Capítulo 7
Jaejoong sabía que estaba pasando algo más grave que una
simple aventura rápida junto a la pared de un edificio. Yunho parecía un ciervo
encandilado por los faros. No estaba seguro de si el hombre estaba respirando.
Él no se movió. Ni siquiera parpadeó.
—¿Yunho? —Jaejoong se sorprendió cuando de repente Yunho
empujó y se echó hacia atrás, evitando su mirada. Movió su cabeza hasta que Yunho
lo miró a los ojos—. Te he hecho una pregunta.
—Y estoy tratando muy duro para llegar a una respuesta para
ti.
—¿No tienes una?
Yunho inhaló lentamente y negó con la cabeza. —No una que te
vaya a gustar, no.
Jaejoong arqueó una ceja. —Dímela de todos modos.
El rostro de Yunho palideció como un niño atrapado con la
mano en un tarro de galletas. Sus ojos seguían revoloteando alrededor. Cada
pocos segundos se encontraban con los de Jaejoong, y entonces los alejaba otra
vez. Jaejoong casi sintió lástima por el hombre. Casi.
—Tú estabas en el Festival de la Luna, Jaejoong.
—¿Y? —Jaejoong no entendía muy bien lo que tenía que ver su
participación en el Festival de la Luna con nada, pero al parecer era
importante para Yunho.
—Pensé que al estar en la fiesta sabías... —Yunho hizo un
gesto hacia sí mismo—. Ya sabes, acerca de nosotros.
—¿Cambiaformas?
—Sí, claro, cambiaformas. El Festival de la Luna es una
tertulia mensual para mi clan. A veces asisten humanos que no tienen parejas,
pero por lo general saben lo que somos, Jaejoong. En cierto modo tiene que ser
así, porque si uno de nosotros cambia y hay allí un humano que no sabe de
nuestra existencia, bueno, estoy seguro de que puedes imaginar lo que podría
suceder.
—Bien, así que asumiste que yo sabía que eras un
cambiaforma.
Yunho asintió.
—Sigue.
Yunho dejó caer su cabeza contra la silla y llevó sus
rodillas a su pecho. Era una posición que parecía un poco extraña para un
hombre de su tamaño. Jaejoong rodó los ojos y estiró su mano detrás del sofá
para agarrar la ropa de Yunho y luego entregársela.
—¿Por qué no te vistes? —Jaejoong sugirió—. Creo que
estaremos más cómodos.
Yunho se sonrojó y agarró la ropa. Se puso de pie y se
vistió rápidamente. Jaejoong casi se entristeció al ver toda la bella piel de Yunho
cubierta, pero sabía que era más importante que hablaran. Algo estaba pasando,
y quería saber lo que era.
Una vez que Yunho estuvo vestido, se sentó en la silla e
hizo un gesto a Jaejoong para que se levantase del suelo y se sentase en el
sofá. Jaejoong lo hizo, apoyando los codos en los muslos y cruzando las manos.
—Está bien —Jaejoong dijo—, dime qué es lo que no quiero
oír.
—Yo pensaba que sabías lo que éramos, Jaejoong. Pensé que
sabías lo que estaba pasando cuando nos fuimos juntos para estar a solas.
—Sí —Jaejoong rio—, que íbamos a tener sexo.
Las cejas de Yunho se unieron en un ceño. —¿Y te vas con
cualquier persona que acabas de conocer para tener sexo? —gruñó.
Los ojos de Jaejoong se abrieron como platos cuando vio las
manos de Yunho apretarse en puños. Trató de no entrar en pánico, pero con el
ceño oscuro que arruinaba la bella cara de Yunho era difícil no hacerlo. Él ya
había huido una vez de Yunho, esperaba no tener que hacerlo de nuevo.
—No —dijo Jaejoong con cuidado—, por lo general soy bastante
selectivo sobre con quién tener sexo. ¿Cómo iba yo a saber que eras un
cambiaforma?
—No es eso lo que quise decir, Jaejoong —gritó Yunho
poniéndose de pie—. No deberías irte con gente que no conoces. Por cierto, no
deberías irte con alguien que no conoces para tener sexo. ¿No sabes lo
peligroso que es eso?
—Está bien, no me iré de nuevo contigo para tener sexo.
—Jaejoong
—¿Qué?
Jaejoong habría dado cualquier cosa por tener una de sus
piruletas en ese momento, pero eso significaría dejar de mirar a Yunho. La
quería porque estaba nervioso, pero sobre todo porque quería chuparla mientras
miraba a Yunho ponerse nervioso.
Era obvio que el hombre no tenía idea de cómo lidiar con él.
La mayoría de las personas no la tenían. Jaejoong les había dicho que era un
gusto adquirido, y la mayoría de la gente no lo quería adquirir. Era de un
mantenimiento muy alto. Él lo sabía.
A Jaejoong le gustaban los hombres fuertes y posesivos. Le
gustaba saber que pertenecía a alguien, y le gustaba que ese alguien siempre le
dejara saber que era deseado. No importaba si eso venía en la forma de regalos,
ser afectuoso, o simplemente querer siempre que estuviera a la mano. Le gustaba
saber que era buscado.
Y aunque a Jaejoong le gustaban las comodidades, prefería
tener a alguien que pusiera su atención en él y lo echara a perder. Eso era, en
muchos sentidos, el motivo por el que no era capaz de encontrar un amante
estable. Quería pasar mucho de su tiempo, si no todo él, con su amante. Le
gustaba la expresión: pegados a la cadera. Sentía que era la forma en que se
suponía debía ser.
Desafortunadamente, la mayoría de los hombres que le atraían
preferían follar y después huir. Si se quedaban con él, nunca era por mucho
tiempo. Jaejoong había sido llamado de todo, desde muy pegajoso a acosador.
Uno de sus ex incluso lo había amenazado con obtener una orden de protección
porque creía que Jaejoong lo llamaba con demasiada frecuencia.
Jaejoong no estaba seguro de qué tipo de hombre era Yunho,
pero estaba empezando a pensar que al hombre no le gustaban los amantes
pegajosos. Sin embargo, tanto como Jaejoong odiaba admitirlo, eso no tenía
mucho sentido. Todo lo que el hombre había dicho era que los lobos eran territoriales.
Jaejoong podría estar avanzando hacia áreas que no comprendía, o no quería
comprender.
—Jaejoong, es necesario que entiendas…
Yunho gruñó y se volvió para mirar a la puerta cuando
alguien llamó. Jaejoong se echó a reír al ver la expresión contrariada en el
rostro del hombre y se puso de pie para abrir la puerta. Sólo había estirado la
mano y comenzado a girar la manivela cuando un fuerte brazo se envolvió
alrededor de él por detrás. Un aliento caliente sopló sobre la parte posterior
de su cuello.
—Nunca jamás abras la puerta, Jaejoong.
—¿Qué…?
—No sabes quién podría ser.
Jaejoong frunció el ceño y miró por encima del hombro, luego
hacia arriba. Caray, Yunho era alto. —Y nunca lo haré si no abrimos la puerta.
Eso tenía mucho sentido para él.
—Jaejoong, escúchame, por favor —rogó Yunho—. No puedes
abrir la puerta. No tienes ni idea de quién podría estar allí. Podría ser
alguien peligroso.
—Yunho, he estado viviendo por mi cuenta durante un montón de
años. Estoy seguro de que puedo abrir la puerta sin…
—¡No puedes! —Yunho rompió de repente, su rostro se
ensombreció.
Jaejoong arqueó una ceja ante la ira cada vez mayor que
podía ver en la cara de Yunho. Entonces, de repente se dio cuenta de que estaba
más intrigado que asustado. Esa fue una reacción totalmente extraña en su mente
teniendo en cuenta lo asustado que estaba de Yunho antes. Y lo confundía
terriblemente.
—¿Por favor, bebé?
Bueno, dicho así... Jaejoong suspiró y se apartó de la
puerta. Ondeó la mano hacia ella. —Muy bien, abre la puerta, pero sigo pensando
que estás siendo paranoico como el infierno.
Yunho sonrió de oreja a oreja y luego se inclinó y le dio un
pequeño beso en la punta de la nariz. —Sé que no lo entiendes, Jaejoong, y
vamos a llegar a eso, pero realmente tienes que tomar más precauciones con tu
seguridad.
—De alguna manera, creo que vas a estar haciendo lo
suficiente de eso por los dos —dijo Jaejoong mientras cruzaba los brazos sobre
su pecho.
El golpe se repitió, esta vez seguido por el sonido del
timbre.
Jaejoong rodó los ojos. —Responde la maldita puerta, Yunho.
—Mantente detrás de mí o vuelve y siéntate en el sofá.
—¿De verdad?
—Jaejoong.
Jaejoong rodó los ojos y la cabeza. Eso era realmente
demasiado. Pensaba que Yunho era extraño, pero había resultado que también era
un paranoico como el infierno. Cruzó la habitación y se volvió hacia Yunho,
abriendo los brazos.
—¿De esta manera?
—Absolutamente. —Yunho sonrió antes de volverse de nuevo
hacia la puerta y abrirla.
Jaejoong se puso sobre las puntas de sus pies y se inclinó
un poco tratando de ver quién estaba al otro lado de la montaña de músculos que
bloqueaba su vista. Cuando vio un mechón de pelo ondulado color negro, chilló y
corrió por la habitación.
—¡Yoochun! —Pasó junto a un Yunho que lo miraba muy aturdido
y envolvió a la persona que además de Junsu, él consideraba su mejor amigo y le
dio un gran abrazo—. Oh, Dios mío, te extrañé tanto. La última vez que te vi,
un chico caliente en el festival tenía toda tu atención.
—Jaejoong, cariño, no puedo respirar.
Jaejoong se rio y soltó sus brazos. Yoochun no se veía nada
bien. En realidad parecía bastante cansado. Jaejoong sonrió. —Así que, ¿quién
era él?
—¿Él? —Yoochun preguntó inocentemente—. ¿Quién?
—Ya sabes exactamente quién, idiota. —Jaejoong golpeó
el hombro de Yoochun—. El tipo que…
Los pelos de la nuca de Jaejoong se erizaron de repente
cuando un gruñido llenó el espacio detrás de él. Jaejoong podía sentir la
fuerza de la ira de Yunho presionando contra su espalda como un muro en llamas.
El hombre estaba furioso.
—Jaejoong —dijo Yunho. Su voz sonaba como si viniera a
través de sus dientes apretados—. Si valoras la vida de tu amigo, te sugiero
que te alejes de él con mucho cuidado.
Jaejoong se apartó lentamente de Yoochun y se volvió para
mirar a Yunho. Lo que vio hizo que el resto del vello de su cuerpo se erizara
también. Los dientes de Yunho estaban apretados con excepción de los largos
caninos afilados que colgaban por encima de su labio inferior. Sus ojos se
habían vuelto de color azul oscuro, pero parecía que estaban teñidos por
llamas. Las manos de Yunho estaban apretadas, pero se podían ver las garras
tratando de salir.
—Yunho, qué... —Jaejoong se lamió los labios. Miró por
encima del hombro por un momento, comprobando a Yoochun, que se veía tan
confundido como él. La mano de Yunho se cerró de repente en el cabello de Jaejoong,
tirando de su cabeza.
—¡A mí! —Yunho gruñó—. ¡Tú debes mirarme solo a mí!
Jaejoong no entendía por qué, pero podía ver al lobo al
acecho en el fondo de los ojos de Yunho. El animal estaba prácticamente
paseando con agitación y enojo. Jaejoong sabía de alguna manera que la vida de Yoochun
dependía de la forma en que actuara.
Se acercó a Yunho y se apretó contra su cuerpo. Comenzó a
frotar sus manos arriba y abajo de su pecho, murmurando para el hombre y la
bestia, tratando de calmar a los dos. Los brazos de Yunho se envolvieron
alrededor de él en un abrazo aplastante. La cabeza del hombre empezó a frotarse
contra la parte superior de Jaejoong.
—Estoy aquí, Yunho —susurró Jaejoong—, junto a ti.
Jaejoong no dio un suspiro de alivio hasta que Yunho empezó
a ronronear.
—Jaejoong, ¿qué jodidos? —Yoochun exclamó.
Jaejoong gimió cuando el ronroneo se detuvo de repente y un
bajo gruñido retumbó en el pecho de Yunho. Levantó una de sus manos y la ondeó
hacia Yoochun para que siguiera su rumbo. —Junsu está en la cocina, Yoochun. Ve
allí. Él puede explicártelo todo.
Jaejoong supo cuando Yoochun pasó junto
a él, pero sólo debido a la forma en que el cuerpo de Yunho se tensó.
Rápidamente volvió a murmurar suavemente y frotó su pecho de nuevo. Parecía que
a Yunho y a su lobo les gustaba cuando lo hacía.
Él tampoco quería que Yunho atacara a
Yoochun, y parecía que eso era lo que el hombre estaba a punto de hacer. El
cuerpo de Yunho estaba rígido. Su pecho continuó dando estruendos que se
convirtieron muy lentamente en un ronroneo. Jaejoong podía sentir los dedos con
garras de Yunho pasar por su espalda, y a pesar de que no presionaba con fuerza
suficiente para herirlo, todavía resultaba extraño.
—No puedes... —La voz de Yunho era
peligrosa, pero casi un susurro—. No puedes estar cerca de otros hombres,
Jaejoong.
Jaejoong inclinó la cabeza hacia atrás
para mirar a la cara de Yunho. —¿Por qué no?
—Es demasiado peligroso.
Jaejoong frunció el ceño. Eso no sonaba
exactamente correcto para él. —Yoochun es uno de mis mejores amigos, Yunho. Él
nunca me haría daño.
—No, pero yo podría hacerle daño a él.
—¿Tú? —Las cejas de Jaejoong se
alzaron—. ¿Por qué le harías daño a Yoochun?
—¡Debido a que tú me perteneces,
maldita sea! —Yunho rompió—. Y nadie tiene derecho a tocarte sin mi permiso.
Jaejoong parpadeó. —¿Perdón?
Yunho sacudió la cabeza con
resignación. —He estado tratando de encontrar una manera de decírtelo,
Jaejoong.
—Entonces, dímelo.
—Cuando te vi en el festival pensé que
sabías quiénes éramos. Pensé que entendías cómo eran las cosas y... —La cara de
Yunho parecía adquirir una mirada de adoración que Jaejoong no había visto
nunca dirigida hacia él. Le desconcertaba y asustaba al mismo tiempo.
Jaejong
se inclinó ligeramente hacia Yunho, inclinando la cara hacia él. —¿Y?
—Y te reclamé como mío.
Las cejas de Jaejoong se levantaron con
asombro. Sabía que había un significado más fuerte en la declaración de Yunho.
Lo sentía en lo profundo de sus huesos, y lo vio en la expresión de agonía en
el rostro tenso de Yunho.
—¿Tu qué?
—Mi compañero.
Jaejoong se humedeció nerviosamente los
labios secos, mientras trataba de recordar todo lo que había leído o visto
sobre los lobos y sus hábitos de apareamiento. Él recordaba a un lobo alfa con
varios otros lobos de su clan. ¿Realmente los lobos se emparejaban para toda la
vida como el canal de la naturaleza decía?
—¿Tienes un harén?
—¿Un qué?
Jaejoong puso su barbilla en una línea
firme y repitió su pregunta. —Ya sabes, un harén. ¿Tienes uno?
—¿Para qué diablos voy a necesitar un
harén?
Jaejoong apretó los labios en señal de frustración y se
empujó fuera de los brazos de Yunho. Dio varios pasos de distancia hacia atrás
y giró alrededor para mirar al hombre de nuevo. —Mira, no sé cómo lo llamarías,
harén, groupies lobos, demonios… Tal vez lo llames fiestas de orgía. Tal vez
eso es lo que es el famoso Festival de la Luna, pero…
—Jaejoong, ¿de qué estás hablando?
—¿Cuánta gente te follas? —Jaejoong rompió. Sus manos se
posaron en sus caderas mientras miraba a Yunho—. ¿Voy a ser uno de varios? ¿No
es eso lo que hacen los lobos, un alfa con una multitud de otros lobos menores?
—Eso se llama un clan, Jaejoong.
Los ojos de Jaejoong se abrieron completamente cuando su
peor pesadilla vino a la vida a través de las palabras de Yunho. —¿Entonces es
cierto?
—Yo soy el Beta de mi clan, no el Alfa, pero sí, tenemos un
clan.
La frente de Jaejoong se arrugó por la preocupación. —¿Tengo
que estar con todos ellos?
—¿Ellos? —La mandíbula de Yunho se apretó de pronto, sus
ojos se estrecharon ligeramente—. ¿Ellos, quienes?
—Tu clan. Jaejoong pensó que estaba siendo bastante directo
con sus palabras. ¿Qué parte de todo esto no estaba recibiendo Yunho?—. ¿Tengo
que follar con todos?
—¿De qué demonios estás hablando, Jaejoonhg?
Jaejoong no podía soportarlo más. Se sentía como si
estuviera hablando en círculos. Estaba confundido y se sentía de mal humor. Él
sólo quería hacer que todo desapareciera durante unos minutos para poder
recuperar el aliento y pensar con la cabeza despejada.
Jaejoong vio el montón de piruletas en la mesa de café y
corrió hacia ellas. Le temblaban tanto las manos que cuando agarró una no podía
lograr sacar el envoltorio. Comenzó a lloriquear, desesperado por el sencillo
consuelo que una piruleta le traía.
De repente sintió el cuerpo más grande de Yunho presionarse
hacia arriba detrás de él. Yunho tomó la piruleta, la desenvolvió con cuidado y
luego se la tendió. Un leve grito salió de los labios de Jaejoong cuando
arrancó la piruleta de la mano de Yunho y se la metió en la boca.
Gimió y se recostó contra Yunho mientras el dulce sabor de
sandía le llenó la boca. Prefería las de cereza, pero teniendo en cuenta lo
desesperado que se sentía, serviría la de sandía. Cerró los ojos y sólo se
concentró en chupar la piruleta.
No entendía exactamente por qué el chupar una piruleta le
hacía sentirse mejor, pero siempre lo hacía. Descubrió esta pequeña maravilla
por casualidad hacía unos cinco años, durante los finales en la universidad.
Una piruleta, y se lució en su final de biología. Sin ella, él estaba
condenado.
Abrió los ojos cuando las manos de Yunho comenzaron a frotar
sus brazos arriba y abajo. —Sé que todo esto es confuso para ti, Jaejoong, pero
te juro que vas a estar bien. No dejaré que te pase nada.
Jaejoong presionó su cabeza hacia un lado en el pecho de Yunho,
y cerró los ojos. Su vida parecía estar fuera de control, y no sabía cómo
detenerlo. Lo más chocante de todo para él era la calma que encontraba con sólo
inhalar el fuerte olor masculino de Yunho. Cuanto más respiraba ese olor, mejor
se sentía.
La fuerza y el poder que él podía sentir venir del cuerpo
musculoso tras él sólo se agregaban al efecto. El cuerpo de Yunho virtualmente
lo rodeaba, lo protegía del mundo exterior. Sentía como si Yunho fuera una
barrera entre él y todo lo demás. Era una sensación extraña, pero
reconfortante.
Jaejoong absorbió la mayor cantidad de presencia de Yunho
que pudo antes de que las preguntas que daban vueltas en su cabeza empezaran a
tener sentido para él. Respiró hondo y soltó el aire lentamente, luego abrió
los ojos y miró por encima del hombro.
—Ya no quiero hacer esto.
Los ojos de Yunho se oscurecieron peligrosamente. —¿No
quieres ser mi compañero?
Jaejoong no podía responder a eso honestamente. —No sé lo
que quiere decir ser tu compañero.
—Significa que eres mío, mi amante, mi compañero, mi... —Los
labios de Yunho se apretaron por un momento—. Significa que eres mi todo, Jaejoong.
—Sí, pero ¿quién más? —Jaejoong no sabía qué significaba la
rigidez del cuerpo de Yunho, pero sabía que no le gustaba el ceño que apareció
en el rostro del hombre. Hacía que la mirada de Yunho se viera amenazadora, y Jaejoong
no pensaba que fuera una buena cosa cuando se trataba de alguien que podía
cambiar en un lobo 200 libras.
Giró en los brazos de Yunho y comenzó a alejarse de él
lentamente. Yunho se acercó de repente, lo agarró por sus brazos y lo atrajo
más cerca, dando a su cuerpo una pequeña sacudida.
—Tú me perteneces —espetó Yunho con los dientes apretados,
muy largos y fuertes mirándolo—. Nadie, y quiero decir nadie, puede tocarte sin
mi permiso. Y mataré a cualquiera que trate de llevarte lejos de mí.
Los ojos de Jaejoong dolían de tan grandes que los abrió
mientras miraba a la cara atronadora de Yunho. Una vez más se sentía como la
presa de un depredador. Lo único que se le ocurrió hacer fue calmar a la
bestia. Comenzó a acariciar el pecho de Yunho, esperando que funcionara como
antes.
—Bien, esa cosa de propiedad no está funcionando para mí.
—Cuando se dio cuenta de lo que decía cerró la boca al instante. Esas eran
palabras para pensar pero no para decir. Realmente necesitaba consultar con su
cerebro antes de abrir la boca.
—¿Propiedad? —Yunho rompió—. ¿Es eso lo que crees que es
esto?
—¿Cómo diablos se supone que voy a saberlo? —Jaejoong
respondió tirando de las manos de Yunho. Sacudió el dedo hacia él—. Sigues
diciendo que te pertenezco, y que nadie puede tocarme a menos que tengan tu
permiso. Eso suena muy parecido a que crees que tienes el derecho de dar
permiso a otros para tocarme, y yo no puedo permitir eso.
—¡Espero que no! —Los brazos de Yunho se cruzaron sobre su
pecho—. Yo sería muy infeliz si comenzaras a permitir que la gente te toque.
Jaejoong parpadeó. Esa conversación no iba tan bien como
pensaba que iría. Bueno, en realidad sí, más o menos. Todo iba mal, y así
ocurría normalmente cuando le gustaba mucho un chico.
Demonios, incluso podía verse a sí mismo enamorándose de Yunho,
si es que no estaba ya cayendo por él. Y ese miedo lo sacudía hasta los pies.
Él no creyó ni por un momento que Yunho llegaría a cuidar de él de la manera en
la que siempre soñó. Él no era estúpido.
Crecer con un nombre como Jaejoong le dio una perspectiva
única de la vida. Creía en el amor verdadero, almas gemelas, y la capacidad de
conectar con esa persona especial en un nivel espiritual.
Y en el fondo, de alguna manera, sabía que Yunho no creía lo
mismo. Había algo en el hombre rudo, dominante, que gritaba que amaba correr, y
correr rápido. Sólo que no era capaz de hacer los movimientos de sus pies.
Jaejoong desde el momento en que pusieron los ojos el uno en
el otro. Amar a Yunho destruiría a Jaejoong
eventualmente, y lo único que podía hacer, era caminar a su destino con los
ojos abiertos.
Jaejoong cruzó los
brazos sobre su pecho para emular la pose de Yunho y sacó su barbilla. A pesar
de su necesidad por él, no iba a entregarse por completo a ciegas. Sabía que si
no le ponía límites ahora, nunca obtendría una palabra con el hombre.
—Me niego a ser tu pequeño juguete, Yunho. Si me quieres,
está bien, pero no te permitiré dictar todos mis movimientos. Eso incluye el
decirme a quién puedo y no puede tocar.
La ola de calor que salió de Yunho cuando arqueó una ceja
casi noqueó a Jaejoong a sus pies. El hombre no lo demostraba, pero estaba
enojado. Bueno, la mandíbula apretada lo mostraba suficientemente bien.
Probablemente la mayoría de la gente no se habría dado cuenta, pero la atención
de Jaejoong estaba completamente en el hombre.
—Si piensas por un maldito minuto que te voy a permitir que…
—¿Permitir? —Jaejoong se quedó sin aliento—. ¿Qué te hace
pensar que puedes permitirme hacer algo o no?
—¿Esperas que me siente aquí mientras jodes a todo y a
todos?
—Tú… —Jaejoong se pasó la mano por la cara cuando las
palabras se le escaparon y se alejaron. Caminó de un lado a otro varias veces
mientras trataba de obtener que su enojo súbito quedara bajo control. Yunho
parecía pensar que era una puta que iba a dormir con cualquier cosa que
caminaba—. ¿Esa es qué clase de persona que crees que soy?
—¿No es eso lo que hemos estado hablando aquí?
—No —Jaejoong rompió—. Hemos estado hablando de ti pensando
que me posees, que soy tu posesión.
Yunho se acercó de repente y se sentó en el sofá. Dejó caer
la cabeza entre las manos, frotándose la cara y luego empujando su cabello
dorado hacia atrás antes de levantar la cabeza y mirar a Jaejoong.
—No, nunca he creído que te posea, Jaejoong.
Jaejoong parpadeó. —¿No lo crees?
—No, la gente no es dueña de otras personas, Jaejoong. Eso
está mal.
—Entonces, ¿qué es todo esto? —Le preguntó mientras extendía
sus brazos hacia fuera—. Tú sigues adelante diciendo que te pertenezco, y que
nadie tiene derecho a tocarme sin tu permiso. Si no crees que eso sea poseerme,
entonces, ¿qué es?
—Se trata de nosotros estando acoplados.
Jaejoong rodó los ojos. —Ya has utilizado esa palabra antes,
y te pregunté qué era. Es evidente que tu explicación no fue suficiente.
Yunho se dejó caer en el sofá y dejó caer la cabeza hacia
atrás. Se quedó mirando el techo, con el ceño fruncido. —Eso es porque no eres
un cambiaforma, Jaejoong. Los cambiaformas entienden lo que significa el
acoplamiento. Los humanos no lo hacen.
Jaejoong quiso gruñir de frustración, y luego quiso llorar
ante el punto que Yunho le señaló que nunca podría cambiar. Él nunca podría ser
un lobo, no importaba lo mucho que deseara que eso fuera diferente. Ni siquiera
sus orejas y cola peludas iban a cambiar eso. Siempre estaría buscando lo que
quería.
—Entonces, dime lo que significa para un cambiaforma.
—Supongo que para mí es diferente de lo que lo es para otros
cambiaformas lobos. Yo soy el Beta de mi clan.
—¿El Beta?
—El Beta es el segundo al mando del clan. Yo me hago cargo
cuando mi Alfa está lejos, como ahora. Asher y su compañero están en viaje de
negocios. Cuando eso sucede, yo me convierto temporalmente en Alfa. El resto de
las veces, soy como el vicepresidente. Sigo tomando órdenes del Alfa, pero
todos los demás están por debajo de mí en rango, bien, excepto por el…
—¡Yunho!
Yunho se rio entre dientes. —Lo siento, creo que me dejé
llevar.
—¿Tú crees?
—Digamos que soy segundo al mando. El clan responde ante
nuestro Alfa y luego ante mí. A cambio, yo soy responsable de ellos. Los
mantengo a salvo, lucho por ellos.
Jaejoong inhaló bruscamente. —Esas gotas de sangre en tu
brazo.
Yunho asintió. —Ellas representan los cambiaformas que he
matado para proteger a mi clan. Tienes que entender, Jaejoong, que no me gusta
matar a la gente, pero voy a hacer lo que tenga que hacer para garantizar la
seguridad de mi clan, incluso matar.
Jaejoong se acercó y se sentó junto a Yunho, empujando la
mano por su pelo. —Joder, Yunho, esta cosa de los cambiaformas da bastante
miedo. ¿Cómo puedes vivir con ello día tras día?
—Tiene sus aspectos positivos.
—¿Cómo qué? —Jaejoong rio—. ¿Una adicción a la comida de
perrito? ¿Huesos de perrito?
—No, pero por extraño que parezca, la mantequilla de maní es
un afrodisíaco para los cambiaformas lobo.
—Muy bien, voy a recordar poner un poco en tu alacena en
Navidad.
Yunho se rio entre dientes. —Recuerda, Jaejoong, cantidades
pequeñas o no podrás sentarte cómodamente en una semana.
—Sí, sí, vuelve a eso de estar en la parte superior en un
clan.
El rostro de Jaejoong se sonrojó cuando Yunho arqueó una
ceja. —¿No crees que un juguetón cambiaforma lobo con una atracción únicamente
hacia ti es un lado positivo?
Jaejoong tragó. —¿Sólo hacia mí?
—Eso es parte del emparejamiento, Jaejoong. Nos hemos unido,
y yo te he reclamado como mi compañero. Eso significa que no volveré a mirar a
otra persona, humano o cambiaforma, para mis necesidades sexuales. Vas a tener
toda mi atención hasta el día que muera.
—Eso no suena tan mal. —En realidad, sonaba bastante
fabuloso para Jaejoong. No podía pensar en nada que le gustaría más que tener
toda su atención. La mirada terrible en el rostro de Yunho le dijo que pensaba
lo contrario.
—También significa que mi lobo y yo nos sentimos amenazados
cuando alguien te toca o se encuentra cerca de ti, y en algunos casos, si te
mira fijo. Y vamos a proteger lo que es nuestro, porque tú eres nuestro
compañero, Jaejoong , el compañero de un lobo Beta.
Notita :
Hola , Quiero pedirles disculpas a todas las chicas que me leen , por no haber publicado antes , eh estado muy mal en todo este tiempo , asi que no podia entrar , volvere a retomar la historia y adaptare nuevas , gracias :)
que bueno que es tes de vuelta te estrañaba es pero que es tes bien . muchas gracias por el capitulo es bueno con jae tratando de entender a yunho y a sectar que es la pareja de yunho
ResponderEliminarMi hermanita del alma por fin volvio ** te estrañe mucho. Este cap me encanto, todos me encantan :) Jae se hacia un lio , no sabia q es clan q es beta q es acoplamiento, pensaba q Yunho estaría con otros y lo daría a Jae a otros como orgia cuando es todo lo contrario XD emocionante *-*muchas gracias por el capitulo
ResponderEliminarwaaa.. jaejoong esta que se hace de rogar que acepte de una vez por todas ser el compañero de yunho caracho (^w^)
ResponderEliminaryunho tiene que tener mucha paciencia para explicarle todo acerca de el y su clan para que jaejoong entienda de una bendita vez.! me desespera XD
Gracias por actualizar..!
ya extrañaba esta historia me gusta mucho (^o^)
ooooooooooooooooo gracias, ya había perdido el hilo de la historia, pero leerla de nuevo no esta nada mal gracias......>-<
ResponderEliminarwaaa que bueno tenerte de regreso !! espero que te recuperes pronto y estes mejor
ResponderEliminarcuidate y gracias x seguir con esta genial historia ^^
holis♥
ResponderEliminarme alegra que ya a higas vuelto y vuelvas a deleitarnos con esta historia ha estado muy bueno el capitulo hay yuuni tienes que explicarle mejor a jae para que te entienda todo eso de los cambiformas si no va a ver mal entendidos y no van a llegar a nada bueno aunque al final parece que jae ya entendiendo vamos haber que pasara si le llegas a explicar mejor y bueno estaré esperando con ansias la siguiente actualización bye :)
Aaayy pero que desesperación con esos dos que nomas se enredan a la hora de explicar las cosas!!!!
ResponderEliminarPero espero que poco a poco se vayan aclarando las dudas.
ah me encanta el jae tierno y como domina a la fiera de yunho con sus caricias pero se ah de ver genial cuando chupa su paleta
ResponderEliminary yunho celoso en extremo muy muy posesivo y a jae lo tiene fascinado el echo que nomas tendrá ojos para el me encanta esta historia muy divertida y emocionante
Posesividad! Ese es el problema del instinto salvaje!
ResponderEliminarHm... a mi tbn m gustaria saber del por qué la mania de Jae con las piuletas o.p
Me encanta q Yunho sea asi de posesivo con jae aww~~ *0*
ResponderEliminarPor cierto jaejoong solo piensa en sexo se saco la loteria con yunnie que envidia le tengo >. <
waa hermoso!!! hace tiempito no me daba una vuelta por tu blog ... y cuando me doy cuenta ya habías actualizado tres capitulos mas -3- - te adoro -
ResponderEliminarbien respecto al fic bueno... yunho va avanzando poco a poco dandole la indormacion a jae, ahora ya le dijo sobre lo del acomplamiento... ya quiero leer que es lo que va a responder Jae
estos dos son tan tercos que cada uno tendra que aprender a ceder ante el otro en algunas circunstancias
ya he dicho cuanto me gusta este fic
muchísimas gracias por compartirlo <3
realmente me exaspera Yunho, no le explica bien a Jae, el pobre tiene un cacao en la cabeza. se pone como loco cuando Jae saluda a su amigo Yoochum, es normal que Jae le recele.
ResponderEliminartiene que explicarle mejor y no enredar todo. es muy difícil que Jae confíe plenamente en él si se la pasa diciendo que es de él , que le pertenece ,que nadie puede tocarlo, estar cerca de él o mirarlo fijamente.
yo también saldría corriendo para el otro lado.
Yunho necesita tener más paciencia y una tonelada de romanticismo.
así no va a ningún lado.
gracias por tu esfuerzo en actualizar esta historia tan linda
Hola, no se que paso, pero recuerdo que ya comente esta y las que siguen de abril, pero veo que no estoy, de todas maneras volveré a comentar a ver si ahora si aparecen.
ResponderEliminarPienso que tanto Yunho y Jae no se han dado a entender bien con respecto a otras personas por decir el que saludes a tu amigo y lo abraces no quiere decir que por eso va a follar con el y eso es lo que no entiende Yunho, aunque Jae ya comprendió con la explicación última que dio Yunho que para el al elegir a Jae no habrá nadie más que el. Gracias
que alguien le de un buen zape a YunJo, que le explique bien a Joongie que onda con lo de acoplarse, no que lo hace bolas y el otro solo se pone todo rebelde.
ResponderEliminarGRACIAS POR OTRO HERMOSO CAPITULO...