la maestra de la clase miró a sus estudiantes a medida que avanzaba por el patio de la escuela haciendo sus negocios.

"¡Maestra!" El profesor volteo la cabeza en busca de la voz que la llamaba. Oh, Jae Joong. Y  Yunho.

"¡Maestra!" Jae Joong dijo una vez más, esta vez lo dijo junto con Yunho .

"¿Qué pasa, Jae Joong-ah? YunHo-ah?" La profesora le preguntó mientras se inclinaba hacia abajo a la altura de los pequeños.

Jae Joong se inclinó un poco  hacia la maestra y dijo: "Gracias por decirme que soy gay, profesora"

"Oh, eso. Es -¿Qué?"

La Mirada aterrorizada de la profesora viajó de la cara de JaeJoong a Yunho.mirando a continuación las manos entrelazadas que los dos pequeños tenían l!

"Gracias de nuevo, maestra! Ahora, Jae Joong  y yo sabemos que somos Gays" el pequeño Yunho dijo, sonriendo con descaro a Jae Joong luego a su maestro.

La joven se quedó estupefacta. OMO-no! No, no. Sus padres no les enviaron a la escuela para que ustedes sepan eso . Aigoo ~ esto es realmente malo.

Ella volvió a mirar a Jae Joong luego a Yunho preocupada. los dos niños  se estaban mirando con grandes sonrisas en sus rostros y sus ojos brillaban. Muy, muy brillante como las estrellas. Y ella no pudo evitar sonreír ante la idea de que el  pequeño Jaejoong y el pequeño Yunho estuvieran juntos . Es tan Kawaiiii! ¡Espera!

¿Qué demonios estába pensando?!

"Maestra, si nos casamos algún dia , seguramente la imvitaremos", dijo Jae Joong de la nada

La mandíbula de la maestra casi  se dejó caer.

"Y vamos a nombrar a uno de nuestros hijos con su nombre ", agregó YunHo

Y antes de que ambos niños pudieran  presenciar más de las reacciones de su maestra, se alejaron juntos saltando alegremente, con las manos aun entrelazadas .

La profesora suspiró, mirando las espaldas de los dos chicos. Oh mi  Dios ! Simplemente no podía creer que ella hizo que sus dos estudiantes se dieran cuenta que eran gays . Pero bueno ellos aun eran jóvenes . Ellos sabrán mejor en el futuro.

Y cuando vio que Yunho le  dio a Jae Joong un beso. Bueno, eso fue una historia diferente. Tal vez, ellos sabrán de hacer algo mejor en el futuro y la maestra sólo podía morderse el labio pensando a fondo de lo que ella había causado. Oh, bueno, me dijeron que estaba invitada a la boda y que uno de sus hijos se llamara igual qque ella , así que quizás, está bien.

Pero, los  padres de Yunho y jaejoong  hiban a matarla  si se enteran de que era un poco responsable de esto? Hmmm .. Tal vez, sólo nos preocuparemos de eso cuando llegue el momento en que tanto Jung como Kim y los padres de estos se apresuren a ella y se quejen de lo que había ocurrido con sus hijos. Hey! Ella sólo les había explicado  lo que significa gay.

Cuando la maestra miró a su alrededor otra vez tratando de saber lo que los otros niños estaban haciendo, ella entornó los ojos cuando se dio cuenta de que Kim Junsu estaba tratando de empujar a un chico lejos de el . Ese chico ...era …  Park Yoochun, ¿verdad?

Se decidió ir hacia  ellos . "¿Qué pasa aquí, Junsu ah-?"

El niño  puso mala cara, tratando de empujar el rostro de Yoochun fuera de él ", yoochun dice que quiere darme un popo "

"Quiero dar a SuSu un popo por que le gusto! Y yo soy gay, eso es lo que llaman a los chicos cuando le gusta otro chico , profesora , usted le dijo a joongie eso . Joongie me lo dijo y yo quiero demasiado a  SuSu, maestra, yo soy gay! "

La profesora se agarro con ambas manos la cabeza empezando a tener nauseas  de lo que estaba ocurriendo. En primer lugar, Jae Joong. En segundo lugar, Yunho. Y en tercer lugar, YooChun. ¿Quién es el siguiente? Junsu?


"Chunnie me gusta? ME GUSTA CHUNNIE  ~!" Junsu grito abrazando al otro chico 

"Entonces me das un popo?" el pequeño Yoochun preguntó, frunciendo los labios listo para recibir un popo de Junsu. Junsu sonrió y asintió con la cabeza "Okay" La maestra miró con horror. Oh, esto no puede estar pasando. Aigoo ~